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Francisco Javier Martínez Ardila, referenciado en los últimos meses por los medios de comunicación como Pacho Malo, acaba de no aceptar cargos ante un juez de cali. El agente del CTI de la Fiscalía fue detenido en la mañana del pasado 22 de febrero en Medellín, por presuntamente liderar una red criminal en el sur occidente del país y la región Caribe para entrar mercancía de contrabando.
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Según la Fiscalía, el hombre pertenecería a una red delictiva conformada por funcionarios y particulares, los cuales facilitaban la entrada ilegal de mercancía al país, específicamente por los puertos de Buenaventura (Valle del Cauca) y Barranquilla (Atlántico). También se cree que presuntamente extrajo información reservada de un proceso, para así poder alertar a los líderes e integrantes de la estructura ilegal que se dedicaba al contrabando.
El fallecido agente del CTI, Mario Fernando Herrera, habría realizado un informe en marzo de 2021, en el que investigaba a Pacho Malo por su presunta vinculación con la contaminación de buques del puerto de Buenaventura, que llevarían cocaína a Europa y Centroamérica.
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Sobre esto, la Revista Raya citó que, “Pacho tiene manejo total en el puerto con los policías y gente que labora dentro del puerto” luego de acceder a dicho informe de las autoridades. El documento también contendría un organigrama delincuencial, en el cual “Pacho” es eje central, entre narcos como alias El Ingeniero, quien fue capturado el año pasado en Jamundí y señalado de narcotraficante.
Las audiencias contra Pacho Malo se desarrollan en un juzgado de Cali de manera reservada y los medios de comunicación no tuvieron acceso a ella. El ente investigador señaló que “esta petición se sustenta en que el fiscal del caso expondrá información sensible y reservada sobre la investigación, la cual está relacionada con los demás integrantes de la red criminal a la que pertenecería Martínez Ardila. En este momento, realizar las audiencias públicas, afectaría el proceso penal en sus distintas líneas investigativas. Esta posición fue respaldada por el representante del Ministerio Público, la defensa; y, finalmente, avalada por el juez.
El Espectador supo que Pacho Malo no aceptó cargos y que la Fiscalía se aprestaba a solicitar medida de aseguramiento en su contra. Es decir, prisión preventiva mientras su proceso surte las demás etapas procesales y se determina si es culpable o no. Así las cosas, ahora el ente investigador tendrá que destapar sus cartas, menos el primer informe que puso en el radar de la propia Fiscalía a Francisco Javier Martínez y su presunto vínculo con las mafias del suroccidente del país.
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