Gloria María Mancilla, esposa de Miguel Ángel Díaz, desaparecido por agentes del DAS en 1984.
Foto: Archivo Particular
Al centro-occidente de Bogotá, en la fachada de una casa construida en los años 70, reposa un letrero que reza: “Esta casa, patrimonio de la familia de Miguel Ángel Díaz Martínez, desaparecido por el Estado colombiano, resguarda su lucha, su memoria y aquí esperamos su regreso. Cual mercaderes y traficantes del dolor, nos las quieren arrebatar. Los derechos de los desaparecidos no se negocian, se respetan”.
Por Natalia Herrera Durán
Subeditora de la sección Investigación de El Espectador. Fue hasta mayo de 2021 editora de Colombia+20. Le interesan los temas judiciales, políticos y de denuncia de violaciones a los Derechos Humanos.@Natal1aHnherrera@elespectador.com
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