Yasmín Palma, una mujer de 55 años que vive en Puerto Ordaz (Venezuela), cuenta por teléfono por qué días después de pensionarse decidió entregar los ahorros de toda su vida a Arnoldo Jesús Valera Rodríguez, primo segundo de su esposo. Era agosto de 2018. Angustiada por el futuro incierto de la economía de su país, le consignó US$2.000 a Valera con la promesa de que cada cuatro meses iba a recibir el 20 % de su inversión.
El dinero era el resultado de 28 años de trabajo como gerente en la empresa Ferrominera del Orinoco. Parecía suficiente...