La reventa masiva de la eliminatoria a Rusia 2018
Según las autoridades, uno de cada ocho espectadores que acudieron al estadio de Barranquilla en las eliminatorias de la Selección Colombia pagó boleta de reventa. La compra masiva con este irregular procedimiento llegó a 42.221 boletas, más que el aforo total del coliseo deportivo.
Redacción Investigación
Casi dos meses antes de que la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) oficializara el proceso de selección de la agencia que debía encargarse de la venta de boletería para los partidos que la Selección Colombia debía disputar en Barranquilla en la eliminatoria al Mundial de Rusia 2018, se puso en marcha una operación privada para asegurar el negocio. Ese es el punto de partida de la investigación de las autoridades para comprobar no solo irregularidades de este proceso, sino cómo se transformó en un mecanismo para reventa de boletas con millonarias utilidades para sus promotores. (Lea aquí: SIC multa con $740 millones a Ticket Shop por publicidad engañosa)
Aunque las primeras pesquisas fueron adelantadas por la Superintendencia de Industria y Comercio, esta semana la Dirección Especializada de Investigaciones Financieras de la Fiscalía anunció imputación de cargos a César Ronaldo Carreño e Iván Darío Arce, empresarios de la firma Ticketshop, como presuntos responsables de los delitos de agiotaje (especulación para modificar los precios de los productos), concierto para delinquir y ofrecimiento engañoso de productos y servicios. Al mismo tiempo, se ordenó citar a interrogatorio a Elías Yamhure y Rodrigo Rendón Cano, socios de la firma Tu Ticket Ya. (Lea aquí: Fiscalía anuncia primeras imputaciones por reventa de boletas de la Eliminatoria)
Por lo pronto, la investigación de la Fiscalía está centrada en el anómalo proceso de comercialización de la boletería para el partido entre Colombia y Brasil, que se disputó el 5 de septiembre de 2017, pero “el caso involucra ocho partidos de la eliminatoria”, según comentó Pablo Robledo, exsuperintendente de Industria y Comercio. En su momento, el organismo de control concluyó que, por medio del canal de reventa masiva, en ocho partidos se desviaron 42.221 boletas, más que el aforo completo del Estadio Metropolitano de Barranquilla. Es decir, uno de cada ocho espectadores asistió al estadio pagando boletas por reventa. (Lea aquí: La FIFA abrió una investigación por el escándalo de reventa de boletas de la Eliminatoria)
Según las propias declaraciones de los empresarios de Ticketshop, Carreño y Arce, todo empezó cuando el primero de ellos recibió una llamada de Rodrigo Rendón Cano, directivo del equipo de fútbol Real Cartagena, para proponerle entrar en el negocio de la comercialización de la boletería de la eliminatoria a Rusia 2018, desde la perspectiva de que tenía prácticamente definido que iban a quedarse con el contrato. De inmediato, Carreño advirtió que no tenían suficiente capital para encarar ese negocio, ante lo cual Rendón Cano aclaró que de eso podía encargarse el empresario Elías Yamhure.
Entonces, en su calidad de representante legal de Ticket Ya, apareció el barranquillero Elías Yamhure y, luego de varias reuniones en Bogotá, se concertó la alianza. Ticketshop, como operador de boletería calificado, debía sustentar la propuesta a su nombre, pero en la trasescena Ticket Ya se encargaría de fondear la oferta económica. El 6 de agosto de 2015, la FCF publicó en su página web la invitación a cotizar, y seis días después, horas antes de la fecha límite para concursar, Ticketshop radicó su propuesta. El día 19, la FCF le otorgó el contrato con derechos exclusivos, por un valor de $40.124 millones.
Ese día, en el Hotel Parque de la 97 en Bogotá, se reunieron para celebrar los dos socios de Ticketshop y un grupo de Ticket Ya encabezado por Elías Yamhure y Rodrigo Rendón. Se tomaron fotos y hasta destaparon botella de champaña. Sin embargo, antes de lo pensado surgieron problemas. En el contrato entre la FCF y Ticketshop se dispuso que antes del 18 de septiembre debía dar un anticipo de $10.000 millones. Carreño y Arce no tenían cómo cumplir. Elías Yamhure, de Ticket Ya, tampoco. Así que este último logró que Bancolombia prestara el dinero a Ticketshop con garantías de Ticket Ya y giro directo a la FCF.
