Puja por negocio de apuestas deportivas
‘Ad portas’ del Mundial de Fútbol, el Estado entregará a particulares la explotación de un nuevo juego de suerte y azar.
Norbey Quevedo Hernández
Aprovechando la euforia que causó la clasificación de Colombia al Mundial de Fútbol Brasil 2014 y otros éxitos logrados en ciclismo, atletismo o pesas, la industria del juego se prepara para un nuevo reto: la entrega del negocio de las Apuestas Deportivas Paramutuales. Una iniciativa comercial que busca incrementar los recursos para la salud y modernizar las apuestas deportivas en Colombia. Sin embargo, recientes decisiones que tomó Coljuegos, la entidad que en los próximos meses adjudicará una millonaria licitación, empezaron a causar ampolla entre los aspirantes a quedarse con la operación del juego.
Desde la década de los noventa, especialmente en Europa, además de los ingresos tradicionales de los clubes y el Estado por taquillas, impuestos, publicidad, manejo de pases de los futbolistas, venta de camisetas y souvenirs, se empezó a legalizar una actividad que era considerada como ilegal: las apuestas en el fútbol y otros eventos deportivos. Fue en 2003 cuando cambió la legislación en el Viejo Continente, se logró una mayor penetración del ancho de banda y la transmisión de partidos por televisión se hizo más frecuente. Desde allí las apuestas con base en los resultados de los partidos se volvieron un éxito.
En España, por ejemplo, durante el último semestre de 2012 las apuestas deportivas produjeron a los operadores ingresos por 861 millones de euros. Otros casos exitosos son Italia, Reino Unido y Grecia. En Suramérica, donde son pioneros Argentina y Chile, la cifra llegó a US$630 millones el año pasado. No obstante, en Colombia el negocio no despega por la baja penetración bancaria, de computadores y temor al fraude. De hecho, la última experiencia Ganagol, de la empresa griega Intralot, juego que premiaba a quienes acertaran los resultados de 14 partidos, fracasó y terminó en un pleito millonario con el Estado.
Desde el pasado 18 de septiembre comenzó el proceso. Ese día la junta directiva de la estatal Coljuegos aprobó la publicación del reglamento del juego. Se apuesta a acertar el resultado de varios eventos deportivos con un valor mínimo de apuesta de $2.500. Un negocio para el operador que resulte ganador de la licitación que durante cinco años debe efectuar ventas por $290 mil millones y destinar al menos $50 mil millones al sector salud. “Se trata de un gran avance para la industria de juegos de suerte y azar en el país, pues Colombia tiene una gran oportunidad de modernización en este sector”, señaló Rodrigo Vélez, presidente de Coljuegos.
El viernes la entidad informó que luego de haber surtido la etapa de comentarios, el reglamento del juego Apuestas Deportivas Paramutuales fue aprobado y señaló que adelanta los estudios previos y los pliegos de licitación, de cara a adjudicar el proceso al comienzo de 2014. No obstante, con menos de dos meses de haberse iniciado el proceso, ya fueron denunciadas posibles anomalías en el proceso. Por ejemplo, que empezó a ser direccionado en favor de posibles contratistas. Según Víctor Espinosa, representante en Colombia de la multinacional lajuega.com, Coljuegos sólo invitó a los conversatorios previos a operadores de juegos de azar que tienen contratos vigentes con la estatal, lo que viola la ley de contratación.
Señala el empresario que el reglamento técnico y anexo del juego publicado el pasado 31 de octubre “es prácticamente copy paste del reglamento del Ganagol, el cual está contenido en el Acuerdo 12 de 2007”. Dice, además, que los terminales en donde se venderá el juego tienen características técnicas que sólo poseen las empresas Corredor Empresarial S. A., que tienen el monopolio del chance y el juego Superastro, y la multinacional Gtech, dueña del exitoso Baloto. “Claramente, la licitación está direccionada para las empresas anteriores de venta que tienen esos terminales de venta”, denunció Espinosa.
Por el contrario, Coljuegos descarta cualquier favorecimiento y señaló el viernes que “tres de los más grandes proveedores mundiales de plataformas tecnológicas para apuestas virtuales han manifestado su interés de ingresar en el mercado colombiano con propuestas para que los operadores de juegos localizados del país ofrezcan las apuestas virtuales en sus locales de juego”.
