La conexión española del caso Odebrecht en Colombia
Además de este nuevo capítulo en el escándalo, se reactiva el proceso esta semana con audiencias claves. Sentencia a exviceministro Gabriel García. Apelación de expresidente de Corficolombiana José Elías Melo. Dos empresarios pedirán libertad. Se define principio de oportunidad de tres brasileños.
Norbey quevedo hernández
A raíz de las pesquisas contra el empresario Gabriel Alejandro Dumar Lora, acusado por enriquecimiento ilícito en el caso Odebrecht, se acaba de abrir una nueva arista que evidencia que los tentáculos de la multinacional brasileña para ganar obras en Colombia con acciones indebidas se expandieron hasta España. Mediante la empresa Técnicas Territoriales y Urbanas (TTU), con sede en Madrid, se ejecutó un contrato simulado, con el propósito de aparentar pagos al Consorcio Constructor Ruta del Sol. La compañía española hoy está en la mira de las autoridades de ese país, porque supuestamente financió a políticos ibéricos con dineros de adjudicaciones públicas a constructoras.
El hombre detrás de este nuevo capítulo en la película judicial de Odebrecht es Gabriel Alejandro Dumar Lora, un abogado y empresario de 38 años nacido en Sahagún (Córdoba). Su aparición en el caso Odebrecht surgió de sus vínculos con el senador Bernardo Elías Vidal, quien además ubicó a su primo, Alfredo Bula Dumar, como presidente del Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade). En términos generales, Gabriel Dumar Lora se dedicó, según las autoridades, a buscar empresas para justificar pagos espurios que la multinacional hizo en Colombia. Es decir, el mismo contexto en el que participaron tres empresarios más entre los años 2013 y 2016.
El primero fue Federico Gaviria Velásquez, uno de los alfiles de la compañía brasileña, con la función de realizar acercamientos con funcionarios públicos. Su misión se materializó mediante el pago de millonarias comisiones para que otros intercedieran en la adición directa de la Ruta del Sol, Tramo Dos, vía Ocaña-Gamarra, adjudicada a la concesionaria. Según la Fiscalía, tales comisiones se habrían pagado al exsenador Plinio Olano y al exviceministro Miguel Peñaloza. Una gestión a la que además se unió el exsenador Otto Bula, en búsqueda de apoyos de parlamentarios. Hoy el empresario Federico Gaviria está en prisión, acusado de cohecho y tráfico de influencias.
El segundo eslabón de la cadena fue el empresario Eduardo José Zambrano Caicedo, socio de las firmas Consultores Unidos Colombia y Consultores Unidos Panamá. En asocio con representantes legales de Odebrecht, este personaje fue la persona que realizó contratos simulados o ficticios para pagar las comisiones de manera indirecta a los funcionarios públicos. Por esta razón, la Fiscalía lo acusó y hoy está en prisión en la cárcel La Modelo de Bogotá, por lavado de activos y concierto para delinquir. A los empresarios Federico Gaviria y Eduardo Zambrano se les suma Gustavo Adolfo Torres Forero, socio fundador de la empresa Profesionales de Bolsa.
Según la Fiscalía, en virtud al elevado monto de los dineros que se habían ofrecido a los servidores públicos, los directivos de Odebrecht tuvieron la necesidad de buscar firmas. La estrategia fue realizar contratos ficticios para obtener los recursos que se requerían para pagar las coimas. Por eso Federico Gaviria buscó a Torres Forero con el propósito de realizar un supuesto contrato de banca de inversión con la Concesionaria Ruta del Sol, que fue simulado, aunque sí recibió el pago total. En esa vuelta, parte de los dineros terminaron en los bolsillos de Gaviria. Hoy, Torres Forero está en la cárcel acusado de enriquecimiento ilícito de particulares y su empresa bursátil fue liquidada.
