Alerta máxima en el Cauca por arremetida de las disidencias de las FARC
El presidente Gustavo Petro citó a consejo de seguridad en el Cauca luego de un fin de semana de terror, en el que las disidencias de las FARC, comandadas por Iván Mordisco, atentaron contra miembros de la Fuerza Pública y unidades policiales. Se supone que están buscando la paz.
Un fin de semana de horror fue el que vivieron distintas comunidades en el departamento del Cauca, tras una arremetida de violencia a cargo de las disidencias de las FARC, comandadas por Iván Mordisco y quienes iniciarán diálogos de paz con el Gobierno el próximo mes. Tal fue la escalada de acciones criminales que el presidente Gustavo Petro citó a un consejo de seguridad, para este lunes 14 de agosto, con el objetivo de tomar decisiones importantes en materia de orden público. En solo un fin de semana, las disidencias de las FARC dieron muerte a cuatro policías y habrían secuestrado a un soldado profesional.
Lea: Tras ataques de disidencias, presidente Petro cita a consejo de seguridad en Cauca
Las imágenes que llegaron del municipio de Morales, en el Cauca, son apenas descriptibles. Tres suboficiales de la Policía fueron interceptados en vía pública, acribillados dentro del mismo vehículo y abandonados ante la mirada de los pobladores. Las víctimas del ataque, perpetrado el sábado 12, fueron el subintendente Michael Luis León, quien llevaba 17 años dentro de la institución; el patrullero José Laureano Orozco (el más joven con 24 años), con cinco años y cuatro meses de experiencia; y la patrullera Eymy Marllely Rodríguez, quien llevaba cuatro años como policía.
En video: Disidencias FARC se atribuyen la cruda muerte de tres policías en el Cauca
Horas más tarde de la emboscada, cuando el alto gobierno ya había rechazado públicamente el ataque, incluido el ministro de Defensa Iván Velásquez, miembros del frente Jaime Martínez de las disidencias se atribuyeron las tres muertes. En un corto video propagandístico, sin mostrar sus rostros, los criminales redujeron la vida de los uniformados a resultados operacionales, y mostraron sus chalecos antibalas y armas de dotación como trofeos de guerra. Además, reconocieron como “parte de guerra” haber herido a otro uniformado que sobrevivió al ataque.
El general William Salamanca, director de la Policía, ofreció $200 millones para quien ofrezca información que conduzca a la captura de los responsables. No obstante, señaló públicamente a los alias de Martín, El Paisa y Marlon Vásquez, quienes estarían detrás de la arremetida criminal. Se trata de los mismos señalados de acabar con la vida del subintendente Carmelo José García quien, el domingo 13, fue víctima de un carrobomba parqueado cerca a la subestación de Policía del corregimiento de Timba, en el municipio de Buenos Aires (Cauca). La acción criminal se sumó a otro carrobomba detonado en el municipio de Cajibío.
De otro lado, las disidencias de Iván Mordisco reconocieron el secuestro del soldado profesional Juan David Estrada, plagiado en la vía que de Caloto conduce a Santander de Quilichao. La víctima es miembro del Batallón de Operaciones Terrestres N° 13 y quien, según la institución militar, se encontraba “en estado de indefensión”. Ante ello, las disidencias de las FARC respondieron: “nuestra voluntad de paz se mantiene, pero no hay cese al fuego. Son acciones ofensivas y defensivas naturales de una organización en confrontación político-militar”.