Sin embargo, otros misterios rodean la futura licitación. Los reportes de la Secretaría para la Transparencia de la Presidencia de la República muestran reparos en el control a varios juegos de suerte y azar por parte de Coljuegos. El inminente cambio del presidente de la entidad, Rodrigo Vélez, por Fabio Olmedo, cercano al vicepresidente Angelino Garzón, y la aparición de las primeras comunicaciones por parte de los organismos de control. Si bien el proceso apenas comienza, en Coljuegos no se pueden repetir las experiencias de las entidades que le antecedieron: Ecosalud y Etesa, liquidadas por bochornosos casos de corrupción.
El documento reservado
En un documento de 32 páginas, del 7 de octubre y considerado confidencial por Coljuegos, se establecen todos los requerimientos técnicos del sistema para juegos de apuestas paramultuales deportivos. En el informe se definen los aspectos técnicos generales, así como los requisitos funcionales, tecnológicos, y logísticos. También se precisan las exigencias de las máquinas en donde se vende el producto, su esquema de comunicación, la base de datos del sistema central y los aspectos de seguridad y trazabilidad de las operaciones de juego. En concreto, es la base técnica para la licitación.
La respuesta de Coljuegos a los interrogantes
El presidente de Coljuegos, Rodrigo Vélez Jara, mediante comunicación escrita aclaró las dudas que se han manejado en torno al proceso. Explicó que las observaciones efectuadas en los conversatorios, reglamento y anexo técnico constituyen un proyecto que por ahora no generan obligación, hasta tanto se oficialicen mediante un acto administrativo, caso en el cual Coljuegos iniciará el proceso licitatorio. Además, precisó que la invitación a los conversatorios fue ampliamente divulgada. Según manifestó Vélez en el escrito, existe un boletín periódico en donde se les informa a los operadores las novedades que se presentan en materia de regulación, cifras y avances.
De la misma manera, el funcionario destacó que existen diversos mecanismos de divulgación de la información en Coljuegos y puntualizó en que las condiciones del proceso se comunicarán en la página web de la entidad y en el portal único de contratación pública Secop.
nquevedo@elespectador.com
@norbeyquevedo
Aprovechando la euforia que causó la clasificación de Colombia al Mundial de Fútbol Brasil 2014 y otros éxitos logrados en ciclismo, atletismo o pesas, la industria del juego se prepara para un nuevo reto: la entrega del negocio de las Apuestas Deportivas Paramutuales. Una iniciativa comercial que busca incrementar los recursos para la salud y modernizar las apuestas deportivas en Colombia. Sin embargo, recientes decisiones que tomó Coljuegos, la entidad que en los próximos meses adjudicará una millonaria licitación, empezaron a causar ampolla entre los aspirantes a quedarse con la operación del juego.
Desde la década de los noventa, especialmente en Europa, además de los ingresos tradicionales de los clubes y el Estado por taquillas, impuestos, publicidad, manejo de pases de los futbolistas, venta de camisetas y souvenirs, se empezó a legalizar una actividad que era considerada como ilegal: las apuestas en el fútbol y otros eventos deportivos. Fue en 2003 cuando cambió la legislación en el Viejo Continente, se logró una mayor penetración del ancho de banda y la transmisión de partidos por televisión se hizo más frecuente. Desde allí las apuestas con base en los resultados de los partidos se volvieron un éxito.
En España, por ejemplo, durante el último semestre de 2012 las apuestas deportivas produjeron a los operadores ingresos por 861 millones de euros. Otros casos exitosos son Italia, Reino Unido y Grecia. En Suramérica, donde son pioneros Argentina y Chile, la cifra llegó a US$630 millones el año pasado. No obstante, en Colombia el negocio no despega por la baja penetración bancaria, de computadores y temor al fraude. De hecho, la última experiencia Ganagol, de la empresa griega Intralot, juego que premiaba a quienes acertaran los resultados de 14 partidos, fracasó y terminó en un pleito millonario con el Estado.
