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A mediados de esta semana miles de aficionados estaban ávidos por adquirir boletas para ver a la selección de Colombia de fútbol, que el 17 de noviembre enfrentará a Argentina en Barranquilla por la cuarta fecha de las eliminatorias al Mundial de Rusia 2018. Sin embargo, a pocas horas de salir a la venta a través de internet, la red colapsó y en las principales ciudades las boletas se agotaron. La protesta fue general y hoy la empresa encargada, Ticket Shop, afronta duros cuestionamientos, al tiempo que apareció una desconocida red empresarial que a través de la reventa las está ofreciendo a precios exorbitantes.
Todo comenzó el pasado 6 de agosto, cuando la Federación Colombiana de Fútbol invitó a cotizar empresas para suministrar la boletería de 9 partidos en Barranquilla y uno de repesca, en caso de que el equipo se ubique en la quinta posición. El negocio para los oferentes resultaba llamativo por los ingresos y a la vez riesgoso, porque su éxito depende del desempeño de la selección.
Entonces, la Federación diseñó dos modalidades para participar en la convocatoria. La primera, el pago de una comisión por la comercialización y administración de la boletería. La segunda, un ofrecimiento directo por la compra de las 38.773 boletas, aforo que tiene el Estadio Metropolitano de Barranquilla. Del proceso, la entidad excluyó 5.900 boletas de cortesía y otras 907 para discapacitados, las cámaras y la prensa deportiva. Se estima que con el estadio lleno la recaudación en los nueve partidos ascendería a $55.000 millones.
Una cifra que motivó la participación de varias compañías del sector, como Colboletos, Comercializadora de Franquicias (Ticket Shop), Primera Fila, Ossa y Asociados TuBoleta y TuTicket, que empezaron a alistar sus propuestas y a definir cuál de las dos modalidades requeridas podría garantizar el triunfo.
Pero algo empezó a incomodar. Uno de los participantes le relató a El Espectador que en la segunda semana de agosto recibió tres mensajes diferentes de un dirigente deportivo de la Costa Atlántica, otro de un miembro de la Federación y la tercera de un empresario de la construcción y el deporte, que palabras más palabras menos, le garantizaban la adjudicación del negocio siempre y cuando hicieran una alianza. El empresario relató que no aceptó ninguna de las propuestas y decidió presentar su oferta técnica y sin apoyos.
El 19 de agosto se destaparon las cartas. Un grupo de empresas propuso la alternativa de pagos de comisión por la boletería y dos presentaron una cifra de compra. De manera unánime los directivos determinaron que la ganadora fue Comercializadora de Franquicias S. A., conocida con la marca de Ticket Shop. Los directivos de la entidad determinaron que la propuesta cercana a los $43.000 millones, según explicó su gerente César Carreño, fue la más rentable y segura para la entidad.
No obstante, otros participantes en la convocatoria, como Ossa y Asociados, anterior administrador del negocio, manifestaron en privado su inconformidad con la determinación por tratarse de la firma con menos experiencia y porque la propuesta ganadora fue muy alta.
El directivo Carreño explicó a El Espectador que su empresa tiene tradición familiar, experiencia y que firmó convenios bancarios para respaldar el compromiso económico. “Ya le giramos a la Federación más de $10.000 millones y el contrato establece que después de cada partido se debe girar una suma como lo estamos haciendo hasta ahora”. Por su parte, Luis Bedoya, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, expresó que “se hizo un análisis serio con directivos, abogados y asesores, y en las actas quedó consignado con base en qué se escogieron el esquema y el ganador, fue un procesó técnico y transparente”.
A comienzos de octubre empezó a rodar el balón para la empresa Ticket Shop. La convocatoria que ganó no representa sólo un reto económico. También, según los términos de la invitación a cotizar, conocidos por este diario, altas capacidades operacionales, de promoción, mercadeo, publicidad, sistemas on line, reportes de información financiera permanentes y un esquema de seguridad de gestión, en la venta, distribución y control de la boletería y del ingreso a los partidos en Barranquilla.
Para el partido Colombia-Perú, del jueves 8 de octubre, la operación de la venta de boletería on line empezó a evidenciar lentitud en la plataforma y aparecieron las primeras quejas de los usuarios. También hubo inconformidad en los puntos de venta dispuestos en Bogotá, Cali, Medellín y Bucaramanga. El día del encuentro, en los alrededores del estadio Metropolitano, no faltaron los revendedores, la seguridad no fue suficiente, aunque el presidente Juan Manuel Santos y varios de sus ministros asistieron a tribuna y el ingreso que se hizo desde el mediodía fue lento para el público. No obstante, la organización pasó el examen y no se sintieron algunas fallas por la euforia que causó la victoria tricolor.
