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En los últimos minutos, las autoridades dieron a conocer que se efectuó el traslado de Óscar Camargo Ríos, alias Pichi, recapturado el pasado 9 de diciembre en una finca del municipio de Copacabana (Antioquia), hacia la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, en Boyacá, donde permanecerá recluido. Las autoridades confirmaron su ingreso al centro penitenciario sobre las 2:50 de la tarde.
En la tarde del 10 de diciembre, el llamado “Pablo Escobar Santandereano” había sido trasladado desde la ciudad de Medellín, en una aeronave de la Policía y fuertemente custodiado. Desde entonces se encontraba en uno de los calabozos de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía, desde donde se habría ordenado su traslado, este 11 de diciembre.
Hasta ahora, se conocen imágenes del momento en el que alias Pichi sale escoltado por un esquema de seguridad de la Fuerza Pública, luego es trasladado en un vehículo de la Policía hasta un helicóptero que lo llevará hasta el penal de máxima seguridad del departamento de Boyacá. Las últimas imágenes compartidas muestran el ingreso de Camargo Ríos en la cárcel de Cómbita.
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El historial de Pichi
Alias Pichi fue recapturado en la madrugada del 9 de noviembre en el municipio de Copacabana, al norte del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, en un operativo conjunto de la Policía Nacional y la Fiscalía. Hasta allí habría llegado luego de salir sin autorización el pasado 10 de octubre de su residencia, en el barrio El Poblado, de Medellín, donde estaba bajo prisión domiciliaria.
Junto a alias Pichi, considerado uno de los narcotraficantes más peligrosos de Bucaramanga (Santander), fueron capturados Jeison Roleywer González Saavedra, alias Rolex, señalado de liderar una red de sicarios en la capital santandereana y de ser uno de los hombres de confianza del narcotraficante.
También Luis Carlos Pacheco Pantoja, alias Pacheco, quien según las autoridades sería el dueño de una empresa de seguridad de Medellín que funcionaba como fachada para atraer a militares en retiro y vincularlos con engaños como mercenarios de bandas criminales en México.
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Antes de su fuga, alias Pichi cumplía una condena por los delitos de concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes. Guardias del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) corroboraron que todo estaba en orden tras una visita rutinaria al domicilio del narcotraficante. Luego detectaron irregularidades en su brazalete de seguridad y, al regresar al sitio, se percataron de su fuga.
Alias Pichi ha sido investigado y condenado por su poder sobre el control de las rentas ilegales del narcotráfico en Santander, que alcanzarían ganancias anuales por el orden de los $14.000 millones. También ha tenido rivalidades con alias Poporro, líder de la banda “Los del Sur”, por el control del microtráfico en Bucaramanga.
En julio de este año había recibido el beneficio de casa por cárcel, medida que fue revocada solo un día antes de que se fugara hacia el municipio de Copacabana. En su momento también surgió el rumor de que había sido designado como gestor de paz del Gobierno Nacional, versión que luego fue desmentida.
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Con la legalización de su captura por parte de un juez de control de garantías de Copacabana, alias Pichi inicia de nuevo sus trámites ante la justicia. Ahora deberá enfrentar cargos de la Fiscalía por los delitos de fuga de presos y porte ilegal de armas, dado el hallazgo de una pistola Five Seven calibre 9 milímetros, cuatro proveedores y 99 cartuchos en la finca en la que se encontraba.
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