El martes 13 de Joanne Ivette León en Uruguay
El Espectador reconstruyó paso a paso los movimientos de la cónyuge del gestor de DMG en Uruguay. Las autoridades de ese país incautaron valioso material informático que puede revelar las intimidades del negocio a nivel internacional. Los vecinos coinciden que manejaba un bajo perfil y que no tenía comportamientos extraños. Vivía en un exclusivo sector de Montevideo.
Romina Herrera / Especial para El Espectador. Montevideo, Uruguay
La presencia de patrullas policiales en la calle Mariano Uriarte del exclusivo barrio de Carrasco, ubicado al este de Montevideo, durante la mañana de 13 de enero, poco inquietó a los vecinos de la zona, pues es recurrente ver a los uniformados atendiendo a llamados por robos o simplemente cuidando la seguridad de las sedes diplomáticas y casas de diplomáticos que allí se encuentran.
Sólo horas después, los reservados vecinos se enteraron de la razón que llevó a esas patrullas al sector: Interpol Uruguay acababa de capturar a quien fuera calificada como la mujer más buscada de Colombia, Joanne Ivette León Bermúdez, esposa de David Murcia Guzmán y principal socia del grupo de las mismas iniciales, acusados de lavado de activos y captación masiva de dinero.
Junto a ella fueron detenidos Lucila León Cortés, tía de León Bermúdez; John Henry Murcia y Álvaro Cuéllar Chavarro, quienes se encontraban en la vivienda, al igual que Mireya Dorado Montealegre, quien no fue apresada y quedó al cuidado de dos menores: su hijo de 9 meses y otro de 6 años, hijo de David Murcia Guzmán.
La noticia ocupó las primeras planas de los medios locales porque llamaba la atención la realización de un operativo de allanamiento de la Interpol, aun cuando hace unas semanas escasamente registraron la detención de David Murcia Guzmán, producto de las filas y desórdenes que ocurrieron en Colombia tras este hecho.
Sin embargo, entre los vecinos de Joanne Ivette en Montevideo, los comentarios de su detención duraron poco, pues como lo dice la empleada de la tienda de enfrente, “no la conocíamos y tampoco era una figura famosa”.
Para otros, esta situación, si bien no es usual tampoco sorprende, porque “en el barrio corre mucha plata, llega y se va mucha gente con mucho dinero que alquila a precios exorbitantes, porque tienen un muy buen trabajo o porque andan en algo raro”, afirma una señora que lleva 40 años viviendo en el sector.
En el anonimato
Joanne Ivette León se instaló en el sector de Carrasco a mediados de noviembre del año pasado —anteriormente vivía en Pocitos, un barrio de clase media-alta y alta—. Sus vecinos sólo conocían su nacionalidad y la única extrañeza es que no fueran diplomáticos los que ahora ocuparan la vivienda, como solía ser habitual.
Mantenía un bajo perfil y sólo se le veía cuando salía en su carro, un Chevrolet Corsa plateado.
Con sus vecinos no entabló ningún tipo de relación, pero sí lo hizo con empresarios y abogados de Uruguay, donde esperaba expandir la empresa DMG y en este proyecto estaba acompañaba de su cuñado John Henry Murcia Guzmán, quien se encargaba de crear los contactos con los posibles clientes y socios.
Cuando ya se tenía prevista la firma de la representación de DMG en Uruguay, saltaron en Colombia la emergencia social decretada por el presidente Álvaro Uribe, la captura en Panamá de David Murcia Guzmán y las órdenes de captura en contra de Joanne Ivette León, Amparo Guzmán de Murcia y William Suárez, lo que hizo que el trámite se cancelara.
Medios uruguayos han afirmado que es posible la presencia por negocios de León Bermúdez en el departamento de Rivera —al norte del país y limítrofe con el Estado de Rio Grande do Sul, Brasil, con una población cercana a los 100 mil habitantes—; sin embargo, empresarios de la región y gente del común desmienten la presencia de tales negocios o de haber sido contactados en algún momento por “esta mujer de la cual sólo nos enteramos por las noticias”, dicen. No obstante, las autoridades uruguayas han afirmado que investigarán si efectivamente Joanne Ivette tiene negocios en territorio uruguayo.
Intríngulis de la detención
A principios del mes de diciembre, Interpol Uruguay ya sabía de la presencia en ese país de la esposa de David Murcia Guzmán y conocía que había salido en varias ocasiones del mismo, pues desde el mes de agosto permanecía allí.
Sin embargo, fue sólo el 16 de diciembre cuando se libró una orden de captura internacional en su contra, momento en el cual las autoridades comenzaron a investigar su paradero. Las primeras investigaciones los llevaron al barrio Pocitos, pero Joanne Ivette ya no vivía allí.
Por disposición del juez penal del 12º Turno de Montevideo, Nelson do Santos, se cumplió el allanamiento de la vivienda ubicada en la calle Uriarte 6375, donde se incautaron material informático y cifras no reveladas en dólares americanos y pesos colombianos y uruguayos.
