Drogas La Rebaja, el negocio que sobrevivió a la mafia

Hace 16 años, cuando los hermanos Rodríguez Orejuela capoteaban su inminente extradición, la Fiscalía puso los ojos sobre la joya de la corona de sus negocios para lavar activos: Drogas La Rebaja, que en este entonces era controlada por la Cooperativa Multiactiva de Servicios Solidarios (Copservir), creada por los empleados de la cadena de droguerías en 1995. Sin embargo, en 2005 Copservir fue intervenida por la Superintendencia Solidaria porque seguía cooptada por los capos. Hoy, mientras el proceso de extinción de dominio continúa, el pasado 5 de noviembre la Supersolidaria levantó las medidas al considerar que la sombra de la mafia en Copservir había desaparecido. Una decisión que generó controversia.

Hace 16 años, cuando los hermanos Rodríguez Orejuela capoteaban su inminente extradición, la Fiscalía puso los ojos sobre la joya de la corona de sus negocios para lavar activos: Drogas La Rebaja, que en este entonces era controlada por la Cooperativa Multiactiva de Servicios Solidarios (Copservir), creada por los empleados de la cadena de droguerías en 1995. Sin embargo, en 2005 Copservir fue intervenida por la Superintendencia Solidaria porque seguía cooptada por los capos. Hoy, mientras el proceso de extinción de dominio continúa, el pasado 5 de noviembre la Supersolidaria levantó las medidas al considerar que la sombra de la mafia en Copservir había desaparecido. Una decisión que generó controversia.

Desde diferentes sectores señalaron que la decisión era preocupante, al considerar que los establecimientos de comercio de Drogas La Rebaja quedaron desprotegidos, “pues las ventas y administración de los negocios seguirán siendo facturados por Copservir sin la presencia del Estado”. En pocas palabras, que supuestamente quedaron sin vigilancia. Sin embargo, Copservir ha luchado durante 16 años para desligarse de la imagen de los capos del cartel de Cali y los supuestos vínculos con la familia Rodríguez. Para la Supersolidaria, lo lograron y hoy son arrendatarios de la marca Drogas La Rebaja, que es administrada por la Sociedad de Activos Especiales (SAE).

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Copservir, la Supersolidaria y la SAE advirtieron que la cooperativa solo está recuperando la administración de su actividad solidaria, la cual es ajena al proceso de extinción de dominio en el que están embargados los bienes de Drogas La Rebaja. La SAE aclaró que no ejerce ningún tipo de control sobre Copservir, que no es su competencia y que solo administra lo concerniente a la droguería. “Copservir hasta ahora no ha suscrito contrato de arrendamiento por los establecimientos embargados, pero sí paga renta por la utilización de la marca Drogas La Rebaja al depositario designado por la SAE”, agregó Mónica Luna, secretaria general de Copservir.

Quince años bajo la lupa

Desde noviembre de 1995 los empleados de Drogas La Rebaja crearon Copservir, y en 1996, cuando públicamente ya se sabía que los dueños de las droguerías eran los hermanos Rodríguez Orejuela, compraron la cadena por $35.000 millones, los cuales serían pagados en 25 años. Nueve años después, el 13 de septiembre de 2004, la Unidad de Extinción de Dominio y contra el Lavado de Activos de la Fiscalía embargó todos los establecimientos comerciales de Drogas La Rebaja en poder de Copservir. Las razones eran claras: existían relaciones comerciales con empresas y personas investigadas por los delitos de narcotráfico, enriquecimiento ilícito y lavado de activos.

Un año más tarde, el 2 de mayo de 2005, la Supersolidaria emitió una resolución para la toma de posesión de Copservir. En concordancia con la Fiscalía, la entidad consideró que existían dificultades administrativas, financieras y jurídicas porque no se estaban pagando sus obligaciones. Además, que existía “un alto riesgo en su dirección por la coadministración entre la DNE (hoy SAE) y los órganos de administración de la cooperativa, lo cual genera falta de unidad gerencial”. En pocas palabras, para las autoridades, la “deuda” de Copservir con los Rodríguez era una simulación que les permitía a los capos mantener su control y ocultar sus bienes.

