Querétaro vs. Atlas: cronología del horror en el fútbol mexicano
El sábado 5 de marzo hubo una batalla campal entre hinchas del Atlas Fútbol Club y del Querétaro Fútbol Club, en el estadio La Corregidora de la ciudad de Santiago de Querétaro, México. El Espectador reconstruye el minuto a minuto de lo que es considerado como el episodio más violento en la historia reciente del fútbol mexicano.
Nicolás Achury González
Joseph Casañas Angulo
La jornada nueve del Torneo Clausura de 2022, el campeonato de liga de la primera división del fútbol mexicano, enfrentaba al visitante Atlas, que se coronó como campeón en diciembre de 2021 con la presencia del arquero colombiano Camilo Vargas, contra el local Querétaro, que venía de empatar en el último minuto ante las Águilas del América, en el estadio Azteca.
El profesor e investigador Oswaldo Zapata, en una de sus columnas para el Washington Post, asegura que “La explicación más estandarizada de la violencia en México acusa a los “narcos” de cualquier delito para evitar que se investigue a fondo. Asumir que hay “narcoviolencia” o infiltraciones del “crimen organizado” en la vida deportiva nacional no solo no contribuye a esclarecer lo ocurrido, sino que también exculpa de antemano la corrupción endémica de altos funcionarios públicos, corporaciones de seguridad privada y los poderosos hombres de negocios que controlan equipos, estadios y ligas enteras”.
Las críticas hacia México como una de las sedes del mundial de 2026 no cesan. La violencia en el fútbol azteca y en los estadios latinoamericanos han alejado a las familias de las canchas. Como reflexiona El Espectador en su editorial, “el fútbol tiene el potencial de ser un deporte para todos los tipos de fanáticos, para unir naciones, para generar identidades locales, pero para lograrlo un principio innegociable es la paz. Estamos lejos de conseguirla”.
La jornada nueve del Torneo Clausura de 2022, el campeonato de liga de la primera división del fútbol mexicano, enfrentaba al visitante Atlas, que se coronó como campeón en diciembre de 2021 con la presencia del arquero colombiano Camilo Vargas, contra el local Querétaro, que venía de empatar en el último minuto ante las Águilas del América, en el estadio Azteca.
El profesor e investigador Oswaldo Zapata, en una de sus columnas para el Washington Post, asegura que “La explicación más estandarizada de la violencia en México acusa a los “narcos” de cualquier delito para evitar que se investigue a fondo. Asumir que hay “narcoviolencia” o infiltraciones del “crimen organizado” en la vida deportiva nacional no solo no contribuye a esclarecer lo ocurrido, sino que también exculpa de antemano la corrupción endémica de altos funcionarios públicos, corporaciones de seguridad privada y los poderosos hombres de negocios que controlan equipos, estadios y ligas enteras”.
Las críticas hacia México como una de las sedes del mundial de 2026 no cesan. La violencia en el fútbol azteca y en los estadios latinoamericanos han alejado a las familias de las canchas. Como reflexiona El Espectador en su editorial, “el fútbol tiene el potencial de ser un deporte para todos los tipos de fanáticos, para unir naciones, para generar identidades locales, pero para lograrlo un principio innegociable es la paz. Estamos lejos de conseguirla”.