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                                                                                                                                Electricaribe, la deuda que vale cuatro veces vacunar contra el COVID-19 a toda Colombia

                                                                                                                                Uno de los problemas más grandes que recibió el gobierno Iván Duque de la administración anterior fue el de encontrar un reemplazo a Electricaribe. Para lograrlo, tuvo que modificar toda clase de reglas para hacer el negocio más atractivo. Y así fue que todos los colombianos terminamos asumiendo una deuda billonaria.

                                                                                                                                María José Medellín Cano @Majomedellinc mmedellin@elespectador.com

                                                                                                                                Esta es la tercera y última parte de una investigación para entender por qué el Estado terminó asumiendo gran parte de la deuda de Electricaribe. En total, del bolsillo de los colombianos se pagarán $7,293 billones de pesos.
                                                                                                                                Foto: Pixabay
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Ese documento, conocido por El Espectador, explica que, para estructurar todo el negocio, la Superintendencia se basó en una serie de recomendaciones que hizo la institución Financiera de Desarrollo Nacional (FDN). Una de sus conclusiones fue que era recomendable partir en dos el mercado de la energía para, entre otros criterios, “minimizar ineficiencias, maximizar el apetito por el mercado y reducir el riesgo de concentración del mercado”. La segmentación quedó planteada así: una compañía se encargaría de comercialización y distribución de energía en los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira, y la otra en Cesar, Bolívar, Córdoba y Sucre. Además de esta división para hacer más atractiva la venta de Electricaribe, el Gobierno tomó otras tres decisiones.

                                                                                                                                (Lea aquí la segunda parte de esta investigación: El colapso de Electricaribe: Gobierno, bancos y un fantasma llamado Odebrecht)

                                                                                                                                La primera: incluyó en el Plan Nacional de Desarrollo una sobretasa de $4 por kilovatio de energía para los estratos 4, 5 y 6 de todo el país (una decisión que, tiempo después, la Corte Constitucional declaró inexequible y tumbó ese impuesto). La segunda: cambió la reglamentación que había sacado a Enel del negocio para permitirle a una sola empresa ser la dueña de más del 25 % del mercado de energía. Y la tercera: tomó la decisión de asumir toda la deuda pensional de Electricaribe, que era del orden de $2,48 billones de pesos. Lo hizo por recomendación de la FDN, pero también porque la necesidad de entregarle el negocio a un inversor era urgente, y eso se veía reflejado en sus cuentas. Desde que Electricaribe fue intervenida, el Estado gastó $863 millones en temas de inversión y $3,947 billones en créditos.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                La Contraloría redondeó así la cifra total que salió del bolsillo del Estado, es decir, de los impuestos de todos los colombianos: $7,293 billones de pesos. Ese número, alarmante por sus ceros, se puede traducir en que eso es lo que vale cuatro veces vacunar contra el COVID-19 a toda Colombia (su población adulta). También en que con esos $7,293 billones se hubieran podido montar y adecuar 1’453.000 hospitales como los que organizó la Alcaldía de Bogotá en Corferias, como plan de contingencia para atender pacientes en plena pandemia por el coronavirus. O en que, con esa plata, se habrían podido comprar más de $33 mil millones de pruebas de reacción en cadena de la polimerasa, más conocidas como las PCR.