Desde el pasado 18 de septiembre comenzó el proceso. Ese día la junta directiva de la estatal Coljuegos aprobó la publicación del reglamento del juego. Se apuesta a acertar el resultado de varios eventos deportivos con un valor mínimo de apuesta de $2.500. Un negocio para el operador que resulte ganador de la licitación que durante cinco años debe efectuar ventas por $290 mil millones y destinar al menos $50 mil millones al sector salud. “Se trata de un gran avance para la industria de juegos de suerte y azar en el país, pues Colombia tiene una gran oportunidad de modernización en este sector”, señaló Rodrigo Vélez, presidente de Coljuegos.
El viernes la entidad informó que luego de haber surtido la etapa de comentarios, el reglamento del juego Apuestas Deportivas Paramutuales fue aprobado y señaló que adelanta los estudios previos y los pliegos de licitación, de cara a adjudicar el proceso al comienzo de 2014. No obstante, con menos de dos meses de haberse iniciado el proceso, ya fueron denunciadas posibles anomalías en el proceso. Por ejemplo, que empezó a ser direccionado en favor de posibles contratistas. Según Víctor Espinosa, representante en Colombia de la multinacional lajuega.com, Coljuegos sólo invitó a los conversatorios previos a operadores de juegos de azar que tienen contratos vigentes con la estatal, lo que viola la ley de contratación.
Señala el empresario que el reglamento técnico y anexo del juego publicado el pasado 31 de octubre “es prácticamente copy paste del reglamento del Ganagol, el cual está contenido en el Acuerdo 12 de 2007”. Dice, además, que los terminales en donde se venderá el juego tienen características técnicas que sólo poseen las empresas Corredor Empresarial S. A., que tienen el monopolio del chance y el juego Superastro, y la multinacional Gtech, dueña del exitoso Baloto. “Claramente, la licitación está direccionada para las empresas anteriores de venta que tienen esos terminales de venta”, denunció Espinosa.
Por el contrario, Coljuegos descarta cualquier favorecimiento y señaló el viernes que “tres de los más grandes proveedores mundiales de plataformas tecnológicas para apuestas virtuales han manifestado su interés de ingresar en el mercado colombiano con propuestas para que los operadores de juegos localizados del país ofrezcan las apuestas virtuales en sus locales de juego”.
Sin embargo, otros misterios rodean la futura licitación. Los reportes de la Secretaría para la Transparencia de la Presidencia de la República muestran reparos en el control a varios juegos de suerte y azar por parte de Coljuegos. El inminente cambio del presidente de la entidad, Rodrigo Vélez, por Fabio Olmedo, cercano al vicepresidente Angelino Garzón, y la aparición de las primeras comunicaciones por parte de los organismos de control. Si bien el proceso apenas comienza, en Coljuegos no se pueden repetir las experiencias de las entidades que le antecedieron: Ecosalud y Etesa, liquidadas por bochornosos casos de corrupción.
El documento reservado
En un documento de 32 páginas, del 7 de octubre y considerado confidencial por Coljuegos, se establecen todos los requerimientos técnicos del sistema para juegos de apuestas paramultuales deportivos. En el informe se definen los aspectos técnicos generales, así como los requisitos funcionales, tecnológicos, y logísticos. También se precisan las exigencias de las máquinas en donde se vende el producto, su esquema de comunicación, la base de datos del sistema central y los aspectos de seguridad y trazabilidad de las operaciones de juego. En concreto, es la base técnica para la licitación.
La respuesta de Coljuegos a los interrogantes
El presidente de Coljuegos, Rodrigo Vélez Jara, mediante comunicación escrita aclaró las dudas que se han manejado en torno al proceso. Explicó que las observaciones efectuadas en los conversatorios, reglamento y anexo técnico constituyen un proyecto que por ahora no generan obligación, hasta tanto se oficialicen mediante un acto administrativo, caso en el cual Coljuegos iniciará el proceso licitatorio. Además, precisó que la invitación a los conversatorios fue ampliamente divulgada. Según manifestó Vélez en el escrito, existe un boletín periódico en donde se les informa a los operadores las novedades que se presentan en materia de regulación, cifras y avances.
De la misma manera, el funcionario destacó que existen diversos mecanismos de divulgación de la información en Coljuegos y puntualizó en que las condiciones del proceso se comunicarán en la página web de la entidad y en el portal único de contratación pública Secop.
nquevedo@elespectador.com
@norbeyquevedo