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Con el argumento de que David Murcia Guzmán y otros cinco miembros de la organización DMG operaron como “una red multinacional de lavado de dinero encaminada a ocultar y redistribuir las utilidades provenientes del tráfico de narcóticos”, la Corte Distrital de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York oficializó ante el Gobierno Nacional la solicitud de extradición a ese país, por lavado de dinero, a los artífices de uno de los escándalos más sonados de la última década en Colombia.
Según la investigación de la justicia de Estados Unidos, dicha red conformada por el propio Murcia, Daniel Ángel Rueda, Margarita Pabón, William Suárez, Luis Fernando Cediel, y Germán Enrique Serrano Reyes, desde octubre de 2007 hasta aproximadamente noviembre de 2008, llevaron millones de dólares desde Estados Unidos provenientes de utilidades de actividades de narcotráfico que inicialmente fueron llevados a México en efectivo.
Los seis indicment conocidos por El Espectador señalan que dichos fondos pertenecían a narcotraficantes ubicados en Colombia que eran depositados en varias cuentas bancarias y su modus operandi derivaba en el repago de dinero a traficantes colombianos. Para ello, según la Corte, la cúpula de DMG se ingenió un esquema de mercadeo de múltiples niveles a través de varias compañías conocidas por las iniciales de su dueño, David Murcia Guzmán.
En los próximos días la justicia colombiana deberá decidir la extradición de Murcia y sus socios.