El negocio que unió a la vicepresidenta y la mintransporte con condenado en EE.UU.
Mediante una sociedad en Panamá, Ángela María Orozco, ministra de Transporte, y Marta Lucía Ramírez, vicepresidenta, participaron en un negocio en Islas Vírgenes Británicas con un inversionista que fue condenado por lavado de activos. Nuevos detalles de un episodio que las altas funcionarias han explicado a cuentagotas. #PandoraPapers
Alianza El Espectador - CONNECTAS
En 2018, la captura del colombiano Gustavo Hernández Frieri en Italia y su posterior extradición a Estados Unidos puso en alerta a más de un inversionista en Colombia. Su condena por la participación en una operación de lavado de dinero saqueado a la estatal petrolera venezolana PDVSA puso nerviosos a quienes tuvieron tratos comerciales con el empresario. Marcando distancia con el escándalo, en su momento dos personas reconocidas que fueron socias de una firma de Hernández salieron a dar explicaciones de sus negocios: Marta Lucía Ramírez, hoy vicepresidenta y canciller; y Ángela María Orozco, actual ministra de Transporte. El argumento común que esgrimieron es que suspendieron negocios con Hernández en 2012; es decir, dos años antes de que sucedieran sus delitos y seis antes de su captura.
Lea aquí el informe completo de los Pandora Papers en Colombia
Al margen de esta explicación de Marta Lucía Ramírez y Ángela María Orozco, Pandora Papers revela detalles inéditos de la sociedad Global Securities Management Corporation, constituida en Islas Vírgenes Británicas en 2005, en la que las referidas funcionarias fueron accionistas junto a Gustavo Hernández Frieri. Este habilidoso financista construyó un holding en diversos destinos utilizando su talento financiero y, según el expediente estadounidense, en desarrollo de sus ilícitos usó su fondo Global Securities Trade Finance, en Islas Caimán, por ejemplo, para lavarle dinero a Abraham Ortega, exdirectivo de PDVSA, con inversiones falsas en fondos mutuales en paraísos fiscales. Un entramado que se inició en diciembre de 2014 y saqueó US$600 millones de la estatal petrolera venezolana. (Pandora Papers: las facturas a nombre del director de la DIAN)
Los investigadores norteamericanos señalaron a Hernández de ser “lavador de dinero profesional”, resaltando otros intentos de lavado a través de las sociedades Global Strategic Investments (Miami y Nueva York) y Global Securities Advisors (Nueva York y São Paulo). “Haremos las transacciones de tal manera que la compra parezca legítima”, fue uno de los comentarios del colombiano a uno de sus delatores, lo que finalmente provocó su captura y luego su extradición desde Italia a Estados Unidos en 2018. Gracias a los documentos de Pandora Papers, ahora se sabe con cuáles firmas trabajó Hernández en negocios internacionales. Una de ellas, Asiaciti Trust, ubicada en Singapur, que prestó servicios a dos fideicomisos de los que hicieron parte Gustavo Hernández, como gerente de inversiones, y Abraham Ortega, como “protector corporativo”. (Acciones con nombre propio: el expresidente Andrés Pastrana en Pandora Papers)
La segunda firma de la que fue cliente Gustavo Hernández Frieri fue Trident Trust, con más de cuarenta años de experiencia en el mercado de las sociedades offshore. Este bufete fue mencionado en 2006 en el informe “Abusos de los paraísos fiscales: los facilitadores, las herramientas y el secreto”, elaborado por un Comité del Senado de los Estados Unidos para mostrar ejemplos de entidades extraterritoriales utilizadas por ciudadanos estadounidenses para ocultar activos o evadir impuestos. Después de la publicación de los Papeles de Panamá en 2016, clientes cuestionados de la empresa de abogados Mossack Fonseca se mudaron de forma masiva a Trident Trust. Entre ellos, una persona implicada en una estafa minera de Zimbabue y una familia de capos de la droga en India buscada por la Interpol. En Islas Vírgenes Británicas, Trident Trust administró a Global Securities Management Corporation. (Energía offshore: el expresidente César Gaviria en Pandora Papers)
De regreso a sus orígenes, se advierte que Global Securities Management Corporation surgió en diciembre de 2005. Sus primeros accionistas fueron los hermanos Gustavo y César Hernández Frieri; María Alejandra Rincón y Álvaro Rincón Muñoz; hija y esposo de la canciller y vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez; Ángela María Orozco, hoy ministra de Transporte, y los mexicanos Marcelo y Carlos de los Santos, hijos de un exgobernador de San Luis Potosí; así como Guillermo Romo, miembro de la familia que fue dueña de la tequilera Herradura. También figuraron las sociedades Lasan Investments Corp., del empresario Juan Carlos Gómez; y la empresa Stulb Investment Corporation. Esta última sociedad fue constituida en diciembre de 2005 en Panamá y en ella apareció como accionista la actual vicepresidenta Ramírez. (“Los paraísos fiscales son una realidad, un problema y un abuso”: Oxfam)
Sobre Stulb Investment Corporation, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez explicó que la adquisición por parte de Stulb del paquete accionario del 12 % que poseía su familia en Global Securities Management Corporation hizo parte de un plan de negocios con la posibilidad de crear otros comisionistas de bolsa en América Latina, como en efecto se hizo después en Perú. “Dado que la sociedad gestora de estas operaciones era offshore, se decidió invertir en ella a través de una sociedad en el exterior y por eso se constituyó en Panamá Stulb, que fue declarada ante el Banco de la República en febrero de 2006. Los recursos para tal compra provinieron de créditos bancarios a mi nombre, siendo en esa época consultora internacional independiente”, escribió la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez.