Actualmente, las autoridades investigan el contenido del material informático, pues se espera que haya datos que confirmen la vinculación de Ivette León como parte esencial de la estructura gerencial de DMG y de los negocios que al parecer pensaba desarrollar en Uruguay.
Durante todo el martes 13 de enero, los detenidos estuvieron en las instalaciones de Interpol, pero a la medianoche Lucila León Cortés, tía de León Bermúdez, John Henry Murcia y Álvaro Cuéllar Chavarro fueron dejados en libertad por no existir contra ellos ninguna orden de captura internacional.
En la mañana del 14 de enero, Joanne Ivette fue conducida a los juzgados de la calle Misiones, donde el juez penal especializado en crimen organizado de 2º Turno, Jorge Díaz Almeida, tomó su declaración. Precisamente, el juez Díaz había estado en Colombia cuando se conoció el arresto de Murcia Guzmán.
La diligencia se tenía prevista que terminara al mediodía, pero se extendió hasta las 2:30 p.m.. Al término de la misma el juez dispuso su prisión preventiva con fines de extradición.
Joanne León fue conducida a la cárcel de mujeres de Cabildo, donde permanecerá hasta el 24 de enero, a la espera del pedido de extradición de Colombia.
La extradición
Desde el viernes 16 de enero el proceso pasó a manos de la jueza especializada en crimen organizado de 1º Turno, Graciela Gatti, y será ella quien decida la extradición de Joanne Ivette León, una vez que la Cancillería colombiana solicite formalmente el pedido a la Cancillería uruguaya.
Se espera que la solicitud pueda efectuarse los primeros días de la próxima semana y antes de vencerse los 10 días de prisión preventiva, pues en este momento las autoridades colombianas estudian el mejor argumento para explicar el pedido de extradición, debido a que no existe ningún tratado en este sentido entre Colombia y Uruguay.
Si bien existe la convención sobre extradición suscrita en Montevideo en 1933, durante la séptima Conferencia Internacional Americana, la misma no ha sido ratificada por Uruguay.
A pesar de no existir tratado alguno en materia de extradición, ya en el pasado el mecanismo ha sido posible entre ambos países. En 2007 Colombia extraditó al ciudadano uruguayo Nazzar Chemanovian, acusado de narcotráfico en su país.
El señalado narcotraficante había logrado escapar de las autoridades al celebrarse la Operación Campanita en 2006, una de las más importantes en contra de este delito. En ese momento 22 personas fueron detenidas, entre ellas varios colombianos. Del operativo lograron escaparse Chemanovian y el colombiano Alexánder Pareja, señalados como cabecillas de dicha banda.
La suerte de la esposa de David Murcia está echada. Dentro de pocos días retornará a Colombia, desde donde salió para ayudar a montar un emporio empresarial que se derrumbó tan rápido como un castillo de naipes.
La presencia de patrullas policiales en la calle Mariano Uriarte del exclusivo barrio de Carrasco, ubicado al este de Montevideo, durante la mañana de 13 de enero, poco inquietó a los vecinos de la zona, pues es recurrente ver a los uniformados atendiendo a llamados por robos o simplemente cuidando la seguridad de las sedes diplomáticas y casas de diplomáticos que allí se encuentran.
Sólo horas después, los reservados vecinos se enteraron de la razón que llevó a esas patrullas al sector: Interpol Uruguay acababa de capturar a quien fuera calificada como la mujer más buscada de Colombia, Joanne Ivette León Bermúdez, esposa de David Murcia Guzmán y principal socia del grupo de las mismas iniciales, acusados de lavado de activos y captación masiva de dinero.
Junto a ella fueron detenidos Lucila León Cortés, tía de León Bermúdez; John Henry Murcia y Álvaro Cuéllar Chavarro, quienes se encontraban en la vivienda, al igual que Mireya Dorado Montealegre, quien no fue apresada y quedó al cuidado de dos menores: su hijo de 9 meses y otro de 6 años, hijo de David Murcia Guzmán.
La noticia ocupó las primeras planas de los medios locales porque llamaba la atención la realización de un operativo de allanamiento de la Interpol, aun cuando hace unas semanas escasamente registraron la detención de David Murcia Guzmán, producto de las filas y desórdenes que ocurrieron en Colombia tras este hecho.
Sin embargo, entre los vecinos de Joanne Ivette en Montevideo, los comentarios de su detención duraron poco, pues como lo dice la empleada de la tienda de enfrente, “no la conocíamos y tampoco era una figura famosa”.
Para otros, esta situación, si bien no es usual tampoco sorprende, porque “en el barrio corre mucha plata, llega y se va mucha gente con mucho dinero que alquila a precios exorbitantes, porque tienen un muy buen trabajo o porque andan en algo raro”, afirma una señora que lleva 40 años viviendo en el sector.
En el anonimato
Joanne Ivette León se instaló en el sector de Carrasco a mediados de noviembre del año pasado —anteriormente vivía en Pocitos, un barrio de clase media-alta y alta—. Sus vecinos sólo conocían su nacionalidad y la única extrañeza es que no fueran diplomáticos los que ahora ocuparan la vivienda, como solía ser habitual.
