Amenazas, denuncias y miedo: lo que dejó la sentencia del aborto en la Corte
Los cuatro magistrados y el conjuez que votaron a favor de despenalizar el aborto hasta la semana 24 son el blanco de amenazas, denuncias y de investigaciones. El gobierno calificó de falso el pasquín que recibieron, lo que generó malestar dentro de la Corte Constitucional.
Mientras la Organización Mundial para la Salud (OMS) emitió las nuevas directrices sobre el aborto para ayudar a los países a prestar una atención que salve vidas, en Colombia a los magistrados que siguieron esa misma línea de protección los amenazaron de muerte. La publicación de la OMS, que dice explícitamente que el aborto se debe despenalizar totalmente, y el hostigamiento a cuatro magistrados de la Corte Constitucional y un conjuez, ocurrieron la misma semana. El panfleto llegó al alto tribunal el pasado 4 de marzo. Tenía la firma, los logos de las Águilas Negras y una advertencia clara: o tumban la decisión de despenalizar el aborto hasta la semana 24 “por las buenas, o se entenderán por las balas”.
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Mientras la Organización Mundial para la Salud (OMS) emitió las nuevas directrices sobre el aborto para ayudar a los países a prestar una atención que salve vidas, en Colombia a los magistrados que siguieron esa misma línea de protección los amenazaron de muerte. La publicación de la OMS, que dice explícitamente que el aborto se debe despenalizar totalmente, y el hostigamiento a cuatro magistrados de la Corte Constitucional y un conjuez, ocurrieron la misma semana. El panfleto llegó al alto tribunal el pasado 4 de marzo. Tenía la firma, los logos de las Águilas Negras y una advertencia clara: o tumban la decisión de despenalizar el aborto hasta la semana 24 “por las buenas, o se entenderán por las balas”.
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La gravedad del asunto fue puesto de inmediato en conocimiento del alto gobierno, de la Fiscalía y la Policía. Las investigaciones arrancaron en cada entidad, mientras que los esquemas de seguridad de los magistrados fueron reforzados. La amenaza dejaba claro que los juristas ya estaban identificados, que sabían sus movimientos, lugares de residencia e, incluso, las placas y colores de sus carros. Pero no pasaron más de 72 horas de pesquisas cuando el ministro Diego Molano se pronunció al respecto. Aunque aclaró que seguía con las investigaciones y garantizaría la protección de los magistrados, Molano calificó de falso el panfleto de las Águilas Negras. Su postura causó sorpresa dentro del alto tribunal.
Los miembros de la Sala consideraron que los señalamientos que provenían desde el alto gobierno debían ser “cuidadosos y cautelosos”. En diálogo con este diario algunos de los magistrados explicaron que, “haber sostenido que el documento es falso no significa que la amenaza no exista y no sea real”. Concluyeron en que no se debía desmeritar la advertencia que se cierne sobre sus compañeros, y entre ellos mismos, se solidarizaron con la situación que no sólo los expone a todos como miembros del alto tribunal, sino también a sus familias. “Lo importante es que estamos unidos y que las investigaciones van por buen camino”, resaltaron.
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Los juristas que se apartaron de la decisión de despenalizar el aborto han respaldado a sus compañeros y les pidieron a las autoridades tomarse en serio el papel de investigar de dónde provienen los hostigamientos. Resaltaron no estar tranquilos con lo que está sucediendo. Explicaron que esta no es la primera vez que a la Corte llega una advertencia de ese tipo. Cuando se tomaron decisiones como la eutanasia o la cadena perpetua, también fueron blanco de críticas en varios escenarios. Incluso, por ese tipo de actuaciones, un día antes de que llegara la amenaza de las Águilas Negras emitieron un comunicado en el que pedían acatar y no controvertir las decisiones judiciales.
