Foto: Agencia EFE
La única persona que sabía que Aida Merlano se iba a fugar el 1 de octubre de 2019 era su propio padre, quien debía decir a la familia que estaría bien, y los miembros de una “organización pagada por un clan del departamento del Atlántico”. Eso fue lo que confesó la excongresista condenada y prófuga este 17 de agosto, en el juicio que se adelanta contra su hija, Aida Victoria Merlano Manzaneda y el odontólogo Javier Cely Barajas.
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