“Yo te absuelvo, tú me contratas”: un carrusel de favores en la Policía

Para entender esta historia es necesario remontarse al 6 diciembre de 2015. Ese día, Noticias Uno reveló una conversación del coronel (r) Herney Moreno Velandia, quien para la época era el director del grupo de procesos disciplinarios de primera instancia de la Inspección General de la Policía, la dependencia encargada de investigar, sancionar o absolver disciplinariamente a sus miembros por posibles faltas. Moreno era, además, jefe de los llamados “sustanciadores”, que son los funcionarios que, en buena medida, proyectan qué camino toma una investigación.

Para entender esta historia es necesario remontarse al 6 diciembre de 2015. Ese día, Noticias Uno reveló una conversación del coronel (r) Herney Moreno Velandia, quien para la época era el director del grupo de procesos disciplinarios de primera instancia de la Inspección General de la Policía, la dependencia encargada de investigar, sancionar o absolver disciplinariamente a sus miembros por posibles faltas. Moreno era, además, jefe de los llamados “sustanciadores”, que son los funcionarios que, en buena medida, proyectan qué camino toma una investigación.

En el audio se escuchaba a Moreno admitir que fue presionado por altos mandos para absolver al coronel Jorge Evelio Palomino, hermano del entonces director nacional de la Policía, general Rodolfo Palomino, y a su asistente personal, el capitán John Lazo.

“Quedaron unos errores en unos contratos con cuatro policías, entre esos el director de la escuela. Esas son faltas gravísimas, entonces mi general Vásquez (se refiere a Yesid Vásquez, entonces inspector general de la Policía) dizque se la montaba tanto mi general Palomino que me pidió (...) “ayúdeme a contestar esa vaina” (...) Eso terminó en absolución, casi que haciendo lo imposible”, se escucha decir al coronel Moreno.

Este es el audio:

La filtración le valió a Moreno una investigación disciplinaria que, a cargo de sus antiguos subordinados, terminó con los años archivada. Uno de los efectos que tiene la decisión de archivar definitivamente una investigación disciplinaria es que el expediente deja de ser reservado y se convierte en información pública. Con ese argumento, El Espectador pidió una copia del expediente a la Inspección General, que fue negada en dos ocasiones. Tras una controversia jurídica de varios meses (dos derechos de petición, un recurso de insistencia y una tutela), el Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó a la Inspección General entregar copia del expediente.

Fue así que este diario pudo establecer, en el documento de 107 páginas, que durante la investigación en su contra, el propio coronel Moreno le admitió a Óscar García Monroy, el sustanciador encargado, que la voz del audio filtrado a la prensa sí era la suya, pero se defendió diciendo que fue sacada de contexto con intención de dañar al general Palomino.

El proceso contra Moreno fue archivado definitivamente el 14 de febrero de 2020, mediante un auto firmado por el entonces inspector general y hoy director de la Policía, el general William Salamanca. Consultado por este diario, Salamanca contestó que cerró la investigación porque “no se logró comprobar que el señor teniente coronel Herney Moreno Velandia recibiera algún tipo de presión directa o indirecta para favorecer a los investigados”.

Luego de la absolución, el coronel Moreno salió de la Policía y aterrizó en el Inpec, en donde se desempeñó como jefe de la oficina disciplinaria. El Espectador confirmó que, posesionado en ese nuevo cargo, Moreno contrató a los intendentes Óscar García Monroy, Luis Alexánder Moscoso y José Alejandro Morales, los mismos que llevaron el expediente en su contra, que terminó en absolución.

En 2023, el coronel Moreno salió del cargo, pero Morales, Monroy y Moscoso siguen activos en esa institución, según un derecho de petición de información que contestó el Inpec. Actualmente, el retirado coronel Moreno se desempeña como administrativo en una universidad privada de Bogotá.

