Aida Merlano detalló su fuga en el juicio de su hija y estas son las revelaciones
El 1 de octubre de 2019, en una fuga cinematográfica, Aida Merlano se le escapó al Inpec. Su hija, Aida Merlano Manzaneda, está en juicio por ello y supuesta manipulación de menores de edad para cometer delitos. Estos fueron los detalles que reveló la excongresista que permanece prófuga desde entonces.
La única persona que sabía que Aida Merlano se iba a fugar el 1 de octubre de 2019 era su propio padre, quien debía decir a la familia que estaría bien, y los miembros de una “organización pagada por un clan del departamento del Atlántico”. Eso fue lo que confesó la excongresista condenada y prófuga este 17 de agosto, en el juicio que se adelanta contra su hija, Aida Victoria Merlano Manzaneda y el odontólogo Javier Cely Barajas.
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La única persona que sabía que Aida Merlano se iba a fugar el 1 de octubre de 2019 era su propio padre, quien debía decir a la familia que estaría bien, y los miembros de una “organización pagada por un clan del departamento del Atlántico”. Eso fue lo que confesó la excongresista condenada y prófuga este 17 de agosto, en el juicio que se adelanta contra su hija, Aida Victoria Merlano Manzaneda y el odontólogo Javier Cely Barajas.
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Contra la hija de Merlano y Cely Barajas, la Fiscalía tiene en firme un proceso por fuga de presos y uso de menores para cometer delitos. La hipótesis es que ambos habrían facilitado la huida de Merlano del Centro Médico La Sabana, cuando asistía a una cita odontológica. Entonces, estaba recluida pagando su condena por crear toda una empresa criminal de compra de votos en la Costa Caribe. Hace tres años, salió del consultorio en una soga roja atada a un mueble, despedida entre abrazos por el odontólogo Cely.
Los días previos
Según recogió El Tiempo de la audiencia, Merlano aseguró que su hija y el doctor Cely no tuvieron nada que ver con su fuga. “Es una organización que es paga por un clan del departamento del Atlántico, por los que iba a declarar el día de la fuga. Ellos fueron los que pagaron y organizaron mi fuga y tal cual me dieron algunas instrucciones, y aunque yo no seguí al pie de la letra algunas, las cosas salieron”, explicó. Ese día, Merlano tenía audiencia con un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia, que ata cabos en investigaciones contra ministros, congresistas y demás aforados.
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Merlano aseguró que recibió instrucciones de la “organización” una semana antes. Entre ellas, que debía lanzarse desde el lado de adentro del centro de salud y que una moto la iba a estar esperando. “No se prestaron las condiciones y me tocó tirarme del lado de afuera y cuando me tiré, estaba el señor de la moto esperándome”, agregó. Y dijo que la soga roja que se ve en los videos de la fuga se la debió haber tirado “alguien del Inpec”, porque los particulares no podían entrar a su patio en la cárcel El Buen Pastor de Bogotá.
Momentos antes del escape
“Ni su hija, ni el odontólogo tenían nada que ver con la organización. Ellos tenían todo organizado. La Fiscalía dice que Aida Victoria Merlano Manzaneda, la hija, le entregó en la oficina del odontólogo Celys las cosas, pero ella (la excongresista) dice que ella ya llevaba todo dentro de sí, en su estómago. Ella ya llevaba todo cuando salió de la cárcel y las dragoneantes del Inpec nunca la revisaban. Por eso se llevó eso así”, dijo el abogado Miguel Ángel del Río, en diálogo con El Espectador.
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Según reveló Merlano en audiencia, desde un día antes ensayó enrollando sobre su cuerpo la soga roja que llevó a la cita. Salió del Buen Pastor escondiendo la herramienta en una fuga, al igual que una peluca y unos guantes, según aseguró en juicio. Una vez dentro del Centro Médico La Sabana, a las 11:35 de la mañana, Merlano aseguró que entró a uno de los baños, donde la acompañó uno de los dragoneantes. Luego, descargó un bolso blanco y los elementos para el escape.
Al mediodía, mientras todos estaban en hora de almuerzo, Merlano asegura que el guardian del Inpec la descuidó y aprovechó para volver al baño. Dice haber utilizado una bolsa de hamburguesa para meter el bolso negro y la soga roja. Entró los elementos al consultorio. “En el primer descuido de mi familia y del odontólogo, y yo cogí el bolsito y lo tiré para la reja que da hacia la ventana”, aseguró sobre ese momento.
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“La cuerda roja, que es súper delgada, ya venía preparada con un torniquete, se supone que yo lo debía usar del otro lado pero no había forma porque el vigilante me veía, entonces después comencé a mirar y cuando me asomé, me di cuenta que el consultorio tenía vista a la calle del lado del parqueadero, pero la ventana era muy angosta; igual yo presioné mi cabeza y entró, y yo dije ‘si entra mi cabeza, entra mi cuerpo’, y fue cuando se me ocurrió que yo me iba a tirar por ahí”, concluyó. Amarró la soga a un mueble, la escondió en un bote de basura rojo y recibió de nuevo a Cely.
La huida
En los videos se ve a Merlano abrazando al odontólogo Cely segundos previos al escape. Además, en los momentos que el odontólogo sale del consultorio, se ve como se cambia de ropa dentro del mismo lugar, ante la mirada de su hija y su hijo, un menor de edad. “Antes de la despedida yo me la pasé casi todo el tiempo llorando mientras él (Cely) me hacía el tratamiento en la boca y mi hijo me acariciaba la mano. El gesto de abrazarme fue un gesto solidario y me dijo que me aferrara a la virgen y creyera en Dios que él todo lo podía”, señaló.
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Concluyó con que, al momento del escape, pidió la basura de la consulta al propio odontólogo, dado que se daría cuenta de la soga escondida en el tarro rojo. “Yo me apresuré y le dije ‘tranquilo doctor yo se la boto’ y se la arrebaté (la bolsa) prácticamente de las manos y simulé que la iba a botar, pero la escondí en mi camisa mientras él volteaba a otro lado y yo me deshacía de esa basura”, dijo. Segundos después, se lanzó de la ventana, cayó en el piso y fue recogida por un motociclista que llevaba una maleta de servicios de entrega.
En los próximos días, el mismo juzgado que adelanta el proceso judicial contra Merlano Manzaneda y Cely Barajas escuchará a la hija de la excongresista prófuga. En el último año, Aida Merlano ha señalado a miembros de la familia Char, entre la que hay exalcaldes y gobernadores de la costa caribe, de financiar su proyecto de compra de votos y ayudarla a escapar de las autoridades. Se presume que está en Venezuela y sigue condenada a 11 años de cárcel por corrupción electoral.
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