Felipe Muñoz sí es responsable del delito de aborto no consentido: Tribunal
La Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín acaba de revocar la decisión de absolución concedida, en primera instancia, a Andrés Felipe Muñoz, por el delito de aborto no consentido. La noticia da un giro de 180 grados en contra del reconocido barrista y baterista paisa de la banda Tr3s de CoraZón. En Investigación de El Espectador revelamos las pruebas de este controversial expediente.
Natalia Herrera Durán
La Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín revocó la sentencia que absolvió a Andrés Felipe Muñoz Lara, el reconocido barrista y baterista paisa de la banda Tr3s de CoraZón, por el delito de aborto sin consentimiento. El juez que lo absolvió admitió que, contra su voluntad, Muñoz le dio a Milena Uribe un jugo con misoprostol (sustancia abortiva), pero no lo condenó en primera instancia porque el aborto, según él, ya era un hecho. Por el contrario, por unanimidad, la Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín consideró que Muñoz es responsable del delito de aborto no consentido y anunció que en los próximos días dará a conocer la sentencia.
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La Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín revocó la sentencia que absolvió a Andrés Felipe Muñoz Lara, el reconocido barrista y baterista paisa de la banda Tr3s de CoraZón, por el delito de aborto sin consentimiento. El juez que lo absolvió admitió que, contra su voluntad, Muñoz le dio a Milena Uribe un jugo con misoprostol (sustancia abortiva), pero no lo condenó en primera instancia porque el aborto, según él, ya era un hecho. Por el contrario, por unanimidad, la Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín consideró que Muñoz es responsable del delito de aborto no consentido y anunció que en los próximos días dará a conocer la sentencia.
La noticia, que da un giro de 180 grados a este caso, se conoció en la audiencia virtual de individualización de pena. La defensa de Muñoz Lara solicitó al Tribunal que se le conceda prisión domiciliaria y dijo que el procesado tiene arraigo social y familiar al ser “líder social y cultural”. Además, argumentó que el enfoque de género que se ha pretendido instalar en el proceso “no tiene lugar”.
En criterio de la representación de Milena Uribe, como víctima, “con esta decisión el Estado garantiza el derecho al acceso a la justicia, al tiempo que sienta un precedente importantísimo para el país que pone de manifiesto que el delito de aborto sin consentimiento constituye una violencia basada en género en la modalidad de violencia reproductiva”, dijo para El Espectador su abogada Paola Duque.
La denuncia penal
En enero de 2023, el juez del juzgado noveno de Antioquia absolvió a Muñoz, aunque reconoció que las pruebas indicaban que sí le suministró a Milena Uribe, contra su voluntad, un jugo con misoprostol, porque no quería tener un hijo con ella.
Por esos días, El Espectador reveló pruebas claves de este expediente: chats, fotos y declaraciones juramentadas en este caso:
Los chats
La cronología de los mensajes de WhatsApp entre Muñoz y Uribe, entregados por Muñoz a la Fiscalía, da cuenta de que el desencuentro entre ellos empezó el 2 de febrero de 2018, a las 10:48 p.m. Antes de eso, tenían una relación de sexo causal, una vez al mes, que sostuvieron por cuatro años. Pero eso acabaría para siempre cuando esa noche del 2 de febrero de 2018 ella le escribió que estaba en embarazo y que la noticia la había tomado por sorpresa.
Según los mensajes, ella le dijo que se dio cuenta porque había presentado un sangrado que no coincidía con su periodo menstrual y que su prima médica le recomendó que se hiciera una prueba de embarazo en sangre, conocida como beta cuantitativa (para ver o no la presencia de la hormona del embarazo), que también había dado positivo. Esa noche también le confesó a Muñoz que pensó, por el sangrado, que había abortado, pero se acercó a urgencias médicas, le hicieron una ecografía, y el embrión seguía vivo y estaba en una posición correcta dentro del útero. Narró que por el sangrado la mandaron a acostar e incluso en ese momento le mandó una foto a Muñoz donde se aprecia la ecografía con una pequeña mancha negra que, le explicó, sería el saco gestacional. Él le preguntó que, si de verdad era de él, ella le recordó la última fecha en la que estuvieron (1 de enero de 2018) y le expresó que su deseo no era ser mamá, que seguía en shock. A lo que él le contestó al instante:
-Mira, no quiero que malentiendas y malinterpretes lo que siento y pienso pero yo no puedo tener hijos! Yo me voy a casar pronto Milena.