El caso Palomino

El coronel Jorge Evelio Palomino, hermano del exdirector de la Policía General Rodolfo Palomino, fue acusado de extralimitación de funciones y corrupción en 2015, mientras fungía como director de la Escuela de Carabineros de Vélez, en Santander. Según la denuncia presentada por tres ciudadanos, hubo supuestas irregularidades en la contratación de varios miembros de esa institución y, además, el coronel Palomino ordenó a un grupo de auxiliares de Policía que participaran en la construcción de una capilla en el interior de la escuela. La investigación inició en la Dirección de Policía de Santander, pero fue remitida a la Inspección General en razón del cargo y la antigüedad del investigado.

(En contexto: Denuncian corrupción en la Escuela de Carabineros de Vélez, Santander)

El caso le tocó al general Yesid Vásquez, inspector general nombrado por el mismo general (r) Palomino, y este profirió pliego de cargos en octubre de 2014. Según Vásquez, no había ninguna razón para imponer funciones propias de construcción a miembros de la Policía, sobre todo teniendo en cuenta que existen procesos contractuales para eso. El inspector general también consideró que el coronel Palomino era consciente de la ilicitud de su conducta y por eso presentó cargos por faltas graves a título de dolo. Poco más de tres meses después de presentar cargos contra el hermano de su jefe, el general Vásquez pidió la baja de la Policía, tras más de 30 años de carrera en esa institución, que lo llevaron a ser director de las metropolitanas de Bucaramanga y Medellín.

Tras la inesperada salida del veterano general Vásquez, el general Rodolfo Palomino nombró en su reemplazo al general Carlos Ramiro Mena, quien pocos meses después absolvió al coronel Palomino, hermano de su jefe, y cerró la investigación. Por su parte, el coronel Moreno explicó en reiteradas ocasiones ante los intendentes García, Moscoso y Morales que él no tenía el rango para investigar a oficiales como el coronel Palomino, competencia que solo tenía el inspector general. Sin embargo, esa responsabilidad es generalmente delegada en los sustanciadores, de los que Moreno era el jefe.

En respuesta a un mensaje enviado por este diario, el coronel Moreno explicó que fue apartado de esos procesos y trasladado a otra unidad, así que “otros funcionarios adoptaron la decisión de fondo sobre esos casos”. Según la oficina de talento humano de la Inspección General, en marzo de 2015, Moreno fue trasladado a una inspección delegada especial que duró un año. Las funciones de esa delegación especial no están claras y el coronel Moreno se negó a responder más preguntas. No obstante, este diario habló con una persona que trabajó en la Inspección en la misma época que el coronel Moreno y fue su subordinado, pero que pidió reserva de su identidad. La fuente aseguró que vio a Moreno redactando el memorial de descargos que luego fue presentado por la defensa del coronel Palomino, que después, en el retiro, se lanzó a la política en 2022, pero no le alcanzaron los votos para llegar al Senado por el Partido Mira.

Moreno y la “comunidad del anillo”

En medio de la investigación por los audios, a la que accedió este diario, el coronel Moreno aseguró que la conversación fue “sacada de contexto” y grabada “clandestinamente” por el teniente coronel Reinaldo Gómez, con quien, dijo, tenía una enemistad producto de que se negó a archivar una investigación disciplinaria para “colaborarle”.

En cambio Gómez le aseguró a Radio Nacional de Colombia, en agosto de 2016, que ocho mujeres cadetes presentaron una denuncia por acoso contra un capitán en la Escuela General Santander y que esa investigación había sido archivada por el coronel Moreno, “en tiempo récord”, por su cercanía con los hermanos Palomino.

Por sus denuncias, Gómez fue llamado a declarar a la Inspección General. El delegado para recibir su testimonio fue el intendente José Alejandro Morales. Sin embargo, al parecer, la declaración desapareció y no forma parte de la copia del expediente al que tuvo acceso El Espectador, aunque sí aparece un correo electrónico enviado al intendente Morales por el investigado coronel Moreno, en el que sugiere un cuestionario para entrevistar a Gómez.

