Aida Merlano se declaró inocente de haberse fugado de las autoridades en 2019
La excongresista Aida Merlano tiene dos condenas vigentes. La primera, de más de 11 años, por los delitos de corrupción al sufragante, concierto para delinquir y porte ilegal de armas. Y, la segunda, de más de cinco años, por superar los topes electorales.
Tras su deportación al país el pasado mes de marzo, la excongresista Aida Merlano reapareció en los estrados judiciales. Esta vez, para ser imputada por el delito de fuga de presos, por haberse escapado de las autoridades en 2019, cuando se lanzó del segundo piso de un centro médico en el norte de Bogotá, mientras cumplía con una cita odontológica. Merlano se declaró inocente, a pesar de que ha confesado públicamente que huyó para proteger su vida. Además, la Fiscalía pidió una nueva medida de aseguramiento en su contra por estos hechos.
Lea aquí: Todo lo que Aida Merlano prometió cantar ante la justicia con su llegada a Colombia
Esta decisión la tomó la excongresista, según le contó a El Espectador el abogado defensor, Miguel Ángel del Río, porque pretende negociar un preacuerdo con la Fiscalía. Por estos hechos, dos personas están condenadas, entre ellas, su hija Aida Victoria Merlano.
La cinematográfica fuga de la que fue protagonista Merlano ocurrió el 1 de octubre en 2019. En la tarde de ese día, la política conservadora fue trasladada por varios guardias del Inpec, desde la cárcel el Buen Pastor de Bogotá donde se encontraba recluida cumpliendo una pena por delitos electorales, para asistir a una cita odontológica de un diseño de sonrisa. La exsenadora, una vez fue atendida, se lanzó de un segundo piso por la ventana, agarrada de una cuerda roja. Cayó al andén, se subió a una moto y huyó a Venezuela.
Inicialmente, la Fiscalía manejó la hipótesis de que su hija, Aida Victoria Merlano, el odontólogo, Javier Cely, y el excapitán del Inpec, David Alexander Álvarez la ayudaron a escapar. Esa versión se mantuvo hasta septiembre del año pasado, cuando el odontólogo fue absuelto de toda culpa, mientras que Aida Victoria fue condenada a siete años de prisión. La Fiscalía comprobó que ella usó a su hermano menor de edad para ayudar a escapar a su mamá. Por su parte, el excapitán fue sentenciado a 15 años de prisión por los delitos de favorecimiento de fuga y prevaricato por acción.
Lea aquí: Aida Merlano: la fuga de presos por la que no ha sido requerida por las autoridades
Dentro las pruebas que tiene la Fiscalía en contra de la excongresista, se encuentra un informe suscrito por la dragoneante, Diana Montoya quién entro a trabajar en horas de la tarde de ese primero de octubre de 2019. Este indica que Montoya al ingresar a turno, revisó inicialmente que Merlano se encontraba en el consultorio, fue a almorzar dejando a otro funcionario encargado, pero cuando regresó Merlano ya no estaba. “Observó cuando el odontólogo salió de allí de forma apresurada, y luego los hijos de Aida. Cuando entró al consultorio se dio cuenta de que Merlano no estaba, se había lanzado con la ayuda de una cuerda, solicitó apoyo y no fue posible su recaptura”, explicó la Fiscalía.
El ente acusador también cuenta con otros testimonios de guardias del INPEC, así como el relato de Gloria Acevedo, higienista oral, quién contó que cuando regresó de almorzar y entró al consultorio a recoger los implementos de odontología que se habían usado, pensó que Merlano se había suicidado. “Observe una chaqueta en el suelo y una cuerda atada a la base del mueble. Lo que pensé es que se había suicidado, porque en ocasiones ella había indicado que en la cárcel se había intentado quitar la vida. Me asomé por la ventana y no vi nada, le pregunté a la guarda y me respondió que ella estaba ahí adentro. Luego se dio cuenta y fue a buscar ayuda”, dice el relato.
Lea: Las condenas que debe pagar la exsenadora Aida Merlano en su regreso a Colombia
Luego de su fuga y desde Venezuela, la excongresista relató durante una audiencia contra su hija los detalles de su escape. La excongresista contó que antes de salir de la cárcel se puso una faja y debajo de ella se envolvió la cuerda con la que huyó, pero que al momento de estar en el consultorio nunca le pidió ayuda al odontólogo para escapar.
Sobre los efusivos abrazos que se ven en los videos, previo a su fuga, libró de toda culpa a sus hijos: “Antes de la despedida, yo me la pasé casi todo el tiempo llorando mientras él (odontólogo) me hacía el tratamiento en la boca y mi hijo me acariciaba la mano. El gesto de abrazarme fue un gesto solidario y me dijo que me aferrara a la virgen y creyera en Dios que él todo lo podía”, dijo en medio de la diligencia.
Lea aquí: Aída Merlano golpeó a guardia del Inpec cuando le incautaron un celular
Merlano explicó, además, que una vez llegó al consultorio, dejó la soga roja en la caneca de la basura del consultorio y que solía estar pendiente de los movimientos de Cely, quien se acercaba para botar los residuos durante la consulta. “Si él llevaba la basura al tarro, se iba a dar cuenta de que había una cuerda adentro del tarro de la basura, por eso yo me apresuré y le dije: tranquilo doctor yo se la boto y se la arrebaté (la bolsa) prácticamente de las manos y simulé que la iba a botar, pero la escondí en mi camisa mientras él volteaba a otro lado y yo me deshacía de esa basura”.