- Y entonces qué quieres? (sic), le dijo ella.
-Que no lo tengas y dime que podemos hacer dándote todo mi apoyo y haciendo lo que esté en mis manos…(sic)
-Lo siento... Yo nunca quise ser mamá, de hecho estuvo entre mis planes operarme sin tener ni un solo hijo. Pero a mí no me criaron así. No voy a matar un ser vivo.
-Milena, te lo pido por favor. Veámonos y lo hablamos si? (sic)
La conversación continuó en términos cordiales ese 2 de febrero de 2018, hasta las 11:24 p.m., y al final acordaron que él la recogería en un punto e irían juntos a realizar un segundo examen de “beta cuantitativa”, para saber el estado actual del embarazo. Al siguiente día, muy a las 6:57 a.m., Felipe Muñoz le escribió a Milena Uribe contándole que no había podido dormir y pidiéndole que adelantaran el encuentro. Ella le contestó que seguía acostada y que el sangrado había bajado un poco para ese momento (las 12:30 p.m.). Sobre las 5:52 p.m. Muñoz le volvió a escribir para preguntarle cómo seguía y ella le contó que encontró un laboratorio en la Clínica Las Vegas, donde podrían sacar la prueba de sangre para detectar el nivel de la hormona del embarazo, porque trabajaban hasta las 7:00 p.m. de ese sábado.
Muñoz aceptó y se encontraron, según el cruce de mensajes, sobre las seis de la tarde. Allí ella se hizo la prueba en compañía de él, de acuerdo con los videos de las cámaras de la Clínica Las Vegas en donde quedaron registrados los dos. Mientras esperaban el resultado dentro del carro, él se ofreció a comprarle algo de tomar. Ella le pidió un jugo y al rato él llegó con un jugo destapado marca Hit de sabor tropical. Milena Uribe tomó del jugo, pero al sentirle un sabor extraño a la bebida, no se lo terminó.
En ese tiempo de espera, también decidió bajarse del carro para reunirse con un amigo durante 15 minutos, pero la botella de jugo se quedó en el carro, como sus pertenencias, de acuerdo con su primera y segunda declaración juramentada. Posteriormente, ella le dio el resultado del examen, él le dijo que la llevaba a su casa y en el recorrido Milena empezó a sentir un cólico y pidió que mejor la llevara donde estaba su mamá, donde finalmente se despiden.
De acuerdo con los mensajes, a las 8:03 p.m. de ese 3 de febrero de 2018, él le escribió de repente: “qué pasa” pero ella solo le respondió una hora después, en un audio en donde se escucha llorando, con rabia y angustiada, diciendo: “Te juro que me voy a dar cuenta qué le echaste y te voy a cagar la vida, sos un maldito”. Curiosamente, Muñoz, sin tener una referencia clara dada en el audio de a qué se refería respondió:
-Como se te ocurre que voy a echarle qué cosa? Vayamos a hacer ep reclamo ya mismo (sic).
-Te odiooooio. Te odiooooioo. Sos una basura, le responde ella.
