Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Una nueva investigación periodística global, liderada por el International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ), revela que el sistema financiero no es tan efectivo para la prevención de lavado de activos como se cree. En algunos casos son fisuras en las operaciones de comercio, en otros exceso de normas ineficientes, y en muchos otros acciones premeditadas de mirar hacia otro lado y dejar pasar. ¿Por qué los bancos mueven dinero sospechoso? porque es rentable. (Lea aquí: Alerta roja. Así funciona el sistema antilavado en los bancos)
Una muestra de más de 2.000 reportes de actividades sospechosas sobre transferencias bancarias en Estados Unidos, revisadas por 400 periodistas de 88 países, expone el vasto océano de dinero sucio que atraviesa la economía mundial. De eso se trata FinCEN Files, la nueva investigación periodística global que desde este domingo revela historias que involucran más de dos billones de dólares en transacciones bancarias, y pone al descubierto la negativa de los bancos y gobiernos a detener realmente las actividades de lavado de dinero. (En video: ¿De qué se trata #FinCENFiles?)
Las transacciones sospechosas revisadas, conocidas como SAR en inglés, son sólo una muestra de las realizadas por bancos de Estados Unidos a la Unidad de Inteligencia Financiera del Departamento del Tesoro norteamericano (FINCEN), entre 1999 y 2017. BuzzFeed News compartió los archivos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés) y la alianza El Espectador–CONNECTAS analizó la información relacionada con Colombia.
Ariel Kaminer, editora de BuzzFeed News, explicó que este nuevo proyecto periodístico colaborativo también trata de mostrar la miseria humana que financia esa economía y por qué es importante detenerla. Aunque los reportes de transacciones sospechosas no son en sí mismos prueba de delitos, sí constituyen alertas a las autoridades de cada país, en este caso las estadounideneses, a fin de establecer si corresponde abrir investigación formal.
Algunos de los archivos de FinCEN Files fueron reunidos como parte de las investigaciones del Congreso de Estados Unidos sobre la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos. Otros, obtenidos tras solicitudes de las agencias encargadas de hacer cumplir la ley al FinCEN. Algunos de los archivos reservados y confidenciales, involucran a ciudadanos y empresas colombianas relacionados con transacciones internacionales que bancos de Estados Unidos consideraron sospechosas.
Una de las primeras conclusiones de FinCEN Files es que cinco bancos globales –JPMorgan, HSBC, Standard Chartered Bank, Deutsche Bank y Bank of New York Mellon– continuaron beneficiándose de poderosos y peligrosos personajes incluso después de que las autoridades de Estados Unidos multaran a estas mismas instituciones financieras por anteriores fallos a la hora de contener los flujos de dinero negro. Y otros, incluso después de que funcionarios estadounidenses les avisaron de que se enfrentarían a acusaciones criminales si no paraban de hacer negocios con mafias, estafadores y regímenes corruptos.
Por ejemplo, JP Morgan, el mayor banco con sede en Estados Unidos, movió dinero para personas y sociedades ligadas al saqueo masivo de fondos públicos en Malasia, Venezuela y Ucrania. Según muestran los registros, JPMorgan también gestionó pagos por más de 50 millones de dólares durante una década para Paul Manafort, el antiguo jefe de campaña del presidente Donald Trump. El banco movió al menos 6,5 millones de dólares en transacciones de Manafort en los 14 meses posteriores a su renuncia de la campaña en el marco de un sinfín de acusaciones de blanqueo de dinero y corrupción a partir de su trabajo con un partido político prorruso en Ucrania.
Uno de los venezolanos que recibieron ayuda de JPMorgan fue Alejandro ‘Piojo’ Isturiz, un antiguo funcionario gubernamental que ha sido acusado por las autoridades de Estados Unidos como un actor en el esquema internacional de lavado de dinero. Los fiscales alegaron que entre 2011 y 2013 Isturiz y otros pidió sobornos para manipular los contratos de energía del gobierno. El banco movió más de 63 millones de dólares para empresas relacionadas con Isturiz y un esquema de blanqueo de dinero entre 2012 y 2016, según muestran los FinCEN Files.
