A juicio excongresista Mesa Betancur por presunto nexo con la Oficina de Envigado
La Corte Suprema de Justicia acusó al excongresista José Ignacio Mesa Betancur del partido Liberal. El alto tribunal lo acusa por el delito de concierto para delinquir agravado relacionado con presuntas alianzas con ese grupo ilegal que fundó Pablo Escobar en los años ochenta y que opera en todo el Valle de Aburrá. El alto tribunal también dice que los paramilitares también lo apoyaron en sus campañas electorales.
La Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia llamó a juicio al excongresista José Ignacio Mesa Betancur, por presuntos nexos con la oficina de Envigado, la temida organización que fundó Pablo Escobar en los años ochenta y posteriormente se volvió un grupo criminal en el mundo del narcotráfico. El alto tribunal dice que entre 1994 y 2006, tiempo en el que Mesa Betancur fue alcalde de Envigado y senador de la República en dos periodos, se habría aliado con ese grupo que delinque en el Valle de Aburrá y luego con las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) “con el propósito de potenciar y legitimar el accionar de esos grupos ilegales, a cambio de obtener su apoyo electoral” para sus campañas a la alcaldía (1995-1997) y al Senado en los periodos 1998-2002 y 2002-2006.
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“Tras finalizar la etapa de investigación y evaluar de forma detenida las pruebas recaudadas, la Sala halló mérito para acusarlo como presunto autor de concierto para delinquir agravado, teniendo en cuenta el probable acuerdo de voluntades entre el procesado y miembros de esas organizaciones al margen de la ley para promoverlas, fortalecerlas y concurrir en sus propósitos ilícitos”, informó el alto tribunal. Para llamar a juicio al político antioqueño, la Sala Especial tuvo en cuenta los testimonios de un exjefe financiero de ‘a Oficina y del excomandante de uno de estos grupos paramilitares en la época en que ostentó altos cargos de elección popular.
(Lea también: José Ignacio Mesa, investigado político de Envigado, perdió su curul en el Congreso)
“Declaraciones que incriminan a Mesa Betancur, y que según la Sala Especial de Instrucción fueron rendidas de manera veraz, espontánea e imparcial, sin que se encontrara en ellas un interés de perjudicar al excongresista procesado” apuntó la Corte. Como contó en mayo de 2021 El Espectador, el fortín electoral de Mesa Betancur crecieron en Envigado y Antioquia en los años noventa, al tiempo que emergían personajes tan oscuros como Gustavo Upegui López y Daniel Alberto Mejía, alias Danielito. Estos dos hombres claves de la Oficina que luego terminaron disputándose el poder de la organización criminal, disputa que terminó en 2007 cuando Upegui fue asesinado aparentemente por órdenes de Danielito.
En junio de 2010, en declaración desde una cárcel de Virginia, Estados Unidos, el narcotraficante Juan Carlos El Tuso Sierra fue el primero en destapar los presuntos nexos de este excongresista con la Oficina de Envigado, sus enlaces criminales con las autodefensas de Carlos Castaño y Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna, quien además de pertenecer a la cúpula de las Auc inicialmente fue la cabeza de la Oficina de Envigado tras la muerte de Pablo Escobar en diciembre de 1993. El Tuso Sierra declaró, entre otras cosas, que aportó dineros para distintas campañas políticas de Mesa Betancur y que eso lo hizo a solicitud de Danielito, el delegado de Don Berna para manejar la Oficina de Envigado y la banda La Terraza.
Esta última organización criminal fue la autora material de distintos crímenes ordenados por el cartel de Medellín y los paramilitares, entre ellos: el asesinato del director de El Espectador Guillermo Cano Isaza, Jaime Garzón, Eduardo Umaña; los investigadores del CINEP, Elsa Alvarado y Mario Calderón; el defensor de Derechos Humanos, Jesús María Valle, y 12 agentes del CTI de la Fiscalía. Volviendo al testimonio del Tuso en el caso de Mesa Betancur y su supuesto nexo con la Oficina, este señaló que “Mesa se beneficiaba de la votación y del dinero que aportaba a la campaña y Danielito se beneficiaba de la Secretaría de Tránsito de Envigado. Es que Envigado era de nosotros y todo Envigado lo manejaba Daniel”, señaló El Tuso a la Corte.
La Sala de instrucción recopiló testimonios de varios exjefes paramilitares, cruzó documentos públicos con el recorrido político de Mesa que daban cuenta del poder criminal de Danielito, Gustavo Upegui y Don Berna. Además, llamó a declarar a personajes del círculo de Mesa para preguntarles sobre ese supuesto nexo con la Oficina. Así construyó un expediente que evidenció que esa organización mafiosa de de Envigado era la que gobernaba tras bambalinas en ese municipio antioqueño. Además la Corte encontró que Mesa Betancur participó en los debates de la ley de Justicia y Paz para beneficiar a las autodefensas.