El intercambio de mensajes de rabia de parte de ella, pidiendo que le diga qué le echó para saber cómo proceder, y de él asegurando que no sabe nada se va hasta las 9:51 p.m. Al siguiente día, sobre las 9:32 a.m., él le insistió en que se vieran personalmente. Y ella contestó dos horas después con la misma petición de qué le dijera qué le había echado al jugo. En ese pulso duraron un tiempo. Ella utilizó un tono más conciliador y le dijo que estaba en el médico, que la iban a operar, y que necesitaba saber qué le había echado. Él se mostró atento a saber por qué la iban a intervenir, pero no dio más información. Ella insistió y sobre la 1:01 p.m. le dijo:
-Esto no es un juego, y le adjuntó una foto de un jugo Hit con rastros o trazas blancas en el fondo (ver imagen) y continúo suplicándole que le dijera qué le había puesto al jugo:
-Sabes que si me pasa algo vas a ser el responsable por no decirme? Porque esos estudios se demoran en salir. No seas negligente. Acortame el riesgo por favor. Te lo suplico (sic).
Muñoz no se refirió inmediatamente a la imagen y solo una hora después, a las 2:04 p.m., dijo:
-Milena es que ese tono amenazante y de “pagame la cuenta” no debe ser, hablemos como dos personas pero no por acá.
Sobre las 2:29 p.m. ella le indicó que no le hablara más. El 5 de febrero, el diálogo arrancó sobre las 8:33 a.m. Él le escribió que quería saber cómo estaba y sobre las 10:14 a.m. le reclamó “como llaman a la alcaldía a hacerse pasar por periodistas de Minuto 30 con un nombre de una persona que no trabaja allá? Conozco a los dueños de Minuto 30 y les pregunté y ni trabaja allá alguien con ese nombre no se meten en esos temas (sic) aludiendo a una supuesta filtración del tema a los medios de comunicación e insistió en verse personalmente con ella.
Milena Uribe solo contestó una hora después a ese mensaje diciendo:
-Sólo voy a hablar contigo personalmente si me dices el nombre de lo que me diste. Y siete horas después, Felipe Muñoz le escribe:
-Nos vemos y hablamos de todo?
-Dime el nombre y nos encontramos. Si no, no me hables, ella le responde, y él le da a inferir su responsabilidad con este mensaje a las 7:18 p.m.:
-No, nos encontramos con tu mamá, hermana o con quien quieras y te digo, sino como voy a confiar en vos que hoy suplantaste a un periodista ante un funcionario de la alcaldía? Entonces nos tocó en vivo para poder confiar ambos en vivo.
Finalmente, él le reiteró, a las 7:23 p.m., que si quería hablar “del tema” se veían personalmente y ella no aceptó. De acuerdo con el récord de mensajes en manos de la Fiscalía, tres días después, el 8 de febrero, ella le escribió nuevamente pidiéndole que le dijera dónde compró el jugo Hit y él no contestó más, hasta un mes y medio después, cuando el 22 y 23 de marzo de 2018, apareció de repente a decir que le hará una prueba de ADN al “bebé” y ella se burla de la petición por considerarla inconsistente.
Muñoz Lara fue denunciado por Milena Uribe el 4 de febrero de 2018 y acusado formalmente por la Fiscalía por el delito de aborto sin consentimiento, en octubre de 2019. El 23 de noviembre de 2021 terminó la etapa de juicio, el 19 de enero fue absuelto por un juez, en primera instancia, y este 14 de febrero, la Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín revocó esta decisión y lo declaró responsable en segunda instancia del delo de borto no consentido.
La declaración del policía judicial
Jhonatan Bernal Patillo fue el funcionario de Policía Judicial, adscrito a la Sijín, que recibió la denuncia de Milena Uribe. Llegó junto con un compañero, la noche del 4 de febrero de 2018, a la Unidad Intermedia de Manrique, donde Milena estaba hospitalizada por el aborto que había padecido, y estaba en compañía de su madre.
En la etapa de juicio, Bernal indicó que Milena denunció a Muñoz y dijo que le dio un jugo y cuando lo tomó le sintió un sabor extraño y decidió no tomárselo todo, pese a la insistencia de él de que lo hiciera y le entregara después el tarro. Después, ella le indicó que empezó a sentirse muy mal y que acudió a urgencias, donde terminó hospitalizada en la sede médica de Manrique. Allí, sostuvo Bernal, Milena Uribe le entregó a él y a su compañero el recipiente con el jugo: “Era un frasco de jugo Hit, color rojo, sabor tropical, y había menos de la mitad”.