También está el caso de HSBC. En 2012, la sede de Londres del HSBC, el banco más grande de Europa, firmó un acuerdo de procesamiento diferido y admitió que había blanqueado al menos 881 millones de dólares por cárteles de droga de América Latina. Los narcotraficantes llegaron al extremo de usar especialmente cajas con forma y tamaño que se ajustan a las ventanillas de los cajeros del HSBC para dejar enormes cantidades de dinero de la droga que estaban empujando a través del sistema financiero.
Mediante el acuerdo con los fiscales, HSBC pagó 1.900 millones de dólares [1,9 billones en el sistema americano] y el gobierno acordó poner las acusaciones criminales contra el banco en cuarentena y desistir de ellas a los cinco años si HSBC mantenía su promesa de combatir agresivamente el flujo de dinero sucio. Como muestran los FinCEN Files, durante esos cinco años de periodo de prueba HSBC continuó moviendo dinero de personajes cuestionables, incluidos sospechosos de blanquear dinero de Rusia y una estafa piramidal [esquema Ponzi] bajo investigación en varios países.
Pese a ello, el gobierno permitió a HSBC anunciar en diciembre de 2017 que había “cumplido con todos sus compromisos” establecidos en el pacto de procesamiento diferido, y que los fiscales habían desistido de los cargos criminales para siempre.
Un análisis del ICIJ encontró también que los bancos que aparecen en FinCEN Files a menudo procesan transacciones a sociedades registradas en las conocidas como jurisdicciones secretas y lo hacen sin saber el último beneficiario de carne y hueso de la cuenta. Los propietarios de estas cuentas corporativas a menudo ofrecen direcciones en Reino Unido, Estados Unidos, Chipre, Hong Kong, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y Suiza. Al menos el 20 por ciento de los informes tienen un cliente con una dirección en Islas Vírgenes Británicas.
“No solamente los que violan las leyes son los que blanquean el dinero. Los bancos tienen un papel muy importante que desempeñar, porque son el sistema mediante el cual ese dinero se mueve desde un país a otro más agradable y seguro (…) Todos, en última instancia, pagamos el precio por esto. Porque este dinero proviene de nuestros impuestos y nuestras contribuciones a la sociedad cuando debería gastarse en proporcionarnos buenas carreteras, buenos transportes, buenas escuelas y un buen servicio de salud. Necesitamos, como sociedad, hacer algo al respecto”, explicó Graham Barrow, experto en blanqueo de dinero al ICIJ.
Aunque representan una gran cantidad, los dos billones de dólares identificados en transacciones sospechosas en el marco de este grupo de documentos son solo una gota en un mayor océano de dinero sucio brotando a través de los bancos e todo el mundo. The FinCEN Files representan menos del 0,02 por ciento de los más de 12 millones de informes de actividades sospechosas que las instituciones financieras cumplimentaron entre 2011 y 2017.
Autoridades de Estados Unidos, país que juega un rol principal en la batalla global contra el blanqueo de dinero, han ordenado a los grandes bancos a reformar sus prácticas, los han multado con cientos e incluso miles [billones en el sistema americano] de millones de dólares, y los han amenazado con cargos judiciales como parte de los conocidos como acuerdos de procesamiento diferidos.
Los grandes bancos continúan desempeñando un papel central en el movimiento de dinero ligado a la corrupción, el fraude, el crimen organizado y el terrorismo. La investigación de 16 meses del ICIJ y 109 medios asociados muestra que estas tácticas para hacer titulares no han funcionado. La información periodística sobre Colombia contó con la colaboración de Suchit Chávez y fue liderada por Pilar Cuartas Rodríguez, María Camila Hernández y Carlos Eduardo Huertas.