Sin embargo, la firma Stulb, según la funcionaria, fue creada desde el momento en que se empezó a conversar sobre la creación de Global Securities S.A., Comisionista de Bolsa (Colombia), en diciembre de 2004. “La aprobación, los respectivos permisos de operación en la Superintendencia Financiera y la Bolsa de Valores, así como la consecución del capital operativo, tomaron un poco más de un año, por lo que nuestra inversión en Global Securities Management apenas se concretó en los inicios de 2006. Las acciones de Stulb fueron vendidas, al igual que el resto de las acciones de mi familia, en noviembre de 2012″. Marta Lucía Ramírez puntualizó que todos los giros fueron reportados al Banco de la República y a la DIAN.
De regreso a Global Securities Management Corporation, se debe resaltar que, meses después de su creación, se convirtió en la mayor accionista de la empresa colombiana Global Securities S.A, Comisionista de Bolsa, mencionada por la vicepresidenta Ramírez. De acuerdo con Juan Carlos Gómez, vicepresidente de producto de la compañía colombiana, Global Securities Management Corporation se constituyó en la jurisdicción de Islas Vírgenes Británicas (BVI) porque los inversionistas tenían diferentes nacionalidades y resultó “la más flexible para congregarlos”. Su propósito principal, según explicó, fue adquirir las acciones que el Banco Pichincha tenía en Pichincha Valores, en febrero de 2006.
La vicepresidenta Ramírez insistió en que ingresó al negocio de Global porque le pareció interesante su propuesta de desarrollar un proyecto de participación en el mercado de valores con cobertura de diferentes países de Latinoamérica. “En todo caso, nuestra inversión minoritaria se registró y se declaró cumpliendo todas las disposiciones legales”, insistió la canciller. Una certificación expedida por la firma Trident Trust y una planilla firmada por Gustavo Hernández Frieri aseguran que la ministra de transporte Orozco y la familia de la vicepresidenta adquirieron acciones en Global Securities Management en 2005, pero las tuvieron por lo menos hasta 2015, época en la que Hernández ya lavaba dinero de PDVSA a través de otras sociedades.
En contraste, la vicepresidenta Ramírez envió una certificación firmada por un representante legal de la compañía, para demostrar que vendió sus acciones en noviembre de 2012. “Esa inversión fue finiquitada en 2012, se registró y se declaró cumpliendo todas las disposiciones legales. Cualquier suceso, evento o acontecimiento ocurrido con alguno de los socios después de nuestra desvinculación de esa firma no puede atribuirse a nosotros ni tratar de implicarnos, en modo alguno, especialmente en lo ocurrido en 2018, seis años después (…) Nos vinculamos en el 2005 y nos retiramos en el 2012. En julio de 2018 ni mi esposo, ni mi hija, ni yo ni nadie de mi familia éramos socios de Global ni de ninguna empresa relacionada con los Hernández Frieri”.
A su vez, Ángela María Orozco, ministra de Transporte, expuso en una carta enviada a Global Securities Management en julio de 2018 que, desde febrero de 2012, no es socia, pues traspasó sus acciones a su expareja, Álvaro Gallo Mejía, en un acuerdo de separación de bienes. Orozco dice que esa decisión fue comunicada “oportunamente” a la empresa y pidió efectuar los registros del caso y las certificaciones, como lo solicitó en “varias oportunidades”. Un abogado experto en sociedades explicó a esta alianza periodística que este tipo de errores son relevantes, pues si una persona traspasa o vende acciones a través de un documento privado, es necesario que se inscriba en los registros de acciones de la sociedad.