                                                                                                                                Unas por otras

                                                                                                                                Ese gasto no tuvo reparos en el informe que elaboró la Contraloría. Para la entidad, si el Gobierno no adecuaba el negocio de esa manera para conseguir inversionistas, “habría tenido que inyectar recursos adicionales a los $7,293 billones que cubrirán las necesidades de inversión por $5,7 billones para los cinco años siguientes y $3 billones en los años subsiguientes”. En otras palabras, o el Ejecutivo ponía esos billones de su bolsillo o le tocaba gastar más plata. “Unas por otras. Llevábamos casi tres años encargados de Electricaribe y ya no podíamos gastar un centavo más. El problema es que siempre nos quedará la duda de si de verdad había que asumir tanta deuda, o si se hubiera podido hacer una mejor negociación”, agregó el funcionario de la Superintendencia.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                En esta declaración desde el Palacio de Nariño, el presidente Iván Duque, acompañado de la bancada costeña del Congreso (a que derecha) y de la exministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez (camisa azul) y la superintendente, Natasha Avendaño (pañoleta de colores), anunció que el gobierno asumiría la deuda pensional de Electricaribe.
                                                                                                                                Foto: Presidencia
                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Una vez adjudicado el mercado a EMP y Enerpereira en marzo de 2020, el alto gobierno, funcionarios de la Superintendencia y varios miembros de la bancada costeña participaron de un evento de “inauguración” de los nuevos operadores. Así los presentaron:

                                                                                                                                Región Caribe, Energía que renace - Caribe Mar
                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Este es el pantallazo de la noticia publicada en la página de Enerpereira que, tiempo después, fue eliminada.
                                                                                                                                Foto: Cortesía
                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Así fue el acto simbólico en que el que el presidente Duque, acompañado por políticos de la costa Caribe, encendió un interruptor como señal de que, con los nuevos operadores, el servicio de energía en esta zona del país "renace".
                                                                                                                                Foto: Presidencia
                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Primera parte: Así resultamos pagando con nuestros impuestos $7,29 billones de la deuda de Electricaribe

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Esta es la tercera y última parte de una investigación para entender por qué el Estado terminó asumiendo gran parte de la deuda de Electricaribe. En total, del bolsillo de los colombianos se pagarán $7,293 billones de pesos.
                                                                                                                                Foto: Pixabay
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                Ese documento, conocido por El Espectador, explica que, para estructurar todo el negocio, la Superintendencia se basó en una serie de recomendaciones que hizo la institución Financiera de Desarrollo Nacional (FDN). Una de sus conclusiones fue que era recomendable partir en dos el mercado de la energía para, entre otros criterios, “minimizar ineficiencias, maximizar el apetito por el mercado y reducir el riesgo de concentración del mercado”. La segmentación quedó planteada así: una compañía se encargaría de comercialización y distribución de energía en los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira, y la otra en Cesar, Bolívar, Córdoba y Sucre. Además de esta división para hacer más atractiva la venta de Electricaribe, el Gobierno tomó otras tres decisiones.

                                                                                                                                (Lea aquí la segunda parte de esta investigación: El colapso de Electricaribe: Gobierno, bancos y un fantasma llamado Odebrecht)

                                                                                                                                La primera: incluyó en el Plan Nacional de Desarrollo una sobretasa de $4 por kilovatio de energía para los estratos 4, 5 y 6 de todo el país (una decisión que, tiempo después, la Corte Constitucional declaró inexequible y tumbó ese impuesto). La segunda: cambió la reglamentación que había sacado a Enel del negocio para permitirle a una sola empresa ser la dueña de más del 25 % del mercado de energía. Y la tercera: tomó la decisión de asumir toda la deuda pensional de Electricaribe, que era del orden de $2,48 billones de pesos. Lo hizo por recomendación de la FDN, pero también porque la necesidad de entregarle el negocio a un inversor era urgente, y eso se veía reflejado en sus cuentas. Desde que Electricaribe fue intervenida, el Estado gastó $863 millones en temas de inversión y $3,947 billones en créditos.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                La Contraloría redondeó así la cifra total que salió del bolsillo del Estado, es decir, de los impuestos de todos los colombianos: $7,293 billones de pesos. Ese número, alarmante por sus ceros, se puede traducir en que eso es lo que vale cuatro veces vacunar contra el COVID-19 a toda Colombia (su población adulta). También en que con esos $7,293 billones se hubieran podido montar y adecuar 1’453.000 hospitales como los que organizó la Alcaldía de Bogotá en Corferias, como plan de contingencia para atender pacientes en plena pandemia por el coronavirus. O en que, con esa plata, se habrían podido comprar más de $33 mil millones de pruebas de reacción en cadena de la polimerasa, más conocidas como las PCR.