La Defensa de Mesa
En sus declaraciones ante la Corte el excongresista Mesa se desmarcó de las acusaciones. Reconoció que sí conoció a alias Danielito, pero porque un primo suyo, Juan Carlos Mejía, era primo de él y que supo que en el pasado también había sido escolta de su padre, pero que no tuvo mayores nexos con él y que incluso su relación personal nunca fue buena porque Danielito le parecía “un arrogante”. También declaró que solo supo que Danielito andaba en vueltas ilegales muchos años después cuando lo vio en Santa Fe de Ralito (Córdoba), donde aceptó que se dieron la mano. De hecho, el excongresista recalcó que no creía que Danielito fuera “un ser tan caritativo” como para recogerle o entregarle plata para sus campañas políticas.
En esencia, Mesa Betancur negó cualquier pasado criminal o contactos ilegales y dijo que cuando fungió como alcalde de Envigado, Danielito era un “funcionario más”. Y seguidamente explicó sus logros en seguridad durante su mandato: “Cuando fui alcalde tuve muy de cerca a las autoridades como es el caso del general Gallego, le di todo mi apoyo a la Policía para que nos ayudara con la seguridad de Envigado, hicimos mucha gestión con el señor general de ese momento (…) No sé si está muy mal hecho que yo lo diga, pero el trabajo y el esfuerzo grande que se hizo en mi administración fue por la seguridad de Envigado y eso la Policía lo reconoció públicamente”. Sobre Gustavo Upegui, Mesa Betancur dijo que era “un líder social” que fue muy amigo de su padre y que sobre sus actividades ilícitas lo único que supo eran los “chismes en los medios”.
Pérdida de curul
En 2019, el entonces representante a la Cámara Mesa perdió su escaño en el Congreso. Sin embargo, no ocurrió por las investigaciones que cursan en su contra en la Corte Suprema. La decisión que le quitó la curul a Mesa vino del Consejo de Estado, alto tribunal que anuló su elección por un mal conteo que le sumó 227 votos sin justificación aparente. El proceso llegó a revisión del alto tribunal administrativo por una demanda que instauró el excandidato a la Cámara, Mauricio Parodi Díaz. Según el demandante, tras analizar los formatos de votación, se dio cuenta de unas irregularidades que “condujeron a que fueran sumados 316 votos al señor Mesa Betancur y que fueran restados 347 votos al señor Parodi”.
La Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia llamó a juicio al excongresista José Ignacio Mesa Betancur, por presuntos nexos con la oficina de Envigado, la temida organización que fundó Pablo Escobar en los años ochenta y posteriormente se volvió un grupo criminal en el mundo del narcotráfico. El alto tribunal dice que entre 1994 y 2006, tiempo en el que Mesa Betancur fue alcalde de Envigado y senador de la República en dos periodos, se habría aliado con ese grupo que delinque en el Valle de Aburrá y luego con las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) “con el propósito de potenciar y legitimar el accionar de esos grupos ilegales, a cambio de obtener su apoyo electoral” para sus campañas a la alcaldía (1995-1997) y al Senado en los periodos 1998-2002 y 2002-2006.
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“Tras finalizar la etapa de investigación y evaluar de forma detenida las pruebas recaudadas, la Sala halló mérito para acusarlo como presunto autor de concierto para delinquir agravado, teniendo en cuenta el probable acuerdo de voluntades entre el procesado y miembros de esas organizaciones al margen de la ley para promoverlas, fortalecerlas y concurrir en sus propósitos ilícitos”, informó el alto tribunal. Para llamar a juicio al político antioqueño, la Sala Especial tuvo en cuenta los testimonios de un exjefe financiero de ‘a Oficina y del excomandante de uno de estos grupos paramilitares en la época en que ostentó altos cargos de elección popular.
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“Declaraciones que incriminan a Mesa Betancur, y que según la Sala Especial de Instrucción fueron rendidas de manera veraz, espontánea e imparcial, sin que se encontrara en ellas un interés de perjudicar al excongresista procesado” apuntó la Corte. Como contó en mayo de 2021 El Espectador, el fortín electoral de Mesa Betancur crecieron en Envigado y Antioquia en los años noventa, al tiempo que emergían personajes tan oscuros como Gustavo Upegui López y Daniel Alberto Mejía, alias Danielito. Estos dos hombres claves de la Oficina que luego terminaron disputándose el poder de la organización criminal, disputa que terminó en 2007 cuando Upegui fue asesinado aparentemente por órdenes de Danielito.