Según lo documentó después la Superindustria y Comercio, antes de este apremio ya se habían dado irregularidades dentro de la FCF. Con posterioridad a la fecha límite prevista en el pliego de condiciones, se le permitió a Ticketshop aportar un escrito aclaratorio con aspectos específicos de los valores económicos de la oferta; y después de abiertos los sobres de los distintos proponentes, también se le admitió aportar una USB con la oferta que había sido omitida, pero era obligatorio presentar. La FCF contrató a una firma de abogados para evaluar las propuestas, y Ticketshop no salió bien librada.
Por el contrario, en la valoración de la firma Gamboa & Acevedo Abogados ocupó el tercer lugar detrás de Primera Fila y de Ossa y Asociados. Los directivos de la FCF argumentaron después que se hizo porque Ticketshop garantizaba ingresos fijos, independiente del rendimiento deportivo que tuviera la selección Colombia en la eliminatoria. Para la Superindustria y Comercio fue “una decisión caprichosa y contraevidente”, no solo por los aspectos descritos, sino porque a pesar de que Ticketshop no podía compartir el contrato que recibió a su nombre, permitió la injerencia directa de Ticket Ya.
Sin embargo, el lío mayor se presentó cuando empezó la operación de la boletería en los partidos de la eliminatoria. Al margen de los compromisos con la FCF para los puntos de venta de boletas, en cada uno de los partidos de la eliminatoria, Ticketshop desvió de forma masiva una cuota de boletería con destino a los socios de Ticket Ya, con lo que se configuró el primer eslabón de la reventa. César Carreño admitió que en cada partido la cuota era entre 3.000 y 5.000 boletas. En apariencia, era para clientes corporativos o cortesías a instituciones y personas, pero los socios de Ticketshop sabían que también eran para el negocio de la reventa.
En el caso del primer partido contra Perú, por ejemplo, disputado el 8 de octubre de 2015, Ticketshop le entregó a Yamhure 3.953 boletas. César Carreño lo justificó ante las autoridades diciendo que se dejaron intimidar, pero que lo hicieron de manera consciente, sabiendo el riesgo que corrían. Para el partido contra Argentina, el 17 de noviembre de 2015, Ticket Ya recibió 3.662 boletas. De manera sucesiva, en cada uno de los siguientes juegos se repitió la operación. Sin embargo, en el octavo partido de Colombia contra Brasil en calidad de local, fue tan evidente la reventa masiva que se transformó en denuncias.
El juego se disputó el 5 de septiembre de 2017, pero durante su antesala abundaron las quejas de los aficionados que no pudieron adquirir boletas en los canales regulares. Ante la FCF o el propio Ticketshop, llegaron reclamos de que no había libre acceso a la compra de boletas o la página de la empresa no servía, con lo cual saltaba a la vista que la intención era revenderlas a precios superiores. Según las pesquisas de la Fiscalía, 3.353 boletas fueron revendidas y las utilidades económicas de esta transacción irregular fueron superiores a los $576 millones. Se alcanzaron a dar sobrecostos superiores al 333 % en boletas.
En ese momento, ya la Superindustria y Comercio había ordenado vigilancia especial, lo que permitió que en el noveno y último partido contra Paraguay se evitara el negocio de la reventa masiva. La actual dirigencia del fútbol desde ese momento prestó su colaboración en la investigación. Pero ya el negocio había dejado millonarias ganancias. Por valores superiores a los ofrecidos al consumidor en las taquillas, expendios oficiales y demás canales físicos y virtuales habilitados, el desvío masivo con fines de reventa a precios inequitativos había concretado una exitosa operación que, en criterio de la Fiscalía, configuró una especulación para modificar los precios de los productos, o agiotaje.
Hoy, para las autoridades administrativas, no cabe duda de que entre Ticketshop y Ticket Ya se concertó un acuerdo contrario a la libre competencia económica para asegurar el derecho exclusivo de la venta, comercialización y distribución de la boletería en la eliminatoria del Mundial Rusia 2018; mientras que, en criterio de la Fiscalía, lo ocurrido le permite por primera vez imputar el delito de agiotaje, pero también indagar si se configuraron también los delitos de concierto para delinquir y ofrecimiento engañoso de productos y servicios. Las primeras imputaciones se harán el 22 de febrero.
Según la Fiscalía General, esta es la primera fase de sus investigaciones. El objetivo siguiente, tras el interrogatorio a Elías Yamhure, de la empresa Ticket Ya, y al dirigente deportivo Rodrigo Rendón Cano, es determinar la posible responsabilidad de otras personas que intervinieron en la adjudicación a Ticketshop de los derechos de exclusividad para la venta y comercialización de la boletería de los partidos que la selección Colombia disputó en calidad de local en Barranquilla y que meses después le permitieron jugar el Mundial de Fútbol Rusia 2018.