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Fue entonces cuando Copservir comenzó un largo camino para demostrar su independencia y legalidad. Bajo el control de Supersolidaria y la SAE —administrando los establecimientos de comercio— Drogas La Rebaja se recuperó y comenzó a obtener grandes resultados. En una década se convirtió en la cuarta cadena de droguerías del país y en junio de 2016 logró salir de la Lista Clinton de la Oficina de Activos Extranjeros de Estados Unidos, en la que fue incluida en abril de 1997. Sin embargo, tres meses después de demostrar a los norteamericanos que nada tenían que ver con los Rodríguez, un juzgado decretó la extinción de dominio de Drogas La Rebaja.

El fallo del 28 de septiembre de 2016 del Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Extinción de Dominio de Bogotá fue apelado. Se esperaba que el Tribunal Superior de Bogotá diera respuesta en un año, pero nada ha pasado. En medio de la larga espera, en abril de 2020, Supersolidaria nombró agente especial de Copservir a Mario Andrés Rivera Mazuera, quien también había sido nombrado depositario por la SAE en febrero de 2020. Fue él quien hizo el análisis para que se levantaran las medidas, al considerar que ya se habían superado los problemas de quince años atrás. Su afirmación fue respaldada por la firma A&C Consultoría y Auditoría Empresarial Entidad Cooperativa, que ejercía de revisora fiscal de Copservir.

“Los hechos se relacionan a la deuda de Copservir con las empresas de la familia Rodríguez, vendedora de los establecimientos de comercio, y con el pago de cánones de arrendamiento de locales comerciales. Debe establecerse que todos los derechos relacionados con estas deudas fueron asumidos por parte del Estado a través de la SAE, como consecuencia de las acciones de extinción de dominio. Es decir que la causal se encuentra superada, debido a que el acreedor pasó a ser la SAE desde septiembre de 2004”, señaló el agente especial en un informe presentado el 14 de agosto de 2020.

En su resolución del pasado 5 de noviembre, la Supersolidaria concluyó que Copservir ya no tenía relaciones con los Rodríguez Orejuela y que, contrario a las pretensiones de la Fiscalía, la sentencia de extinción de dominio en primera instancia salvó los activos vinculados a la actividad solidaria con los asociados. Es decir, protegió los aportes del 5 % que históricamente han hecho los empleados de Drogas La Rebaja, que hoy representan el principal patrimonio de Copservir. La entidad precisó que desde 2017 se hacen con mayor rigurosidad controles del riesgo de lavado de activos.

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Para el superintendente solidario, Ricardo Lozano, Copservir es una organización con un patrimonio fortalecido. Asimismo, Lozano dijo que la decisión no afecta la administración de los establecimientos de comercio por parte de la SAE. Sin embargo, una fuente le dijo a este diario que esta decisión sí pone en aprietos a la SAE. “La SAE tiene prohibido administrar con infractores. Eso está claro en la sentencia, que señala que la cooperativa nació con un fin espurio para esconder la operación de lavado de activos. El riesgo es que en Copservir aún hay gente que trabajó con los Rodríguez antes de que se creara la cooperativa”, señaló una persona que conoce de cerca el proceso.

“La SAE no ejerce ningún tipo de administración sobre Copservir, únicamente administra los establecimientos de comercio Drogas La Rebaja, por lo cual las decisiones que se tomen en torno a la administración de Copservir no son nuestra competencia (...) La decisión de la Supersolidaria no afecta el proceso de extinción de dominio”, le respondió la SAE a este diario. “La justicia no ha formulado objeción alguna al objeto ni a la causa de Copservir; sino a la procedencia ilícita de unos bienes comprados a terceros. La cooperativa cuenta con total legalidad, tanto en su capital, que aportan únicamente sus trabajadores, como en su objeto social”, explicó Copservir.