En respuesta a esta alianza informativa, César Hernández, hermano del condenado Gustavo Hernández Frieri, precisó: “Marta Lucía Ramírez, Álvaro Rincón, María Alejandra Rincón, Ángela María Orozco y la entidad Stulb Investment Corporation dejaron de ser accionistas de Global Securities Management Corporation desde el año 2012″. Y agregó: “Me permito aclarar que el equipo de administración de Global Securities Management que estaba en el 2012, por falla administrativa, no envió a Trident Trust los cambios de los ROM (Register of Members) y, por ende, Trident nunca realizó dichos cambios. Como nunca se solicitó un certificado, fue solo hasta 2018, cuando pidió un certificado, cuando nos percatamos de ello y procedimos a enviarle a Trident los ROM para que los actualicen”.
Cuando Gustavo Hernández fue capturado en julio de 2018, sus socios tomaron medidas para romper relaciones y, de esta manera, apartar sus nombres de las sociedades en Islas Vírgenes Británicas y Colombia, que no han sido objeto de investigaciones. Así mismo, su hermano César Hernández asumió la dirección de Global Securities Management Corporation. En Colombia, la comisionista de bolsa contactó a la Superintendencia Financiera para comunicar la salida inmediata de Gustavo Hernández Frieri de la junta directiva y su participación accionaria. Con las acciones que Global Securities Management Corporation tenía en Global Securities Colombia se creó un fideicomiso en 2018. Hoy, Hernández no tiene relaciones económicas ni legales, manifestó la comisionista de bolsa a El Espectador - CONNECTAS.
La firma Global Securities Management Corporation entró oficialmente en liquidación en 2020 y transferirá sus acciones a una empresa en Delaware, Estados Unidos, creada ese mismo año con los mismos beneficiarios actuales; es decir, César Hernández y Juan Carlos Gómez, según lo explicó este último directivo. “Esta transferencia, como todas las anteriores, está sujeta a la aprobación de la Superintendencia Financiera de Colombia”, recalcó el empresario. Mientras tanto, su exsocio Gustavo Hernández Frieri continúa privado de la libertad en Estados Unidos, pagando una condena de 46 meses de prisión y una multa de US$50.000. El colombiano condenado no atendió la solicitud de información que esta alianza periodística le hizo llegar a través de su abogado.
En 2018, la captura del colombiano Gustavo Hernández Frieri en Italia y su posterior extradición a Estados Unidos puso en alerta a más de un inversionista en Colombia. Su condena por la participación en una operación de lavado de dinero saqueado a la estatal petrolera venezolana PDVSA puso nerviosos a quienes tuvieron tratos comerciales con el empresario. Marcando distancia con el escándalo, en su momento dos personas reconocidas que fueron socias de una firma de Hernández salieron a dar explicaciones de sus negocios: Marta Lucía Ramírez, hoy vicepresidenta y canciller; y Ángela María Orozco, actual ministra de Transporte. El argumento común que esgrimieron es que suspendieron negocios con Hernández en 2012; es decir, dos años antes de que sucedieran sus delitos y seis antes de su captura.
