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“Me siento extremadamente orgullosa de ti y le doy gracias a Dios de haberme dado una hija como tú. Estoy orgullosa de todo lo que has logrado con tu vida”. Esas fueron las palabras que Aida Merlano, excongresista a quien la Corte Suprema de Justicia condenó por corrupción electoral en 2019, le envió a su hija, Aida Victoria Merlano, por motivo de su cumpleaños.
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Aida Victoria Merlano, quien se autodenomina influencer e incluso ha participado en programas de televisión, reveló el video de su madre en su cuenta de Instagram, mientras respondía preguntas relacionadas con su cumpleaños. En el video se le ve a la excongresista bien arreglada y en la sala de una vivienda, aunque desde febrero de 2020 el Gobierno de Colombia está tramitando su extradición por canales diplomáticos para que responda por su condena a 11 años y cuatro meses.
En primera instancia, el 12 de septiembre de 2019, la excongresista Aída Merlano fue condenada a 15 años de cárcel por ser la cabeza de una empresa criminal que compraba votos en el Atlántico. La Fiscalía la estaba investigando desde su elección, el 11 de marzo de 2018, como representante a la Cámara, pues se gastó más de $6.000 millones. Merlano fue elegida con 73.250 votos y en ese momento consiguió un escaño en el Senado en el que no alcanzó a posesionarse y en el cual se aplicó la silla vacía en 2020.
Cuando su sede de campaña en Barranquilla fue allanada, en el barrio El Golf de Barranquilla, las autoridades encontraron $261 millones en efectivo y una bolsa llena de certificados electorales. En el lugar también había armas de fuego. El testigo Francisco Valencia, después, testificó que el grupo de Merlano estaba conformado por 2.000 personas, entre coordinadores de grupo y lideres encargados de conseguir votos.
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De acuerdo con el exfiscal Néstor Humberto Martínez, se trataba de una organización denominada “Casa Blanca”, el mismo nombre de la sede de campaña. Había administradores para el manejo de los recursos, “punteadores” para revisar listas de lideres y votantes reclutados, “coordinadores” para gestionar contraseñas en casa de apoyo, y “didactas” para enseñar a la gente sobornada cómo votar.
Merlano fue trasladada a la cárcel El Buen Pastor, en Bogotá, para cumplir con su condena inicial de 15 años. Sin embargo, en un episodio de película, el 1° de octubre de 2019 se fugó mientras asistía a una consulta medica en el Centro Médico de la Sabana, en el norte de Bogotá. En cámaras quedó registrado cuando Merlano baja del edificio en una soga y es recogida por un motociclista con uniforme de la empresa de domiciliarios Rappi.
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Su paradero fue una incógnita hasta el 27 de enero de 2020, cuando fue capturada por las Fuerzas Especiales de la Policía (FAES) en Maracaibo, desde donde fue trasladada a la capital Caracas (Venezuela). Luego, en entrevista con Semana, reapareció asegurando que las familias Char y Gerlein, clanes políticos de la costa Caribe más poderosos, habrían organizado la fuga y, además, que también comprarían votos en la región.
Este tema, de hecho, es un asunto por esclarecerse en Colombia. La Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema ordenó en 2019 que se indagara si personas como Arturo Char -hoy presidente del Congreso-, Julio Gerlein -empresario y hermano de Roberto Gerlein-, el representante Laureano Acuña, la diputada Margarita Ballén, los concejales Aissar Castro, Vicente Támara, Juan Carlos Zamora, Jorge Rangel y Adalberto Llinás, y siete particulares más participaron en la maquinaria de compra de votos por la que Merlano resultó condenada.
Meses después, en mayo de 2020, la Sala Penal de la Corte Suprema rebajó la condena de Merlano de 15 años a 11 años y cuatro meses de prisión, pues no habría forma de comprobar que la excongresista hubiera empleado el mismo sistema de corrupción en otras elecciones. Y mientras la alta corte tomaba esa decisión, la Fiscalía llamó a juicio a Aída Victoria Merlano, hija de la política, por los delitos de fuga de presos y uso de menores para cometer delitos, pues habría usado a su hermano de 7 años para ayudar a escapar a su madre.
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De acuerdo con la Fiscalía, la cual acusó a Aída Victoria Merlano el 3 de marzo de 2020, la hija de la excongresista organizó la fuga con el motociclista y, además, le dio un celular para que pudiera comunicarse. En la misma diligencia también fue acusado Javier Cely Barajas, el odontólogo que atendió a Merlano el día de la fuga. La Fiscalía cree que él le proporcionó la soga y, asimismo, se aseguró de que pudiera descender hacía su ilegitima libertad. Ambos se declararon inocentes.
Además, la excongresista Aida Merlano ha dicho en diversas entrevistas que su hija y el odontólogo Cely no tenían conocimiento sobre su plan de fuga. Incluso, en esos espacios les ha solicitado disculpas por salpicarlos en la investigación. Asimismo, el abogado Silvio Quiñones, representante de Merlano ante la Procuraduría, dijo en enero de 2019 que en el allanamiento a la Casa Blanca pudo haber irregularidades por parte de las autoridades.
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Según Quiñones, en uno de los videos del allanamiento se vería una mujer, quien porta uniforme de la Policía, dejando un elemento escondido dentro de un armario y, luego, otros agentes de la institución llegan al mismo lugar y dan con dos armas que luego registraron en el inventario. Además, el abogado alegó que habrían sido plantados stickers y certificados electorales. Al final, el 10 de diciembre pasado, la Procuraduría sancionó a Merlano con 10 años de inhabilidad para ejercer cargos públicos.