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Algunos detalles del prontuario del capitán (r) Armando Alberto Pérez Betancourt, alias Camilo, explican por qué es considerado El Monstruo de Catatumbo. Contra Pérez, detenido en Veraguas (Panamá) por la Policía de ese país, hay 81 órdenes de captura y cuatro condenas por homicidio, desaparición forzada y otros delitos de lesa humanidad. Sentencias que suman, por lo menos, 120 años de cárcel. De acuerdo con la Policía de Colombia, "en el Noroccidente del país era considerado como El Monstruo del Catatumbo porque al mando de 1.500 paramilitares, asesinó a por lo menos 5.200 personas y las sepultó en fosas comunes en fincas de Norte de Santander".
Antes de ingresar a las autodefensas, Armando Alberto Pérez Betancourt hizo carrera al interior del Ejército, al parecer, apoyado por el mismo Fidel Castaño, quien supuestamente hizo que a Betancourt lo trasladaran a Córdoba para que le sirviera de informante y le ayudara a entrenar a sus paramilitares. Los mismos que años después cometerían las masacres de La Honduras y La Negra.
En una de sus declaraciones, reveladas por el portal Verdad Abierta, Camilo señala que: "el mismo señor Fidel me dijo que ingresara al Ejército apenas terminara el bachillerato para que le colaborara en estas regiones que estaban en conflicto con la guerrilla. Entonces empecé a averiguar para meterme a la Escuela Militar, pero la carrera era bastante costosa y él me dijo que no había ningún problema y que me la financiaba. Eso fue como en Semana Santa de 1984, cuando estuvimos hablando sobre eso, luego, en mayo del mismo año, Fidel Castaño me mandó dos millones de pesos con el señor Toto Hernández, quien vivía en Montelíbano (Córdoba) y llevaba marramos para vender a la feria ganadera de Medellín".
Y agrega que una de las misiones que le impuso Castaño "era informar a ellos todo. Yo le mandaba decir con Miguel (en referencia a un paramilitar) cuando estaba enterado de alguna operación militar y en mi tiempo libre, les dictaba cursos contraguerrilla; a mí me encargaban de la parte militar únicamente. Le dicté entrenamiento como a 18 personas, quienes eran las que patrullaban. Ellos salían y hacían operaciones ofensivas y regresaban a las fincas Las Tangas, Vijagual y Paraguay, pegadas al municipio de Valencia". Pero en 1996, Camilo fue condenado por el asesinato de un guerrillero. Estuvo preso dos años, hasta que se fugó el 24 de diciembre de 1998 y fue a dar a las autodefensas. Se convirtió rápidamente en el segundo al mando del Bloque Catatumbo, luego de Salvatore Mancuso.
Según las autoridades, Camilo entrenó a miles de paramilitares en algo que denominó la escuela La Acuarela. "Desde allí preparó a sus subalternos para las incursiones armadas en los barrios La Unión, 11 de Febrero y El Triunfo, en Tibú, en las que murieron 21 personas y 5 más quedaron heridas. También impuso las conocidas ‘cámaras de tortura’ que utilizaron los paramilitares en varias zonas del país, como una forma de mostrar su poderío y silenciar supuestos colaboradores de la guerrilla", indicó la Policía.
Y agregó que El Monstruo del Catatumbo "habría ordenado a sus hombres que abusaran sexualmente de 39 mujeres y las sometieran a trabajos domésticos en los municipios de La Gabarra, Campo Dos, El Tarra, Puerto Santander, Sardinata y algunas zonas rurales de Cúcuta. De esa cruel práctica han dado testimonio varios ex integrantes de las Autodefensas". Alias Camilo se desmovilizó en el año 2004 con el Bloque Catatumbo y se vinculó al proceso de Justicia y Paz. De hecho fue visto varias veces en Santa Fe de Ralito (Córdoba), sede de los diálogos con el gobierno de Álvaro Uribe, acompañando a Mancuso.
Pero, luego de colaborar durante un año con la justicia, se escapó de Santa Fe de Ralito y junto a los hermanos Miguel Ángel y Víctor Manuel Mejía Múnera, mejor conocidos como Los Mellizos, conformó la banda criminal de Los Nevados y se dedicó a controlar rutas del narcotráfico desde la Sierra Nevada de Santa Marta. Tras la muerte de Víctor Manuel, en 2008, y la extradición a Estados Unidos de Miguel Ángel, en 2009, Camilo huyó a Venezuela, que se había convertido en el paraíso de los ‘narcos’ y de allí se trasladó a Panamá, donde permaneció hasta hoy que fue capturado por la Policía de Panamá en la ciudad de Veraguas. Según la Policía, Camilo "empezó a evidenciar algunas excentricidades que llamaron la atención de los pobladores. Aunque nunca se le conoció un proyecto urbanístico, el delincuente adquiría vehículos de alta gama y vivía en una vivienda lujosa".
Esto les permitió a las autoridades establecer el lugar exacto donde se escondía el exjefe del bloque Catatumbo y las rutinas que manejaba para evitar ser descubierto. "Con esa información el grupo del Consejo de Seguridad Nacional de Panamá lo detuvo en cumplimiento de una circular roja emitida por INTERPOL y lo dejó a disposición de investigadores colombianos que lo buscaban hace una década".