Además, en el memorial que el coronel Moreno le envió al intendente José Morales como parte de su investigación, Moreno le informó que no deseaba asistir a la diligencia de escucha al coronel Gómez debido a la enemistad que había surgido entre ellos a raíz de las denuncias hechas por él en redes sociales y ante medios de comunicación. Gómez sugirió en sus redes que la animadversión realmente se debía a que él ayudó a destapar el escándalo de la “comunidad del anillo”, por la que el general Palomino terminó destituido e inhabilitado por la Procuraduría, en 2016, tras conocerse que coordinó y presionó la retractación de la versión del coronel Gómez en ese caso.

(Lea más detalles: Procuraduría destituyó e inhabilitó por 13 años al general (r) Rodolfo Palomino)

El coronel Moreno destituyó, en primera instancia, al entonces capitán Ányelo Palacios, el principal denunciante de esa supuesta red de prostitución masculina, en abril de 2016, quien desde entonces ha denunciado ser víctima de persecución y montajes en retaliación. En agosto de 2022, la justicia penal militar le dio la razón a Palacios al absolverlo.

La Inspección General de la Policía

La Policía Nacional tiene un régimen disciplinario que le permite investigar y juzgar a sus miembros. Cuando se conoce una denuncia por extralimitación de funciones, violencias sexuales y de género, o cualquier otra falta disciplinaria, la oficina que se encarga de llevar el proceso y sancionar, o absolver, es la Inspección General, aunque la Procuraduría puede asumir la competencia de esas investigaciones, como pasó en el caso del general Palomino.

Lo cierto es que una sanción de la Inspección General puede acarrear el fin de la carrera de cualquier policía sin importar su rango. Por eso, la decisión sobre quién debe dirigir la Inspección General de la Policía es determinante y suele causar controversias dentro de la institución.

Por ejemplo, el actual director de la Policía, el general William Renéinsp, fue inspector durante la dirección del general Óscar Atehortúa. Las investigaciones del inspector, que hablaban de una red de oficiales de antinarcóticos que inflaban sus horas de vuelo para recibir más salario, o de irregularidades en contratación de obras que no se terminaron, indispusieron a Atehortúa a tal punto de que decidió mandar a Salamanca de vacaciones obligatorias por más de un año.

(En contexto: ¿Por qué se enfrentan el director de la Policía y el inspector general de la institución?)

Aunque la decisión fue reversada poco después por el entonces ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, que ordenó que Salamanca volviera a su puesto en la Inspección, la tensión entre los dos altos mandos de la Policía se extendió por todo 2020 y terminó con la salida de ambos en diciembre de ese año. En 2023, el presidente Gustavo Petro le pidió a Salamanca que asumiera la Dirección de la Policía, tras considerar que su paso por la Inspección fue un ejemplo de valentía y lucha contra la corrupción.

Como jefe de la oficina disciplinaria, el inspector general es quien toma decisiones como proferir pliego de cargos o absolver al investigado. Sin embargo, generalmente son los sustanciadores, los funcionarios delegados de practicar pruebas y armar los expedientes, quienes proyectan las decisiones y, en últimas, determinan qué camino toma una investigación, siguiendo la línea dictada por el director del grupo de primera instancia.

En algunos casos, los sustanciadores tienen o han tenido relaciones de amistad o enemistad con los investigados porque recibieron formación en la institución en los mismos grupos y se llaman entre ellos “cursos”. Pero también hay ocasiones en que los sustanciadores son o fueron subordinados de la persona a la que deben investigar.

Este último fue el caso del coronel (r) Herney Moreno Velandia, quien en 2015 era el director del grupo de procesos disciplinarios de primera instancia de la Inspección General y jefe de los sustanciadores que lo terminaron investigando. Todo por los audios en los que él mismo reconoce las presiones habituales recibidas en esta dependencia para archivar investigaciones de allegados a los altos mandos. La Procuraduría sería la única que podría desempolvar el caso para esclarecer este posible carrusel de favores.

Lea aquí la segunda parte de esta historia: El pliego de cargos que desapareció para favorecer a un alto oficial de la Policía

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