Casi dos meses antes de que la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) oficializara el proceso de selección de la agencia que debía encargarse de la venta de boletería para los partidos que la Selección Colombia debía disputar en Barranquilla en la eliminatoria al Mundial de Rusia 2018, se puso en marcha una operación privada para asegurar el negocio. Ese es el punto de partida de la investigación de las autoridades para comprobar no solo irregularidades de este proceso, sino cómo se transformó en un mecanismo para reventa de boletas con millonarias utilidades para sus promotores. (Lea aquí: SIC multa con $740 millones a Ticket Shop por publicidad engañosa)
Aunque las primeras pesquisas fueron adelantadas por la Superintendencia de Industria y Comercio, esta semana la Dirección Especializada de Investigaciones Financieras de la Fiscalía anunció imputación de cargos a César Ronaldo Carreño e Iván Darío Arce, empresarios de la firma Ticketshop, como presuntos responsables de los delitos de agiotaje (especulación para modificar los precios de los productos), concierto para delinquir y ofrecimiento engañoso de productos y servicios. Al mismo tiempo, se ordenó citar a interrogatorio a Elías Yamhure y Rodrigo Rendón Cano, socios de la firma Tu Ticket Ya. (Lea aquí: Fiscalía anuncia primeras imputaciones por reventa de boletas de la Eliminatoria)
Por lo pronto, la investigación de la Fiscalía está centrada en el anómalo proceso de comercialización de la boletería para el partido entre Colombia y Brasil, que se disputó el 5 de septiembre de 2017, pero “el caso involucra ocho partidos de la eliminatoria”, según comentó Pablo Robledo, exsuperintendente de Industria y Comercio. En su momento, el organismo de control concluyó que, por medio del canal de reventa masiva, en ocho partidos se desviaron 42.221 boletas, más que el aforo completo del Estadio Metropolitano de Barranquilla. Es decir, uno de cada ocho espectadores asistió al estadio pagando boletas por reventa. (Lea aquí: La FIFA abrió una investigación por el escándalo de reventa de boletas de la Eliminatoria)
Según las propias declaraciones de los empresarios de Ticketshop, Carreño y Arce, todo empezó cuando el primero de ellos recibió una llamada de Rodrigo Rendón Cano, directivo del equipo de fútbol Real Cartagena, para proponerle entrar en el negocio de la comercialización de la boletería de la eliminatoria a Rusia 2018, desde la perspectiva de que tenía prácticamente definido que iban a quedarse con el contrato. De inmediato, Carreño advirtió que no tenían suficiente capital para encarar ese negocio, ante lo cual Rendón Cano aclaró que de eso podía encargarse el empresario Elías Yamhure.
Entonces, en su calidad de representante legal de Ticket Ya, apareció el barranquillero Elías Yamhure y, luego de varias reuniones en Bogotá, se concertó la alianza. Ticketshop, como operador de boletería calificado, debía sustentar la propuesta a su nombre, pero en la trasescena Ticket Ya se encargaría de fondear la oferta económica. El 6 de agosto de 2015, la FCF publicó en su página web la invitación a cotizar, y seis días después, horas antes de la fecha límite para concursar, Ticketshop radicó su propuesta. El día 19, la FCF le otorgó el contrato con derechos exclusivos, por un valor de $40.124 millones.
Ese día, en el Hotel Parque de la 97 en Bogotá, se reunieron para celebrar los dos socios de Ticketshop y un grupo de Ticket Ya encabezado por Elías Yamhure y Rodrigo Rendón. Se tomaron fotos y hasta destaparon botella de champaña. Sin embargo, antes de lo pensado surgieron problemas. En el contrato entre la FCF y Ticketshop se dispuso que antes del 18 de septiembre debía dar un anticipo de $10.000 millones. Carreño y Arce no tenían cómo cumplir. Elías Yamhure, de Ticket Ya, tampoco. Así que este último logró que Bancolombia prestara el dinero a Ticketshop con garantías de Ticket Ya y giro directo a la FCF.
Según lo documentó después la Superindustria y Comercio, antes de este apremio ya se habían dado irregularidades dentro de la FCF. Con posterioridad a la fecha límite prevista en el pliego de condiciones, se le permitió a Ticketshop aportar un escrito aclaratorio con aspectos específicos de los valores económicos de la oferta; y después de abiertos los sobres de los distintos proponentes, también se le admitió aportar una USB con la oferta que había sido omitida, pero era obligatorio presentar. La FCF contrató a una firma de abogados para evaluar las propuestas, y Ticketshop no salió bien librada.