Desde su retorno al país, la excongresista condenada Aida Merlano Rebolledo ya ha estado envuelta en escándalos. El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) reportó que el 24 de marzo pasado, golpeó a una funcionaria de cuerpo de custodia y vigilancia, durante un procedimiento de revista en el que le fue decomisado un celular.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Tras su deportación al país el pasado mes de marzo, la excongresista Aida Merlano reapareció en los estrados judiciales. Esta vez, para ser imputada por el delito de fuga de presos, por haberse escapado de las autoridades en 2019, cuando se lanzó del segundo piso de un centro médico en el norte de Bogotá, mientras cumplía con una cita odontológica. Merlano se declaró inocente, a pesar de que ha confesado públicamente que huyó para proteger su vida. Además, la Fiscalía pidió una nueva medida de aseguramiento en su contra por estos hechos.
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Esta decisión la tomó la excongresista, según le contó a El Espectador el abogado defensor, Miguel Ángel del Río, porque pretende negociar un preacuerdo con la Fiscalía. Por estos hechos, dos personas están condenadas, entre ellas, su hija Aida Victoria Merlano.
La cinematográfica fuga de la que fue protagonista Merlano ocurrió el 1 de octubre en 2019. En la tarde de ese día, la política conservadora fue trasladada por varios guardias del Inpec, desde la cárcel el Buen Pastor de Bogotá donde se encontraba recluida cumpliendo una pena por delitos electorales, para asistir a una cita odontológica de un diseño de sonrisa. La exsenadora, una vez fue atendida, se lanzó de un segundo piso por la ventana, agarrada de una cuerda roja. Cayó al andén, se subió a una moto y huyó a Venezuela.
Inicialmente, la Fiscalía manejó la hipótesis de que su hija, Aida Victoria Merlano, el odontólogo, Javier Cely, y el excapitán del Inpec, David Alexander Álvarez la ayudaron a escapar. Esa versión se mantuvo hasta septiembre del año pasado, cuando el odontólogo fue absuelto de toda culpa, mientras que Aida Victoria fue condenada a siete años de prisión. La Fiscalía comprobó que ella usó a su hermano menor de edad para ayudar a escapar a su mamá. Por su parte, el excapitán fue sentenciado a 15 años de prisión por los delitos de favorecimiento de fuga y prevaricato por acción.
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Dentro las pruebas que tiene la Fiscalía en contra de la excongresista, se encuentra un informe suscrito por la dragoneante, Diana Montoya quién entro a trabajar en horas de la tarde de ese primero de octubre de 2019. Este indica que Montoya al ingresar a turno, revisó inicialmente que Merlano se encontraba en el consultorio, fue a almorzar dejando a otro funcionario encargado, pero cuando regresó Merlano ya no estaba. “Observó cuando el odontólogo salió de allí de forma apresurada, y luego los hijos de Aida. Cuando entró al consultorio se dio cuenta de que Merlano no estaba, se había lanzado con la ayuda de una cuerda, solicitó apoyo y no fue posible su recaptura”, explicó la Fiscalía.
El ente acusador también cuenta con otros testimonios de guardias del INPEC, así como el relato de Gloria Acevedo, higienista oral, quién contó que cuando regresó de almorzar y entró al consultorio a recoger los implementos de odontología que se habían usado, pensó que Merlano se había suicidado. “Observe una chaqueta en el suelo y una cuerda atada a la base del mueble. Lo que pensé es que se había suicidado, porque en ocasiones ella había indicado que en la cárcel se había intentado quitar la vida. Me asomé por la ventana y no vi nada, le pregunté a la guarda y me respondió que ella estaba ahí adentro. Luego se dio cuenta y fue a buscar ayuda”, dice el relato.
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Luego de su fuga y desde Venezuela, la excongresista relató durante una audiencia contra su hija los detalles de su escape. La excongresista contó que antes de salir de la cárcel se puso una faja y debajo de ella se envolvió la cuerda con la que huyó, pero que al momento de estar en el consultorio nunca le pidió ayuda al odontólogo para escapar.
Sobre los efusivos abrazos que se ven en los videos, previo a su fuga, libró de toda culpa a sus hijos: “Antes de la despedida, yo me la pasé casi todo el tiempo llorando mientras él (odontólogo) me hacía el tratamiento en la boca y mi hijo me acariciaba la mano. El gesto de abrazarme fue un gesto solidario y me dijo que me aferrara a la virgen y creyera en Dios que él todo lo podía”, dijo en medio de la diligencia.
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Merlano explicó, además, que una vez llegó al consultorio, dejó la soga roja en la caneca de la basura del consultorio y que solía estar pendiente de los movimientos de Cely, quien se acercaba para botar los residuos durante la consulta. “Si él llevaba la basura al tarro, se iba a dar cuenta de que había una cuerda adentro del tarro de la basura, por eso yo me apresuré y le dije: tranquilo doctor yo se la boto y se la arrebaté (la bolsa) prácticamente de las manos y simulé que la iba a botar, pero la escondí en mi camisa mientras él volteaba a otro lado y yo me deshacía de esa basura”.
Desde su retorno al país, la excongresista condenada Aida Merlano Rebolledo ya ha estado envuelta en escándalos. El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) reportó que el 24 de marzo pasado, golpeó a una funcionaria de cuerpo de custodia y vigilancia, durante un procedimiento de revista en el que le fue decomisado un celular.
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