En cifras: así es el tráfico de fauna en Colombia
En promedio, en Colombia se incautan diariamente entre 45 y 95 animales del comercio ilegal. ¿Cuáles son las especies más afectadas?
Daniela Quintero Díaz
Los bosques, montañas y ríos del país sirven de refugio para especies únicas que, con el paso de los años, han sido empujadas al borde de la extinción al ser ampliamente apetecidas en los mercados internacionales. El tráfico ilegal de especies silvestres se ha convertido en una de las principales amenazas para la biodiversidad de Colombia, pues se estima que entre el 50 y el 80% de las especies traficadas mueren.
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Los bosques, montañas y ríos del país sirven de refugio para especies únicas que, con el paso de los años, han sido empujadas al borde de la extinción al ser ampliamente apetecidas en los mercados internacionales. El tráfico ilegal de especies silvestres se ha convertido en una de las principales amenazas para la biodiversidad de Colombia, pues se estima que entre el 50 y el 80% de las especies traficadas mueren.
Según datos extraídos del Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional – SIEDCO PLUS, entre 2018 y 2020 la policía incautó un total de 94.927 ejemplares de fauna silvestre. Solo en lo corrido del 2022 se han decomisado 1.630 aves, 3.284 reptiles y 1.080 mamíferos, y se ha capturado a 1.469 personas por delitos ambientales.¿Cuáles son las especies más amenazadas con el comercio ilegal? ¿Cuáles son los grupos que están en mayor riesgo? ¿Cuántos animales son rescatados anualmente del tráfico de fauna? ¿Cuáles son las regiones con mayor incidencia? (Le recomendamos: Las nuevas herramientas para combatir el tráfico de fauna en Colombia)
Entre los grupos y especies más amenazadas se encuentran:
Mamíferos:
Entre los más afectados aparecen la zarigüeya común (Didelphis marsupialis), la ardilla de cola roja (Sciurus granatensis), el armadillo de nueve bandas (Dasypus novemcinctus) y el kinkajú o martucha (Potos flavus). A los que se suman dos osos perezosos: el bayo (Bradypus variegatus) y el de tres dedos (Choloepus hoffmanni). Completan el grupo los monos ardilla (Saimiri sciureus), el tití cabeciblanco (Saguinus oedipus), el capuchino (Cebus albifrons) y el aullador (Alouatta seniculus).
Reptiles:
Entre los diez más traficados aparecen mayoritariamente las tortugas, como las morrocoy (Chelonoidis carbonarius), mata-mata (Chelus fimbriata), terecay (Podocnemis unifilis), hicoteas (Trachemys callirostris), la pintada (Trachemys scripta) y la palmera (Rhinoclemmys melanosterna).
Anfibios:
Las ranas venenosas Oophaga histriónica, Oophaga lehmanni y Oophaga sylvatica, así como las llamadas cecilias, una de ellas conocida como Caecilia nigricans, suelen ser las más amenazadas. También as ranas venenosas, llamadas ‘dardo’, hacen parte de los animales más perseguidos por los traficantes
Aves:
El periquito bronceado (Brotogeris jugularis), los loros real amazónico (Amazona ochrocephala), la lora amazónica (Amazona amazónica) y el cabeciazul (Pionus menstruus), así como el gorrión azafrán (Sicalis flaveola), el currucutú (Megascops choliba), el perico carasucia (Eupsittula pertinax), el sinsonte tropical (Mimus gilvus), el gavilán pollero (Rupornis magnirostris) y la guacamaya azul-amarilla (Ara ararauna).
*Información y cifras de la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nacional, área de protección ambiental y ecológica.