Las otras altas cortes hicieron público su espaldarazo a la Corte Constitucional, pues no solo habían sido atacados por grupos religiosos, candidatos políticos, sino también por el propio presidente Iván Duque. Las críticas en contra de los magistrados serían apenas la punta del iceberg. El panfleto, firmado supuestamente por las Águilas Negras, tildó a los magistrados de “perversos, depravados, asesinos, macabros, terroristas prenatales”. Además, se lee en el pasquín que la decisión de despenalizar el aborto hasta la semana 24 tiene un negocio: el tráfico de órganos. Un asunto completamente irreal.
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Aunque esta es la advertencia más reciente y frontal que han hecho en contra de los magistrados, no es la primera vez que ocurre. El año pasado, el magistrado Jorge Enrique Ibáñez, fue el blanco de una llamada telefónica en la que le advirtieron sobre una amenaza de muerte. En ese entonces se desarrollaba el paro nacional que fue convocado en abril y el magistrado Antonio José Lizarazo, entonces presidente del alto tribunal, se reunió en la Casa de Nariño con el presidente Duque como muestra de apoyo en el momento de crisis en materia de orden público. El magistrado Ibáñez, junto con la magistrada Diana Fajardo, se apartaron de la decisión y la hicieron pública.
Las amenazas en contra de Ibáñez fueron puestas a disposición de la Fiscalía e incluso el Ministerio de Justicia, sin tener resultados a la fecha. Los hostigamientos que no son nuevos, porque ya se han presentado episodios como la “chuzadas” en 2019, y la amenaza de retirarle las visas a dos de sus magistrados, no solo han tocado las altas esferas de la justicia. Mónica Roa, la abogada que lideró la primera lucha para despenalizar el aborto en Colombia, en 2006, movimiento que logró tener acceso a tres causales para realizar el procedimiento, tuvo que salir del país luego de recibir varias amenazas.
La intervención de Barbosa
En contraste con lo dicho por el ministro Molano, el fiscal Francisco Barbosa le dio toda la importancia a la amenaza. En la mañana del pasado jueves 10 de marzo, él mismo fue hasta la Corte Constitucional en donde lo esperaban los nueve magistrados en la Sala Plena. Aunque lo hizo en completo sigilo, los detalles de la reunión se conocieron a las horas. En voz del mismo Barbosa se supo que les manifestó su pleno respaldo como fiscal general y les aseguro que había dispuesto un equipo especial únicamente para determinar quién está detrás de las amenazas. Barbosa agregó que ya se han decretado 10 órdenes para investigar los hechos, incluyendo tareas de la Dijín para buscar huellas en el paquete que llegó a la Corte.
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Los resultados que pueda dar la promesa de Barbosa podrían ser claves también para determinar quién está detrás de la amenaza porque, como se sabe, las Águilas Negras fue el nombre que adoptaron varios desmovilizados de las AUC que se volvieron a organizar bajo esa denominación en noviembre de 2003. Como lo contó El Espectador en 2018, el Centro Integrado de Información de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CI3-CO) dictaminó ese año que “no existe un grupo armado denominado “Comando Central de las Águilas Negras de Colombia”. A esa conclusión llegaron los expertos en inteligencia luego de analizar casi 300 panfletos, precisamente como el que llegó a la Corte.
“Las características de los panfletos y la organización de los documentos no corresponden a los que tradicionalmente fueron utilizados por las Águilas Negras”, concluyó el Centro Integrado, que agregó que además “permiten ver una ausencia ideológica en comparación con organizaciones criminalmente estructuradas”. Aunque para las autoridades es claro que los autores de los panfletos no son lo que hace unos años se hacían llamar como las Águilas Negras, como el mismo ministro Molano lo aseguró, lo que es cierto es que ninguna instancia judicial ha dado con los verdaderos cerebros detrás de los mensajes intimidantes.
Eso es, precisamente, lo que quiere establecer Barbosa y su equipo de fiscales. Mientras lo logra, la Corte y sus magistrados reforzaron todas las medidas de seguridad.
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