Entre los líos de estos empresarios, Gabriel Alejandro Dumar Lora apareció inicialmente como un empleado del Consorcio Sion, una de las cinco empresas que se habrían prestado como intermediarias para pagos de Odebrecht en la adición del contrato Ocaña-Gamarra en 2014. Sin embargo, ahora se sabe que su gestión se extendió principalmente al ámbito internacional. Según la Fiscalía, si bien obtuvo un incremento patrimonial no justificado producto de contratos ficticios con el Consorcio Constructor Ruta del Sol, también contactó a directivos de la empresa Técnicas Territoriales Urbanas (TTU) de España y ejecutó un contrato simulado para justificar el pago de comisiones ilegales.
Se trata de un convenio por $7.500 millones, de los cuales se le entregaron $350 millones a Otto Bula. Por esta transacción, Gabriel Dumar está acusado de enriquecimiento ilícito de particulares. Lo paradójico es que mientras la empresa ibérica TTU ha pasado inadvertida en el escándalo Odebrecht en Colombia, en su país hoy es objeto de severos cuestionamientos. En junio, por ejemplo, se divulgó un informe de la Fiscalía Anticorrupción de ese país, en desarrollo del caso Púnica, en el que políticos del Partido Popular, Izquierda Unidad y PSOE habrían recibido dádivas de inversiones inmobiliarias estimadas en 2.000 millones de euros, producto de gestiones indebidas en venta de suelo en la Comunidad de Madrid a través de 22 consorcios urbanísticos.
En ese reporte de la Fiscalía de España, la compañía Técnicas Territoriales Urbanas (TTU) habría recibido 3,1 millones de euros de parte del abogado José Luis Jaraba Pérez, procesado en el caso, en su condición de secretario de los consejos de administración de los consorcios urbanísticos, en lo que se supone se dieron las directrices para el giro de recursos a los políticos españoles. El Espectador consultó a Carlos Arturo Gómez, defensor de Gabriel Dumar, para detallar el origen de los contactos que su cliente hizo con la empresa española. Su respuesta fue: “Él conocía al gerente, pero no sé más”.
El capítulo España en el escándalo Odebrecht Colombia se abre en la antesala de cruciales decisiones. Mañana, el expresidente de Corficolombiana José Elías Melo, acusado de acordar el pago de US$6,5millones con la multinacional, acudirá a audiencia de apelación. Los empresarios Federico Gaviria y Eduardo Zambrano solicitarán su libertad ante otro juez. Debe conocerse la sentencia del exviceministro de Transporte Gabriel García Morales. El miércoles, a través de abogados porque siguen en Brasil, los directivos brasileños de Odebrecht, Luis Antonio Mameri, Luis Eduardo Da Rocha y Luis Antonio Bueno insistirán en un principio de oportunidad. Ya les fue negado la semana pasada.
Kuczynski admite que asesoró a Odebrecht en Perú
El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, admitió este fin de semana que fue asesor financiero en un proyecto ligado a Odebrecht, pese a que antes había negado todo vínculo con la compañía brasileña acusada de pagar coimas a cambio de obras. “Hay veces me han contratado para H2Olmos, un proyecto de riego de gran anhelo para la región (norteña) de Lambayeque. Me han contratado para la empresa de Kallpa, yo no era ministro, sino un privado que se gana la vida como lo he hecho durante mi carrera profesional”, dijo Kuczynski en una entrevista a la emisora RPP. La constructora Odebrecht es propietaria de H2Olmos SA, que se formó en 2009 para construir y operar el proyecto de irrigación al norte de Perú y para tallar un túnel de 20 kilómetros a través de los Andes para transportar agua y regar los campos agrícolas en el desierto. Kuczynski es investigado en el Congreso por supuestos vínculos con Odebrecht. Se ha negado a comparecer ante la comisión, sólo admite a responder por escrito un cuestionario de preguntas.
Juan S. Correa prende el ventilador
Juan Sebastián Correa, exfuncionario de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), dio detalles sobre las reuniones que se dieron desde 2014 hasta 2016 entre Bernardo “Ñoño” Elías y Luis Fernando Andrade, expresidente de dicha entidad. Correa aseguró que el senador Manuel Mora, el representante Ciro Rodríguez, el representante Alfredo Cuello y Bernardo Miguel Elías estuvieron encima del negocio vial entre Ocaña y Gamarra, en la concesión de la Ruta del Sol II, en el que se repartieron cerca de $50 mil millones en sobornos. Aclaró que Andrade vio sospechoso el interés de Elías por dicho negocio.