En junio de 2010, en declaración desde una cárcel de Virginia, Estados Unidos, el narcotraficante Juan Carlos El Tuso Sierra fue el primero en destapar los presuntos nexos de este excongresista con la Oficina de Envigado, sus enlaces criminales con las autodefensas de Carlos Castaño y Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna, quien además de pertenecer a la cúpula de las Auc inicialmente fue la cabeza de la Oficina de Envigado tras la muerte de Pablo Escobar en diciembre de 1993. El Tuso Sierra declaró, entre otras cosas, que aportó dineros para distintas campañas políticas de Mesa Betancur y que eso lo hizo a solicitud de Danielito, el delegado de Don Berna para manejar la Oficina de Envigado y la banda La Terraza.
Esta última organización criminal fue la autora material de distintos crímenes ordenados por el cartel de Medellín y los paramilitares, entre ellos: el asesinato del director de El Espectador Guillermo Cano Isaza, Jaime Garzón, Eduardo Umaña; los investigadores del CINEP, Elsa Alvarado y Mario Calderón; el defensor de Derechos Humanos, Jesús María Valle, y 12 agentes del CTI de la Fiscalía. Volviendo al testimonio del Tuso en el caso de Mesa Betancur y su supuesto nexo con la Oficina, este señaló que “Mesa se beneficiaba de la votación y del dinero que aportaba a la campaña y Danielito se beneficiaba de la Secretaría de Tránsito de Envigado. Es que Envigado era de nosotros y todo Envigado lo manejaba Daniel”, señaló El Tuso a la Corte.
La Sala de instrucción recopiló testimonios de varios exjefes paramilitares, cruzó documentos públicos con el recorrido político de Mesa que daban cuenta del poder criminal de Danielito, Gustavo Upegui y Don Berna. Además, llamó a declarar a personajes del círculo de Mesa para preguntarles sobre ese supuesto nexo con la Oficina. Así construyó un expediente que evidenció que esa organización mafiosa de de Envigado era la que gobernaba tras bambalinas en ese municipio antioqueño. Además la Corte encontró que Mesa Betancur participó en los debates de la ley de Justicia y Paz para beneficiar a las autodefensas.
La Defensa de Mesa
En sus declaraciones ante la Corte el excongresista Mesa se desmarcó de las acusaciones. Reconoció que sí conoció a alias Danielito, pero porque un primo suyo, Juan Carlos Mejía, era primo de él y que supo que en el pasado también había sido escolta de su padre, pero que no tuvo mayores nexos con él y que incluso su relación personal nunca fue buena porque Danielito le parecía “un arrogante”. También declaró que solo supo que Danielito andaba en vueltas ilegales muchos años después cuando lo vio en Santa Fe de Ralito (Córdoba), donde aceptó que se dieron la mano. De hecho, el excongresista recalcó que no creía que Danielito fuera “un ser tan caritativo” como para recogerle o entregarle plata para sus campañas políticas.
En esencia, Mesa Betancur negó cualquier pasado criminal o contactos ilegales y dijo que cuando fungió como alcalde de Envigado, Danielito era un “funcionario más”. Y seguidamente explicó sus logros en seguridad durante su mandato: “Cuando fui alcalde tuve muy de cerca a las autoridades como es el caso del general Gallego, le di todo mi apoyo a la Policía para que nos ayudara con la seguridad de Envigado, hicimos mucha gestión con el señor general de ese momento (…) No sé si está muy mal hecho que yo lo diga, pero el trabajo y el esfuerzo grande que se hizo en mi administración fue por la seguridad de Envigado y eso la Policía lo reconoció públicamente”. Sobre Gustavo Upegui, Mesa Betancur dijo que era “un líder social” que fue muy amigo de su padre y que sobre sus actividades ilícitas lo único que supo eran los “chismes en los medios”.
Pérdida de curul
En 2019, el entonces representante a la Cámara Mesa perdió su escaño en el Congreso. Sin embargo, no ocurrió por las investigaciones que cursan en su contra en la Corte Suprema. La decisión que le quitó la curul a Mesa vino del Consejo de Estado, alto tribunal que anuló su elección por un mal conteo que le sumó 227 votos sin justificación aparente. El proceso llegó a revisión del alto tribunal administrativo por una demanda que instauró el excandidato a la Cámara, Mauricio Parodi Díaz. Según el demandante, tras analizar los formatos de votación, se dio cuenta de unas irregularidades que “condujeron a que fueran sumados 316 votos al señor Mesa Betancur y que fueran restados 347 votos al señor Parodi”.