La Supersolidaria explicó que la relación de Copservir y los Rodríguez inició con la firma de 92 contratos para la compra de 343 droguerías de Drogas La Rebaja. Sin embargo, la entidad sostuvo que esa relación se acabó cuando los establecimientos de comercio pasaron a manos del Estado, en cabeza de la SAE, por lo que esa negociación fue modificada y ajustada. Agregó que aún se mantiene por un saldo que corresponde al 8,7 % del total de activos de Copservir. “La afirmación de la Fiscalía se halla superada desde hace ese mismo tiempo, pues los derechos derivados de las relaciones contractuales están siendo ejercidos por la SAE”, dijo el superintendente Lozano.

“La intervención y la extinción de dominio son dos procesos diferentes e independientes, y lo que atiende la decisión de dar por terminado el proceso de intervención en nada afecta el curso del proceso de la extinción. Tampoco se tenía que esperar a la segunda instancia para devolver la cooperativa a sus dueños. Además, el agente especial seguirá ejerciendo la representación legal por un tiempo”, señaló la Supersolidaria. “En la actualidad la gobernabilidad es perfectamente armónica y se percibe en las mesas de trabajo que se vienen desarrollando entre la Supersolidaria y la SAE, como la ocurrida el pasado 17 de noviembre”, agregó Mónica Luna.

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Para Copservir y Supersolidaria, la decisión de segunda instancia no afectará el funcionamiento de la cooperativa. El agente especial agregó que, pese a que no se puede prever un resultado, existe certeza de que la actividad solidaria con los asociados no está en riesgo. “No se poseen obligaciones con entidades financieras, se financia a través de proveedores con plazos entre 15 y 60 días. Desde la intervención a la fecha el número de puntos de venta ha crecido el 113 % con 502 puntos nuevos, generando un crecimiento del 71,5 %. Los activos totales de la cooperativa han crecido el 64 % en los últimos once años con un valor de $138.628 millones”, se lee en la resolución de la Supersolidaria.

Ante la incertidumbre de la decisión en segunda instancia del Tribunal Superior de Bogotá, el agente especial planteó tres escenarios. El primero es continuar operando con normalidad a través del servicio de crédito a los asociados y la comercialización de fármacos, lo que permitiría fortalecer la liquidez y el patrimonio de Copservir para garantizar su continuidad. El segundo es que, si se ratifica el fallo y los establecimientos de comercio son enajenados, la cooperativa desarrolle solo la actividad de cartera de créditos como una entidad que ofrece servicios y beneficios al sector farmacéutico. Es decir, abre la puerta a que, en caso de cerrar Drogas La Rebaja, se cree una nueva cadena.

El último escenario propuesto por el agente especial es que si se ratifica el fallo, y una vez se extingan los bienes a favor de la SAE, Copservir se convierta en el arrendatario de Drogas La Rebaja. Esta propuesta, que está en construcción junto a la Universidad ICESI, tiene como objetivo velar por la continuidad del negocio, conservar los derechos de los asociados y los acreedores, y preservar el empleo. Al ser consultada sobre el tema, la SAE aclaró: “Contamos con distintos mecanismos de administración, entre ellos, el depósito provisional y la enajenación. Previo estudio de lo que sea más conveniente y busque la sostenibilidad económica y financiera, se elegirá el mecanismo”.

A la espera de una decisión final, Copservir aseguró que en ningún escenario se puede pensar en la disolución, pues su actividad solidaria jamás ha sido vinculada al proceso de extinción de dominio. Las proyecciones de este año apuntan a que obtendrá ingresos por cerca de $1,14 billones. Asimismo, Copservir explicó que el único financiamiento externo y distinto a los aportes de los empleados son los proveedores de las 977 droguerías ubicadas en 92 municipios. No en vano, Droga La Rebaja es vista como una oportunidad de negocio inigualable. Copservir continuará operando y buscando alejarse cada día más, como en los últimos 16 años, de la sombra de los Rodríguez.