Lea aquí el informe completo de los Pandora Papers en Colombia
Al margen de esta explicación de Marta Lucía Ramírez y Ángela María Orozco, Pandora Papers revela detalles inéditos de la sociedad Global Securities Management Corporation, constituida en Islas Vírgenes Británicas en 2005, en la que las referidas funcionarias fueron accionistas junto a Gustavo Hernández Frieri. Este habilidoso financista construyó un holding en diversos destinos utilizando su talento financiero y, según el expediente estadounidense, en desarrollo de sus ilícitos usó su fondo Global Securities Trade Finance, en Islas Caimán, por ejemplo, para lavarle dinero a Abraham Ortega, exdirectivo de PDVSA, con inversiones falsas en fondos mutuales en paraísos fiscales. Un entramado que se inició en diciembre de 2014 y saqueó US$600 millones de la estatal petrolera venezolana. (Pandora Papers: las facturas a nombre del director de la DIAN)
Los investigadores norteamericanos señalaron a Hernández de ser “lavador de dinero profesional”, resaltando otros intentos de lavado a través de las sociedades Global Strategic Investments (Miami y Nueva York) y Global Securities Advisors (Nueva York y São Paulo). “Haremos las transacciones de tal manera que la compra parezca legítima”, fue uno de los comentarios del colombiano a uno de sus delatores, lo que finalmente provocó su captura y luego su extradición desde Italia a Estados Unidos en 2018. Gracias a los documentos de Pandora Papers, ahora se sabe con cuáles firmas trabajó Hernández en negocios internacionales. Una de ellas, Asiaciti Trust, ubicada en Singapur, que prestó servicios a dos fideicomisos de los que hicieron parte Gustavo Hernández, como gerente de inversiones, y Abraham Ortega, como “protector corporativo”. (Acciones con nombre propio: el expresidente Andrés Pastrana en Pandora Papers)
La segunda firma de la que fue cliente Gustavo Hernández Frieri fue Trident Trust, con más de cuarenta años de experiencia en el mercado de las sociedades offshore. Este bufete fue mencionado en 2006 en el informe “Abusos de los paraísos fiscales: los facilitadores, las herramientas y el secreto”, elaborado por un Comité del Senado de los Estados Unidos para mostrar ejemplos de entidades extraterritoriales utilizadas por ciudadanos estadounidenses para ocultar activos o evadir impuestos. Después de la publicación de los Papeles de Panamá en 2016, clientes cuestionados de la empresa de abogados Mossack Fonseca se mudaron de forma masiva a Trident Trust. Entre ellos, una persona implicada en una estafa minera de Zimbabue y una familia de capos de la droga en India buscada por la Interpol. En Islas Vírgenes Británicas, Trident Trust administró a Global Securities Management Corporation. (Energía offshore: el expresidente César Gaviria en Pandora Papers)
De regreso a sus orígenes, se advierte que Global Securities Management Corporation surgió en diciembre de 2005. Sus primeros accionistas fueron los hermanos Gustavo y César Hernández Frieri; María Alejandra Rincón y Álvaro Rincón Muñoz; hija y esposo de la canciller y vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez; Ángela María Orozco, hoy ministra de Transporte, y los mexicanos Marcelo y Carlos de los Santos, hijos de un exgobernador de San Luis Potosí; así como Guillermo Romo, miembro de la familia que fue dueña de la tequilera Herradura. También figuraron las sociedades Lasan Investments Corp., del empresario Juan Carlos Gómez; y la empresa Stulb Investment Corporation. Esta última sociedad fue constituida en diciembre de 2005 en Panamá y en ella apareció como accionista la actual vicepresidenta Ramírez. (“Los paraísos fiscales son una realidad, un problema y un abuso”: Oxfam)
Sobre Stulb Investment Corporation, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez explicó que la adquisición por parte de Stulb del paquete accionario del 12 % que poseía su familia en Global Securities Management Corporation hizo parte de un plan de negocios con la posibilidad de crear otros comisionistas de bolsa en América Latina, como en efecto se hizo después en Perú. “Dado que la sociedad gestora de estas operaciones era offshore, se decidió invertir en ella a través de una sociedad en el exterior y por eso se constituyó en Panamá Stulb, que fue declarada ante el Banco de la República en febrero de 2006. Los recursos para tal compra provinieron de créditos bancarios a mi nombre, siendo en esa época consultora internacional independiente”, escribió la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez.
Sin embargo, la firma Stulb, según la funcionaria, fue creada desde el momento en que se empezó a conversar sobre la creación de Global Securities S.A., Comisionista de Bolsa (Colombia), en diciembre de 2004. “La aprobación, los respectivos permisos de operación en la Superintendencia Financiera y la Bolsa de Valores, así como la consecución del capital operativo, tomaron un poco más de un año, por lo que nuestra inversión en Global Securities Management apenas se concretó en los inicios de 2006. Las acciones de Stulb fueron vendidas, al igual que el resto de las acciones de mi familia, en noviembre de 2012″. Marta Lucía Ramírez puntualizó que todos los giros fueron reportados al Banco de la República y a la DIAN.
De regreso a Global Securities Management Corporation, se debe resaltar que, meses después de su creación, se convirtió en la mayor accionista de la empresa colombiana Global Securities S.A, Comisionista de Bolsa, mencionada por la vicepresidenta Ramírez. De acuerdo con Juan Carlos Gómez, vicepresidente de producto de la compañía colombiana, Global Securities Management Corporation se constituyó en la jurisdicción de Islas Vírgenes Británicas (BVI) porque los inversionistas tenían diferentes nacionalidades y resultó “la más flexible para congregarlos”. Su propósito principal, según explicó, fue adquirir las acciones que el Banco Pichincha tenía en Pichincha Valores, en febrero de 2006.