Surgió luego el reto mayor: el partido Colombia-Argentina. En pocas horas la demanda de aficionados colapsó la plataforma. De inmediato las redes sociales estallaron. El usuario Édison señaló: “Les quedó grande administrar una plataforma”. Gilberto dijo: “Para qué tanta licitación si al final iba a pasar la misma vaina, llevo dos horas esperando”. “Su turno es el 30, el último turno atendido fue el 179, entonces qué debo hacer”, musitó otro. “Cómo se llama esa grosería de portal”, escribió en Twitter Óscar Cruz.
El 27 de octubre los tarjetahabientes de Bancolombia agotaron 4.000 boletas en 12 horas. Al día siguiente, en siete horas, se vendieron 12.000 boletas, producto de 3.117 transacciones financieras. Comenzó la venta de boletas físicas en las ciudades, y de las personas que pasaron la noche anterior haciendo fila pocas pudieron adquirirlas.
Sin embargo, surgieron varios portales con ofertas de boletería, un hecho que muchos aficionados consideran como una reventa (ver gráfico). Allí se consiguen entradas con elevados precios. Por ejemplo, en occidental el precio original es $320.000 y ahora esta en $3 millones. Oriental alta y baja costaban $180.000 y hoy llegan a $2 millones, y la más económica es sur y norte, con un precio original de $60.000, que ya se cotiza en $1 millón.
Las suspicacias caen en la empresa Ticketbits, dirigida por dos extranjeros. En Tu Ticket Ya.Com, con quien Ticket Shop reconoce que hizo una alianza para vender paquetes turísticos. Ahora apareció Saturno Entertainment Holding Group, que también ofrece boletería y otros servicios. Con una particularidad, la firma tiene como aliado a Alberto Romero, un comerciante que en 2001 se vio envuelto en líos por la comercialización de la Copa América que ganó Colombia. También porque en mayo de 1998, previo al Mundial de Francia, Romero viajo a París a recibir 9.000 boletas por un acuerdo con la Federación, pero un lote importante se perdió. Además, su hijo David Romero aparece como representante legal suplente de Saturno.
Expertos consultados por este diario señalaron que Ticket Shop se estaría apoyando en un esquema de reventa, en razón a que su oferta a la Federación fue tan alta, que esta es la única forma posible de cumplir con sus obligaciones mientras ejecuta el contrato.
Su gerente César Carreño ratifica que tienen una situación financiera sólida y apoyada por los bancos y que hará ajustes para reforzar su plataforma y garantizar que más aficionados puedan disfrutar de los partidos de la selección de Colombia en Barranquilla.
La versión de Alberto Romero
Desde México, en donde señaló que fue invitado a la carrera de la Fórmula Uno este fin de semana, Alberto Romero manifestó que su relación con la empresa Saturno es brindarle asesoría en publicidad y apoyarla en tráfico a las páginas web. “Soy un asesor comercial de esa empresa y mi hijo David es el representante legal suplente, labor por la cual recibe un salario”.
Al interrogarle por qué aparece en Saturno como referente de experiencia, la Copa América 2001 y la Federación, y por qué desde allí se ofrecen paquetes con los partidos de la selección, dijo no tener conocimiento. Romero indicó que llegó a una conciliación con la Federación por la Copa América y dijo que las boletas del Mundial de Francia que se le perdieron en 1998 eran de su propiedad.
Federación requirió al contratista
Luis Bedoya, presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, señaló que ya le pidió a la empresa Ticket Shop un informe detallado con el propósito de que explique las irregularidades denunciadas por los usuarios esta semana en la compra de las boletas para el partido de Colombia contra Argentina. “Hemos solicitado un informe sobre cómo fue distribuida la boletería. De todas formas queremos garantizarles a los aficionados un buen servicio, y si hubo fallas vamos a exigir que se corrijan”.
En cuanto a la solidez de la empresa distribuidora de la boletería, indicó que ya pagaron el anticipo convenido y destacó que el proceso fue transparente. Frente al tema de la reventa, el dirigente señaló que las mismas condiciones de la convocatoria establecen mecanismos para evitarla.