A raíz de las pesquisas contra el empresario Gabriel Alejandro Dumar Lora, acusado por enriquecimiento ilícito en el caso Odebrecht, se acaba de abrir una nueva arista que evidencia que los tentáculos de la multinacional brasileña para ganar obras en Colombia con acciones indebidas se expandieron hasta España. Mediante la empresa Técnicas Territoriales y Urbanas (TTU), con sede en Madrid, se ejecutó un contrato simulado, con el propósito de aparentar pagos al Consorcio Constructor Ruta del Sol. La compañía española hoy está en la mira de las autoridades de ese país, porque supuestamente financió a políticos ibéricos con dineros de adjudicaciones públicas a constructoras.
El hombre detrás de este nuevo capítulo en la película judicial de Odebrecht es Gabriel Alejandro Dumar Lora, un abogado y empresario de 38 años nacido en Sahagún (Córdoba). Su aparición en el caso Odebrecht surgió de sus vínculos con el senador Bernardo Elías Vidal, quien además ubicó a su primo, Alfredo Bula Dumar, como presidente del Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade). En términos generales, Gabriel Dumar Lora se dedicó, según las autoridades, a buscar empresas para justificar pagos espurios que la multinacional hizo en Colombia. Es decir, el mismo contexto en el que participaron tres empresarios más entre los años 2013 y 2016.
El primero fue Federico Gaviria Velásquez, uno de los alfiles de la compañía brasileña, con la función de realizar acercamientos con funcionarios públicos. Su misión se materializó mediante el pago de millonarias comisiones para que otros intercedieran en la adición directa de la Ruta del Sol, Tramo Dos, vía Ocaña-Gamarra, adjudicada a la concesionaria. Según la Fiscalía, tales comisiones se habrían pagado al exsenador Plinio Olano y al exviceministro Miguel Peñaloza. Una gestión a la que además se unió el exsenador Otto Bula, en búsqueda de apoyos de parlamentarios. Hoy el empresario Federico Gaviria está en prisión, acusado de cohecho y tráfico de influencias.
El segundo eslabón de la cadena fue el empresario Eduardo José Zambrano Caicedo, socio de las firmas Consultores Unidos Colombia y Consultores Unidos Panamá. En asocio con representantes legales de Odebrecht, este personaje fue la persona que realizó contratos simulados o ficticios para pagar las comisiones de manera indirecta a los funcionarios públicos. Por esta razón, la Fiscalía lo acusó y hoy está en prisión en la cárcel La Modelo de Bogotá, por lavado de activos y concierto para delinquir. A los empresarios Federico Gaviria y Eduardo Zambrano se les suma Gustavo Adolfo Torres Forero, socio fundador de la empresa Profesionales de Bolsa.
Según la Fiscalía, en virtud al elevado monto de los dineros que se habían ofrecido a los servidores públicos, los directivos de Odebrecht tuvieron la necesidad de buscar firmas. La estrategia fue realizar contratos ficticios para obtener los recursos que se requerían para pagar las coimas. Por eso Federico Gaviria buscó a Torres Forero con el propósito de realizar un supuesto contrato de banca de inversión con la Concesionaria Ruta del Sol, que fue simulado, aunque sí recibió el pago total. En esa vuelta, parte de los dineros terminaron en los bolsillos de Gaviria. Hoy, Torres Forero está en la cárcel acusado de enriquecimiento ilícito de particulares y su empresa bursátil fue liquidada.
Entre los líos de estos empresarios, Gabriel Alejandro Dumar Lora apareció inicialmente como un empleado del Consorcio Sion, una de las cinco empresas que se habrían prestado como intermediarias para pagos de Odebrecht en la adición del contrato Ocaña-Gamarra en 2014. Sin embargo, ahora se sabe que su gestión se extendió principalmente al ámbito internacional. Según la Fiscalía, si bien obtuvo un incremento patrimonial no justificado producto de contratos ficticios con el Consorcio Constructor Ruta del Sol, también contactó a directivos de la empresa Técnicas Territoriales Urbanas (TTU) de España y ejecutó un contrato simulado para justificar el pago de comisiones ilegales.