                                                                                                                                Unas por otras

                                                                                                                                Ese gasto no tuvo reparos en el informe que elaboró la Contraloría. Para la entidad, si el Gobierno no adecuaba el negocio de esa manera para conseguir inversionistas, “habría tenido que inyectar recursos adicionales a los $7,293 billones que cubrirán las necesidades de inversión por $5,7 billones para los cinco años siguientes y $3 billones en los años subsiguientes”. En otras palabras, o el Ejecutivo ponía esos billones de su bolsillo o le tocaba gastar más plata. “Unas por otras. Llevábamos casi tres años encargados de Electricaribe y ya no podíamos gastar un centavo más. El problema es que siempre nos quedará la duda de si de verdad había que asumir tanta deuda, o si se hubiera podido hacer una mejor negociación”, agregó el funcionario de la Superintendencia.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                En esta declaración desde el Palacio de Nariño, el presidente Iván Duque, acompañado de la bancada costeña del Congreso (a que derecha) y de la exministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez (camisa azul) y la superintendente, Natasha Avendaño (pañoleta de colores), anunció que el gobierno asumiría la deuda pensional de Electricaribe.
                                                                                                                                Foto: Presidencia
                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Una vez adjudicado el mercado a EMP y Enerpereira en marzo de 2020, el alto gobierno, funcionarios de la Superintendencia y varios miembros de la bancada costeña participaron de un evento de “inauguración” de los nuevos operadores. Así los presentaron:

                                                                                                                                Región Caribe, Energía que renace - Caribe Mar
                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Este es el pantallazo de la noticia publicada en la página de Enerpereira que, tiempo después, fue eliminada.
                                                                                                                                Foto: Cortesía
                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Así fue el acto simbólico en que el que el presidente Duque, acompañado por políticos de la costa Caribe, encendió un interruptor como señal de que, con los nuevos operadores, el servicio de energía en esta zona del país "renace".
                                                                                                                                Foto: Presidencia
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                “Está todo por verse. No solo porque no sabemos qué vaya a pasar con EPM (en referencia la crisis por Hidroituango), sino porque en toda esta apuesta de inversiones, no se ve una apuesta por una política pública que fortalezca el papel del mercado”, expresó Barrientos. Para él, es claro que se debe subsidiar la energía a los más vulnerables pero, mientras no haya un cambio de tipo cultural sobre la importancia de pagar por lo que se consume, no hay cifra que pueda contrarrestar los constantes hurtos y el fraude. “Electricaribe no sólo es el fracaso de unos empresarios que buscaban beneficios prestando un servicio de utilidad pública. Es también el fracaso de una sociedad con una moral autocomplaciente que acepta a conveniencia la corrupción en todas sus formas”, agregó Barrientos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Solamente en unos años se podrá evaluar el resultado de las nuevas inversiones, y de si el negocio que hizo el Estado, al asumir una deuda de $7,293 billones, realmente valió la pena. De por medio está el derecho de más de 10 millones de usuarios a tener un buen servicio de energía, pero también la posibilidad de evitar que en la costa haya un apagón total. Por lo menos en dos oportunidades ya se ha salvado de vivirlo, pues las crisis de los años 90 y la de 2016 dejó a este mercado en la punta de ese abismo. La apuesta de evitar ese desastre está jugada en Aire y Afinia. En ellos también recae la esperanza de que, del bolsillo de los colombianos, no se tenga que sacar un peso más para resolver el tormento que ha sido la comercialización y distribución de la energía en la costa Caribe.

                                                                                                                                Primera parte: Así resultamos pagando con nuestros impuestos $7,29 billones de la deuda de Electricaribe

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Segunda parte: El colapso de Electricaribe: Gobierno, bancos y un fantasma llamado Odebrecht

                                                                                                                                Por María José Medellín Cano @Majomedellinc mmedellin@elespectador.com

                                                                                                                                Ver todas las noticias
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