La vicepresidenta Ramírez insistió en que ingresó al negocio de Global porque le pareció interesante su propuesta de desarrollar un proyecto de participación en el mercado de valores con cobertura de diferentes países de Latinoamérica. “En todo caso, nuestra inversión minoritaria se registró y se declaró cumpliendo todas las disposiciones legales”, insistió la canciller. Una certificación expedida por la firma Trident Trust y una planilla firmada por Gustavo Hernández Frieri aseguran que la ministra de transporte Orozco y la familia de la vicepresidenta adquirieron acciones en Global Securities Management en 2005, pero las tuvieron por lo menos hasta 2015, época en la que Hernández ya lavaba dinero de PDVSA a través de otras sociedades.
En contraste, la vicepresidenta Ramírez envió una certificación firmada por un representante legal de la compañía, para demostrar que vendió sus acciones en noviembre de 2012. “Esa inversión fue finiquitada en 2012, se registró y se declaró cumpliendo todas las disposiciones legales. Cualquier suceso, evento o acontecimiento ocurrido con alguno de los socios después de nuestra desvinculación de esa firma no puede atribuirse a nosotros ni tratar de implicarnos, en modo alguno, especialmente en lo ocurrido en 2018, seis años después (…) Nos vinculamos en el 2005 y nos retiramos en el 2012. En julio de 2018 ni mi esposo, ni mi hija, ni yo ni nadie de mi familia éramos socios de Global ni de ninguna empresa relacionada con los Hernández Frieri”.
A su vez, Ángela María Orozco, ministra de Transporte, expuso en una carta enviada a Global Securities Management en julio de 2018 que, desde febrero de 2012, no es socia, pues traspasó sus acciones a su expareja, Álvaro Gallo Mejía, en un acuerdo de separación de bienes. Orozco dice que esa decisión fue comunicada “oportunamente” a la empresa y pidió efectuar los registros del caso y las certificaciones, como lo solicitó en “varias oportunidades”. Un abogado experto en sociedades explicó a esta alianza periodística que este tipo de errores son relevantes, pues si una persona traspasa o vende acciones a través de un documento privado, es necesario que se inscriba en los registros de acciones de la sociedad.
En respuesta a esta alianza informativa, César Hernández, hermano del condenado Gustavo Hernández Frieri, precisó: “Marta Lucía Ramírez, Álvaro Rincón, María Alejandra Rincón, Ángela María Orozco y la entidad Stulb Investment Corporation dejaron de ser accionistas de Global Securities Management Corporation desde el año 2012″. Y agregó: “Me permito aclarar que el equipo de administración de Global Securities Management que estaba en el 2012, por falla administrativa, no envió a Trident Trust los cambios de los ROM (Register of Members) y, por ende, Trident nunca realizó dichos cambios. Como nunca se solicitó un certificado, fue solo hasta 2018, cuando pidió un certificado, cuando nos percatamos de ello y procedimos a enviarle a Trident los ROM para que los actualicen”.
Cuando Gustavo Hernández fue capturado en julio de 2018, sus socios tomaron medidas para romper relaciones y, de esta manera, apartar sus nombres de las sociedades en Islas Vírgenes Británicas y Colombia, que no han sido objeto de investigaciones. Así mismo, su hermano César Hernández asumió la dirección de Global Securities Management Corporation. En Colombia, la comisionista de bolsa contactó a la Superintendencia Financiera para comunicar la salida inmediata de Gustavo Hernández Frieri de la junta directiva y su participación accionaria. Con las acciones que Global Securities Management Corporation tenía en Global Securities Colombia se creó un fideicomiso en 2018. Hoy, Hernández no tiene relaciones económicas ni legales, manifestó la comisionista de bolsa a El Espectador - CONNECTAS.
La firma Global Securities Management Corporation entró oficialmente en liquidación en 2020 y transferirá sus acciones a una empresa en Delaware, Estados Unidos, creada ese mismo año con los mismos beneficiarios actuales; es decir, César Hernández y Juan Carlos Gómez, según lo explicó este último directivo. “Esta transferencia, como todas las anteriores, está sujeta a la aprobación de la Superintendencia Financiera de Colombia”, recalcó el empresario. Mientras tanto, su exsocio Gustavo Hernández Frieri continúa privado de la libertad en Estados Unidos, pagando una condena de 46 meses de prisión y una multa de US$50.000. El colombiano condenado no atendió la solicitud de información que esta alianza periodística le hizo llegar a través de su abogado.