A explicar las acusaciones de 'El Tuso' Sierra

Investigar al ex candidato presidencial Sergio Fajardo, al ex congresista Mario Uribe, al parlamentario andino Óscar Arboleda y a los generales (r) Mario Montoya, ex comandante del Ejército, y Luis Alberto Moore por conductas como omisión de denuncia y cohecho ordenó la Fiscalía, tras las explosivas declaraciones que le entregó el narcotraficante Juan Carlos El Tuso Sierra.

En su testimonio reveló supuestas relaciones que sostuvo con dirigentes políticos y miembros de la Fuerza Pública o reuniones clandestinas en las que se acordó respetar la vida de funcionarios que estaban en la mira de la ‘Oficina de Envigado’.

La decisión también cobija al coronel (r) del Ejército Augusto Betancourt; a las actuaciones del mayor (r) Francisco Rodríguez, quien paradójicamente fue asesinado en un ajuste de cuentas de la mafia; al ex cónsul en Miami Ignacio Guzmán, y a dos ex funcionarios de la Fiscalía. La versión que entregó El Tuso Sierra desde una cárcel de Virginia, Estados Unidos, y que fue revelada por El Espectador, alborotó el ambiente político y puso en entredicho a importantes personalidades, algunas de las cuales reconocieron haber mantenido alguna clase de cercanía con el extraditado narcotraficante. 

En el caso del ex senador Mario Uribe, quien será investigado por la Corte Suprema por cohecho y omisión de denuncia, El Tuso Sierra dijo que habría tenido estrechos vínculos con él, al punto de haberle comprado la finca La Palmira, en Andes, Antioquia, por $1.600 millones, además de colaborarle con recursos en campañas políticas antes de 2002. Sobre la finca puntualizó que le pagó a Uribe en cuotas en efectivo en su apartamento, en su oficina y en sitios públicos de Medellín e incluso también a Víctor Horacio Uribe, hermano del ex congresista, con quien viajó a España, donde le hizo un abono en pesetas. Luego se conoció que llegaron a desplazarse en un vehículo diplomático colombiano en el que viajaron hasta la región de Andalucía.

Pero los negocios con Uribe no pararon allí y dijo que le cedió un apartamento en Medellín y como contraprestación recibió uno en el municipio de Andes, en una torre que el entonces senador construyó, en unión con otros socios, en Medellín. Acerca de Ignacio Guzmán, sostuvo que fue quien los recibió en Madrid mientras se desempeñaba como ministro consejero de la Embajada en ese país. Durante el viaje El Tuso hizo contactos con españoles para envíos de droga.

En el caso del representante del Parlamento Andino, y en ese entonces representante a la Cámara, Óscar Arboleda, afirmó que le ayudó a financiar su campaña como congresista con algunas rifas en las que le compró talonarios. Sobre el general Montoya, aseguró que formó parte de la nómina de la ‘Oficina de Envigado’ a cambio de información de operativos contra la organización delincuencial. Según el narcotraficante, algo similar ocurrió con el general Moore, a quien presuntamente le habrían girado $28 millones mensuales por oportunas advertencias sobre allanamientos y traslados. Lo mismo habría sucedido con el coronel (r) Betancourt y el mayor (r) Rodríguez.

En relación con el ex candidato presidencial y ex alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, dijo que sostuvo una reunión, cuando era subdirector del periódico El Colombiano, con Mario Uribe y él (El Tuso) para detener la orden de asesinarlo. Aunque algunos de los mencionados han advertido que son inocentes, la Corte Suprema, la Dirección Nacional de Fiscalías y los fiscales delegados ante la Corte tienen ahora la palabra.

Investigar al ex candidato presidencial Sergio Fajardo, al ex congresista Mario Uribe, al parlamentario andino Óscar Arboleda y a los generales (r) Mario Montoya, ex comandante del Ejército, y Luis Alberto Moore por conductas como omisión de denuncia y cohecho ordenó la Fiscalía, tras las explosivas declaraciones que le entregó el narcotraficante Juan Carlos El Tuso Sierra.

En su testimonio reveló supuestas relaciones que sostuvo con dirigentes políticos y miembros de la Fuerza Pública o reuniones clandestinas en las que se acordó respetar la vida de funcionarios que estaban en la mira de la ‘Oficina de Envigado’.

La decisión también cobija al coronel (r) del Ejército Augusto Betancourt; a las actuaciones del mayor (r) Francisco Rodríguez, quien paradójicamente fue asesinado en un ajuste de cuentas de la mafia; al ex cónsul en Miami Ignacio Guzmán, y a dos ex funcionarios de la Fiscalía. La versión que entregó El Tuso Sierra desde una cárcel de Virginia, Estados Unidos, y que fue revelada por El Espectador, alborotó el ambiente político y puso en entredicho a importantes personalidades, algunas de las cuales reconocieron haber mantenido alguna clase de cercanía con el extraditado narcotraficante. 

En el caso del ex senador Mario Uribe, quien será investigado por la Corte Suprema por cohecho y omisión de denuncia, El Tuso Sierra dijo que habría tenido estrechos vínculos con él, al punto de haberle comprado la finca La Palmira, en Andes, Antioquia, por $1.600 millones, además de colaborarle con recursos en campañas políticas antes de 2002. Sobre la finca puntualizó que le pagó a Uribe en cuotas en efectivo en su apartamento, en su oficina y en sitios públicos de Medellín e incluso también a Víctor Horacio Uribe, hermano del ex congresista, con quien viajó a España, donde le hizo un abono en pesetas. Luego se conoció que llegaron a desplazarse en un vehículo diplomático colombiano en el que viajaron hasta la región de Andalucía.

Pero los negocios con Uribe no pararon allí y dijo que le cedió un apartamento en Medellín y como contraprestación recibió uno en el municipio de Andes, en una torre que el entonces senador construyó, en unión con otros socios, en Medellín. Acerca de Ignacio Guzmán, sostuvo que fue quien los recibió en Madrid mientras se desempeñaba como ministro consejero de la Embajada en ese país. Durante el viaje El Tuso hizo contactos con españoles para envíos de droga.

En el caso del representante del Parlamento Andino, y en ese entonces representante a la Cámara, Óscar Arboleda, afirmó que le ayudó a financiar su campaña como congresista con algunas rifas en las que le compró talonarios. Sobre el general Montoya, aseguró que formó parte de la nómina de la ‘Oficina de Envigado’ a cambio de información de operativos contra la organización delincuencial. Según el narcotraficante, algo similar ocurrió con el general Moore, a quien presuntamente le habrían girado $28 millones mensuales por oportunas advertencias sobre allanamientos y traslados. Lo mismo habría sucedido con el coronel (r) Betancourt y el mayor (r) Rodríguez.

En relación con el ex candidato presidencial y ex alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, dijo que sostuvo una reunión, cuando era subdirector del periódico El Colombiano, con Mario Uribe y él (El Tuso) para detener la orden de asesinarlo. Aunque algunos de los mencionados han advertido que son inocentes, la Corte Suprema, la Dirección Nacional de Fiscalías y los fiscales delegados ante la Corte tienen ahora la palabra.