En contexto: Gobierno y disidencia de Mordisco instalarían mesa de diálogos el 17 de septiembre
Estas acciones “ofensivas y defensivas” están costándole vidas a la Fuerza Pública, mientras se instala la mesa de diálogos entre la guerrilla y el alto gobierno, el próximo 17 de septiembre. Como lo conoció Colombia +20 de El Espectador, ese mismo día comenzaría el cese al fuego bilateral por seis meses. Una estrategia planteada en diciembre pasado, pero que se quebró tras acciones criminales de alto perfil como el asesinato de niños reclutados por el grupo criminal en Putumayo y la muerte de una niña en Huila, durante combates con el Ejército. El Cauca, entretanto, está en ascuas mientas llega la hora cero de las conversaciones.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
Un fin de semana de horror fue el que vivieron distintas comunidades en el departamento del Cauca, tras una arremetida de violencia a cargo de las disidencias de las FARC, comandadas por Iván Mordisco y quienes iniciarán diálogos de paz con el Gobierno el próximo mes. Tal fue la escalada de acciones criminales que el presidente Gustavo Petro citó a un consejo de seguridad, para este lunes 14 de agosto, con el objetivo de tomar decisiones importantes en materia de orden público. En solo un fin de semana, las disidencias de las FARC dieron muerte a cuatro policías y habrían secuestrado a un soldado profesional.
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Las imágenes que llegaron del municipio de Morales, en el Cauca, son apenas descriptibles. Tres suboficiales de la Policía fueron interceptados en vía pública, acribillados dentro del mismo vehículo y abandonados ante la mirada de los pobladores. Las víctimas del ataque, perpetrado el sábado 12, fueron el subintendente Michael Luis León, quien llevaba 17 años dentro de la institución; el patrullero José Laureano Orozco (el más joven con 24 años), con cinco años y cuatro meses de experiencia; y la patrullera Eymy Marllely Rodríguez, quien llevaba cuatro años como policía.
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Horas más tarde de la emboscada, cuando el alto gobierno ya había rechazado públicamente el ataque, incluido el ministro de Defensa Iván Velásquez, miembros del frente Jaime Martínez de las disidencias se atribuyeron las tres muertes. En un corto video propagandístico, sin mostrar sus rostros, los criminales redujeron la vida de los uniformados a resultados operacionales, y mostraron sus chalecos antibalas y armas de dotación como trofeos de guerra. Además, reconocieron como “parte de guerra” haber herido a otro uniformado que sobrevivió al ataque.
El general William Salamanca, director de la Policía, ofreció $200 millones para quien ofrezca información que conduzca a la captura de los responsables. No obstante, señaló públicamente a los alias de Martín, El Paisa y Marlon Vásquez, quienes estarían detrás de la arremetida criminal. Se trata de los mismos señalados de acabar con la vida del subintendente Carmelo José García quien, el domingo 13, fue víctima de un carrobomba parqueado cerca a la subestación de Policía del corregimiento de Timba, en el municipio de Buenos Aires (Cauca). La acción criminal se sumó a otro carrobomba detonado en el municipio de Cajibío.
De otro lado, las disidencias de Iván Mordisco reconocieron el secuestro del soldado profesional Juan David Estrada, plagiado en la vía que de Caloto conduce a Santander de Quilichao. La víctima es miembro del Batallón de Operaciones Terrestres N° 13 y quien, según la institución militar, se encontraba “en estado de indefensión”. Ante ello, las disidencias de las FARC respondieron: “nuestra voluntad de paz se mantiene, pero no hay cese al fuego. Son acciones ofensivas y defensivas naturales de una organización en confrontación político-militar”.
En contexto: Gobierno y disidencia de Mordisco instalarían mesa de diálogos el 17 de septiembre
Estas acciones “ofensivas y defensivas” están costándole vidas a la Fuerza Pública, mientras se instala la mesa de diálogos entre la guerrilla y el alto gobierno, el próximo 17 de septiembre. Como lo conoció Colombia +20 de El Espectador, ese mismo día comenzaría el cese al fuego bilateral por seis meses. Una estrategia planteada en diciembre pasado, pero que se quebró tras acciones criminales de alto perfil como el asesinato de niños reclutados por el grupo criminal en Putumayo y la muerte de una niña en Huila, durante combates con el Ejército. El Cauca, entretanto, está en ascuas mientas llega la hora cero de las conversaciones.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.