Mantenía un bajo perfil y sólo se le veía cuando salía en su carro, un Chevrolet Corsa plateado.
Con sus vecinos no entabló ningún tipo de relación, pero sí lo hizo con empresarios y abogados de Uruguay, donde esperaba expandir la empresa DMG y en este proyecto estaba acompañaba de su cuñado John Henry Murcia Guzmán, quien se encargaba de crear los contactos con los posibles clientes y socios.
Cuando ya se tenía prevista la firma de la representación de DMG en Uruguay, saltaron en Colombia la emergencia social decretada por el presidente Álvaro Uribe, la captura en Panamá de David Murcia Guzmán y las órdenes de captura en contra de Joanne Ivette León, Amparo Guzmán de Murcia y William Suárez, lo que hizo que el trámite se cancelara.
Medios uruguayos han afirmado que es posible la presencia por negocios de León Bermúdez en el departamento de Rivera —al norte del país y limítrofe con el Estado de Rio Grande do Sul, Brasil, con una población cercana a los 100 mil habitantes—; sin embargo, empresarios de la región y gente del común desmienten la presencia de tales negocios o de haber sido contactados en algún momento por “esta mujer de la cual sólo nos enteramos por las noticias”, dicen. No obstante, las autoridades uruguayas han afirmado que investigarán si efectivamente Joanne Ivette tiene negocios en territorio uruguayo.
Intríngulis de la detención
A principios del mes de diciembre, Interpol Uruguay ya sabía de la presencia en ese país de la esposa de David Murcia Guzmán y conocía que había salido en varias ocasiones del mismo, pues desde el mes de agosto permanecía allí.
Sin embargo, fue sólo el 16 de diciembre cuando se libró una orden de captura internacional en su contra, momento en el cual las autoridades comenzaron a investigar su paradero. Las primeras investigaciones los llevaron al barrio Pocitos, pero Joanne Ivette ya no vivía allí.
Por disposición del juez penal del 12º Turno de Montevideo, Nelson do Santos, se cumplió el allanamiento de la vivienda ubicada en la calle Uriarte 6375, donde se incautaron material informático y cifras no reveladas en dólares americanos y pesos colombianos y uruguayos.
Actualmente, las autoridades investigan el contenido del material informático, pues se espera que haya datos que confirmen la vinculación de Ivette León como parte esencial de la estructura gerencial de DMG y de los negocios que al parecer pensaba desarrollar en Uruguay.
Durante todo el martes 13 de enero, los detenidos estuvieron en las instalaciones de Interpol, pero a la medianoche Lucila León Cortés, tía de León Bermúdez, John Henry Murcia y Álvaro Cuéllar Chavarro fueron dejados en libertad por no existir contra ellos ninguna orden de captura internacional.
En la mañana del 14 de enero, Joanne Ivette fue conducida a los juzgados de la calle Misiones, donde el juez penal especializado en crimen organizado de 2º Turno, Jorge Díaz Almeida, tomó su declaración. Precisamente, el juez Díaz había estado en Colombia cuando se conoció el arresto de Murcia Guzmán.
La diligencia se tenía prevista que terminara al mediodía, pero se extendió hasta las 2:30 p.m.. Al término de la misma el juez dispuso su prisión preventiva con fines de extradición.
Joanne León fue conducida a la cárcel de mujeres de Cabildo, donde permanecerá hasta el 24 de enero, a la espera del pedido de extradición de Colombia.
La extradición
Desde el viernes 16 de enero el proceso pasó a manos de la jueza especializada en crimen organizado de 1º Turno, Graciela Gatti, y será ella quien decida la extradición de Joanne Ivette León, una vez que la Cancillería colombiana solicite formalmente el pedido a la Cancillería uruguaya.
Se espera que la solicitud pueda efectuarse los primeros días de la próxima semana y antes de vencerse los 10 días de prisión preventiva, pues en este momento las autoridades colombianas estudian el mejor argumento para explicar el pedido de extradición, debido a que no existe ningún tratado en este sentido entre Colombia y Uruguay.
Si bien existe la convención sobre extradición suscrita en Montevideo en 1933, durante la séptima Conferencia Internacional Americana, la misma no ha sido ratificada por Uruguay.
A pesar de no existir tratado alguno en materia de extradición, ya en el pasado el mecanismo ha sido posible entre ambos países. En 2007 Colombia extraditó al ciudadano uruguayo Nazzar Chemanovian, acusado de narcotráfico en su país.
El señalado narcotraficante había logrado escapar de las autoridades al celebrarse la Operación Campanita en 2006, una de las más importantes en contra de este delito. En ese momento 22 personas fueron detenidas, entre ellas varios colombianos. Del operativo lograron escaparse Chemanovian y el colombiano Alexánder Pareja, señalados como cabecillas de dicha banda.
La suerte de la esposa de David Murcia está echada. Dentro de pocos días retornará a Colombia, desde donde salió para ayudar a montar un emporio empresarial que se derrumbó tan rápido como un castillo de naipes.