Se trata de un convenio por $7.500 millones, de los cuales se le entregaron $350 millones a Otto Bula. Por esta transacción, Gabriel Dumar está acusado de enriquecimiento ilícito de particulares. Lo paradójico es que mientras la empresa ibérica TTU ha pasado inadvertida en el escándalo Odebrecht en Colombia, en su país hoy es objeto de severos cuestionamientos. En junio, por ejemplo, se divulgó un informe de la Fiscalía Anticorrupción de ese país, en desarrollo del caso Púnica, en el que políticos del Partido Popular, Izquierda Unidad y PSOE habrían recibido dádivas de inversiones inmobiliarias estimadas en 2.000 millones de euros, producto de gestiones indebidas en venta de suelo en la Comunidad de Madrid a través de 22 consorcios urbanísticos.
En ese reporte de la Fiscalía de España, la compañía Técnicas Territoriales Urbanas (TTU) habría recibido 3,1 millones de euros de parte del abogado José Luis Jaraba Pérez, procesado en el caso, en su condición de secretario de los consejos de administración de los consorcios urbanísticos, en lo que se supone se dieron las directrices para el giro de recursos a los políticos españoles. El Espectador consultó a Carlos Arturo Gómez, defensor de Gabriel Dumar, para detallar el origen de los contactos que su cliente hizo con la empresa española. Su respuesta fue: “Él conocía al gerente, pero no sé más”.
El capítulo España en el escándalo Odebrecht Colombia se abre en la antesala de cruciales decisiones. Mañana, el expresidente de Corficolombiana José Elías Melo, acusado de acordar el pago de US$6,5millones con la multinacional, acudirá a audiencia de apelación. Los empresarios Federico Gaviria y Eduardo Zambrano solicitarán su libertad ante otro juez. Debe conocerse la sentencia del exviceministro de Transporte Gabriel García Morales. El miércoles, a través de abogados porque siguen en Brasil, los directivos brasileños de Odebrecht, Luis Antonio Mameri, Luis Eduardo Da Rocha y Luis Antonio Bueno insistirán en un principio de oportunidad. Ya les fue negado la semana pasada.
Kuczynski admite que asesoró a Odebrecht en Perú
El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, admitió este fin de semana que fue asesor financiero en un proyecto ligado a Odebrecht, pese a que antes había negado todo vínculo con la compañía brasileña acusada de pagar coimas a cambio de obras. “Hay veces me han contratado para H2Olmos, un proyecto de riego de gran anhelo para la región (norteña) de Lambayeque. Me han contratado para la empresa de Kallpa, yo no era ministro, sino un privado que se gana la vida como lo he hecho durante mi carrera profesional”, dijo Kuczynski en una entrevista a la emisora RPP. La constructora Odebrecht es propietaria de H2Olmos SA, que se formó en 2009 para construir y operar el proyecto de irrigación al norte de Perú y para tallar un túnel de 20 kilómetros a través de los Andes para transportar agua y regar los campos agrícolas en el desierto. Kuczynski es investigado en el Congreso por supuestos vínculos con Odebrecht. Se ha negado a comparecer ante la comisión, sólo admite a responder por escrito un cuestionario de preguntas.
Juan S. Correa prende el ventilador
Juan Sebastián Correa, exfuncionario de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), dio detalles sobre las reuniones que se dieron desde 2014 hasta 2016 entre Bernardo “Ñoño” Elías y Luis Fernando Andrade, expresidente de dicha entidad. Correa aseguró que el senador Manuel Mora, el representante Ciro Rodríguez, el representante Alfredo Cuello y Bernardo Miguel Elías estuvieron encima del negocio vial entre Ocaña y Gamarra, en la concesión de la Ruta del Sol II, en el que se repartieron cerca de $50 mil millones en sobornos. Aclaró que Andrade vio sospechoso el interés de Elías por dicho negocio.