A los 86 años falleció Rafael Nieto Navia, expresidente de la Corte IDH
Hoy se conoció la noticia del fallecimiento de Rafael Nieto Navia, un destacado juez de cortes colombianas e internacionales. Ejerció durante varios años como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) y fue presidente de la misma entre 1987-1989 y 1993-1994.
La rama judicial de Colombia se encuentra de luto tras el fallecimiento de Rafael Nieto Navia, quien a los 86 años dejó un legado inmenso en el ámbito del derecho, tanto nacional como internacional. Doctor en Ciencias Jurídicas de la Universidad Javeriana, con estudios en Derecho Internacional en la Universidad de Buenos Aires y en la Fundación Getulio Vargas de Brasil, Nieto fue una figura clave en la jurisprudencia global.
Lea: “No existe la palabra desacatar”: Rafael Nieto Navia
A lo largo de su carrera, Nieto Navia ocupó destacados cargos, entre ellos el de juez de la Corte Suprema de Justicia de Colombia. Además, fue juez de la Cámara del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia y Rwanda, así como presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde también desempeñó el rol de juez durante varios periodos.
En el ámbito internacional, también se destacó como presidente del Tribunal Arbitral Internacional en el conflicto limítrofe entre Argentina y Chile (1991-1995), y miembro del Grupo Nacional Colombiano de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya. Su carrera también incluyó su labor como conjuez de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Colombia y su participación en la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores del país.
Nieto Navia fue un gran académico y profesor, destacándose como docente en diversas universidades colombianas, incluyendo la Universidad Javeriana, la Universidad de Santo Tomás, y la Universidad Jorge Tadeo Lozano, entre otras.
A lo largo de su vida, Rafael Nieto fue reconocido con importantes condecoraciones, como la Orden de San Silvestre Papa (Comendador), la Orden de San Carlos (Gran Cruz), la Orden Francisco Miranda (Primera Clase) y la Royal Order of the Polar Star (Comandante Gran Cruz, Suecia).
Su fallecimiento representa una gran pérdida para el mundo del derecho y la justicia, dejando un legado de compromiso con los derechos humanos y el derecho internacional.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
La rama judicial de Colombia se encuentra de luto tras el fallecimiento de Rafael Nieto Navia, quien a los 86 años dejó un legado inmenso en el ámbito del derecho, tanto nacional como internacional. Doctor en Ciencias Jurídicas de la Universidad Javeriana, con estudios en Derecho Internacional en la Universidad de Buenos Aires y en la Fundación Getulio Vargas de Brasil, Nieto fue una figura clave en la jurisprudencia global.
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A lo largo de su carrera, Nieto Navia ocupó destacados cargos, entre ellos el de juez de la Corte Suprema de Justicia de Colombia. Además, fue juez de la Cámara del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia y Rwanda, así como presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, donde también desempeñó el rol de juez durante varios periodos.
En el ámbito internacional, también se destacó como presidente del Tribunal Arbitral Internacional en el conflicto limítrofe entre Argentina y Chile (1991-1995), y miembro del Grupo Nacional Colombiano de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya. Su carrera también incluyó su labor como conjuez de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Colombia y su participación en la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores del país.
Nieto Navia fue un gran académico y profesor, destacándose como docente en diversas universidades colombianas, incluyendo la Universidad Javeriana, la Universidad de Santo Tomás, y la Universidad Jorge Tadeo Lozano, entre otras.
A lo largo de su vida, Rafael Nieto fue reconocido con importantes condecoraciones, como la Orden de San Silvestre Papa (Comendador), la Orden de San Carlos (Gran Cruz), la Orden Francisco Miranda (Primera Clase) y la Royal Order of the Polar Star (Comandante Gran Cruz, Suecia).
Su fallecimiento representa una gran pérdida para el mundo del derecho y la justicia, dejando un legado de compromiso con los derechos humanos y el derecho internacional.
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