Por el contrario, en la valoración de la firma Gamboa & Acevedo Abogados ocupó el tercer lugar detrás de Primera Fila y de Ossa y Asociados. Los directivos de la FCF argumentaron después que se hizo porque Ticketshop garantizaba ingresos fijos, independiente del rendimiento deportivo que tuviera la selección Colombia en la eliminatoria. Para la Superindustria y Comercio fue “una decisión caprichosa y contraevidente”, no solo por los aspectos descritos, sino porque a pesar de que Ticketshop no podía compartir el contrato que recibió a su nombre, permitió la injerencia directa de Ticket Ya.
Sin embargo, el lío mayor se presentó cuando empezó la operación de la boletería en los partidos de la eliminatoria. Al margen de los compromisos con la FCF para los puntos de venta de boletas, en cada uno de los partidos de la eliminatoria, Ticketshop desvió de forma masiva una cuota de boletería con destino a los socios de Ticket Ya, con lo que se configuró el primer eslabón de la reventa. César Carreño admitió que en cada partido la cuota era entre 3.000 y 5.000 boletas. En apariencia, era para clientes corporativos o cortesías a instituciones y personas, pero los socios de Ticketshop sabían que también eran para el negocio de la reventa.
En el caso del primer partido contra Perú, por ejemplo, disputado el 8 de octubre de 2015, Ticketshop le entregó a Yamhure 3.953 boletas. César Carreño lo justificó ante las autoridades diciendo que se dejaron intimidar, pero que lo hicieron de manera consciente, sabiendo el riesgo que corrían. Para el partido contra Argentina, el 17 de noviembre de 2015, Ticket Ya recibió 3.662 boletas. De manera sucesiva, en cada uno de los siguientes juegos se repitió la operación. Sin embargo, en el octavo partido de Colombia contra Brasil en calidad de local, fue tan evidente la reventa masiva que se transformó en denuncias.
El juego se disputó el 5 de septiembre de 2017, pero durante su antesala abundaron las quejas de los aficionados que no pudieron adquirir boletas en los canales regulares. Ante la FCF o el propio Ticketshop, llegaron reclamos de que no había libre acceso a la compra de boletas o la página de la empresa no servía, con lo cual saltaba a la vista que la intención era revenderlas a precios superiores. Según las pesquisas de la Fiscalía, 3.353 boletas fueron revendidas y las utilidades económicas de esta transacción irregular fueron superiores a los $576 millones. Se alcanzaron a dar sobrecostos superiores al 333 % en boletas.
En ese momento, ya la Superindustria y Comercio había ordenado vigilancia especial, lo que permitió que en el noveno y último partido contra Paraguay se evitara el negocio de la reventa masiva. La actual dirigencia del fútbol desde ese momento prestó su colaboración en la investigación. Pero ya el negocio había dejado millonarias ganancias. Por valores superiores a los ofrecidos al consumidor en las taquillas, expendios oficiales y demás canales físicos y virtuales habilitados, el desvío masivo con fines de reventa a precios inequitativos había concretado una exitosa operación que, en criterio de la Fiscalía, configuró una especulación para modificar los precios de los productos, o agiotaje.
Hoy, para las autoridades administrativas, no cabe duda de que entre Ticketshop y Ticket Ya se concertó un acuerdo contrario a la libre competencia económica para asegurar el derecho exclusivo de la venta, comercialización y distribución de la boletería en la eliminatoria del Mundial Rusia 2018; mientras que, en criterio de la Fiscalía, lo ocurrido le permite por primera vez imputar el delito de agiotaje, pero también indagar si se configuraron también los delitos de concierto para delinquir y ofrecimiento engañoso de productos y servicios. Las primeras imputaciones se harán el 22 de febrero.
Según la Fiscalía General, esta es la primera fase de sus investigaciones. El objetivo siguiente, tras el interrogatorio a Elías Yamhure, de la empresa Ticket Ya, y al dirigente deportivo Rodrigo Rendón Cano, es determinar la posible responsabilidad de otras personas que intervinieron en la adjudicación a Ticketshop de los derechos de exclusividad para la venta y comercialización de la boletería de los partidos que la selección Colombia disputó en calidad de local en Barranquilla y que meses después le permitieron jugar el Mundial de Fútbol Rusia 2018.