Así salvan la vida de las personas que se inyectan heroína en Bogotá
Los consumidores de heroína, una de las sustancias psicoactivas más adictiva y peligrosa, están expuestos a contagiarse de enfermedades virales como VIH y hepatitis por el intercambio de jeringas, además de situaciones de violencia, insalubridad y estigmas. El Espectador tuvo acceso a la primera sala de consumo supervisado de Suramérica, en el centro de Bogotá, que busca proteger la vida de los usuarios de drogas inyectables.
La heroína es un opioide semisintético que resulta de la transformación de la morfina y que es entre dos y cinco veces más fuerte que esta. En Bogotá, un gramo cuesta alrededor de $60.000.