Bernal también declaró que “tenía una sustancia pulvorolenta, color blanco, al final” y contó que luego procedió a rotularlo, embalarlo y hacer todo el procedimiento de cadena de custodia de un elemento probatorio, como quedó escrito en el informe de Fiscalía, de febrero de 2018, que firmó en su momento y se presentó en juicio, dándole credibilidad a que no pudo ser una prueba manipulada fácilmente, contrario a lo que dijo Muñoz en su versión de los hechos. Un documento, que la defensa de Muñoz intentó desvirtuar sin éxito, donde este policía judicial, además, pidió un estudio toxicológico del jugo por parte de Medicina Legal.
El resultado de Medicina Legal
En febrero 2 de 2021, en avance del juicio penal en contra de Andrés Felipe Muñoz Lara, declaró en la audiencia de juicio la funcionaria Grey Saudith Correa. Una química con más de seis años de experiencia laboral como funcionaria del Instituto de Medicina Legal. Correa declaró bajo juramento ese día que el análisis toxicológico del jugo Hit, con 150 ml, que le encargaron daba como resultado que sí había presencia del medicamento Misoprostol. Así lo dejó consignado en mayo de 2018 en el informe de tres páginas donde contestó a la solicitud de la Fiscalía. En el apartado de conclusiones dijo: “En la mayoría de líquido color rojo analizada, se detectó y confirmó la presencia de un análogo de la prostaglandina E1: Misoprostol”.
La absolución del juez en primera instancia
El juez noveno de Antioquia, en primera instancia, aseguró que durante el juicio quedó probado que Felipe Muñoz sí intentó convencer a Milena Uribe de abortar, incluso por fuera del país y que, ante su negativa, le “suministró una bebida que contenía misoprostol (…) Una sustancia que puede inducir el aborto por dilatación del útero y cuello uterino, y que por eso ella requirió tratamiento médico por la situación de salud que se le presentó”, precisó. No obstante, al final, absolvió a Muñoz, porque según él no hubo delito, acogiendo dos de los argumentos centrales del ginecólogo llevado en calidad de experto al juicio por la defensa de Muñoz. El ginecólogo Emilio Alberto Restrepo Baena dijo, primero, que como a ella se le había presentado un sangrado previo esto indicaba que el embarazo no iba bien y que la ecografía transvaginal, aportada por Milena Uribe al proceso, daba cuenta de que había “un saco gestacional colapsado, anembrionado (sin embrión dentro)”.
En su publicación de hace un año, este diario consultó las mismas imágenes ecográficas y exámenes médicos previos al incidente del jugo con la ginecóloga obstetra Laura Gil, reconocida en 2022 con el premio Mujer Figo (de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia), quien, por el contrario, resaltó que, de acuerdo con la fecha de la última menstruación de Uribe y su nivel de hormonas del embarazo, era esperable que no se viera el embrión, porque el embarazo tenía muy pocas semanas, menos de cinco. “Cuando la hormona del embarazo está por debajo de 1.000 es casi imposible que se vea el embarazo porque todavía no es visible a través de una ecografía: el embrión tiene menos de 5 milímetros. Eso no quiere decir que no exista”, aseguró Gil. Frente al sangrado previo como argumento de que el embarazo no iba bien, Gil dice que tampoco es cierto: “Más o menos el 50% de las mujeres tiene algún tipo de sangrado en algún momento del primer trimestre. Y de ese 50%, la mitad terminan teniendo un aborto espontáneo. Es decir, existe la probabilidad de perder un embarazo cuando hay un sangrado sí, pero eso no quiere decir que tenerlo determine perderlo y los primeros exámenes de sangre de Milena son buenos”.
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