Armada desactivó explosivos que ELN habría instalado en una balsa en el Río Baudó
La Armada ubicó la pequeña embarcación y logró desactivarla antes de que llegara a la orilla y pudiera causar daños. La guerrilla, además, puso una bandera de la agrupación en la canoa.
La guerrilla del ELN instaló 12 kilogramos de pentolita en una balsa de madera sobre el río Baudó (Chocó). La Armada ubicó la embarcación a la altura del municipio de Pizarro, en el Bajó Baudó, y logró controlar el avance de la canoa.
El general de Infantería Marina, Wilson Mauricio Martínez, señaló que, con la cantidad de explosivos que se encontraron en la balsa, “este grupo criminal habría logrado una afectación letal en 70 metros a la redonda del lugar de la explosión, con posibilidad de causar heridas y daños por esquirlas, hasta los 150 metros”.
El Grupo de Explosivos y Desminado No.2 de la Armada desactivó la carga explosiva de manera controlada y le recordó a la comunidad que, en caso de encontrar algún elemento extraño que haya sido instalado por parte de grupos al margen de la ley cerca a sus viviendas, o en áreas rurales, debe mantener distancia y denunciar de forma inmediata a las autoridades.
“Este tipo de prácticas infunden pánico, terror y zozobra sobre los pobladores que emplean el río Baudó, justo para sus labores cotidianas como el empleo, el comercio o cualquier servicio de salud”, añadió el general Wilson Mauricio Martínez.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
La guerrilla del ELN instaló 12 kilogramos de pentolita en una balsa de madera sobre el río Baudó (Chocó). La Armada ubicó la embarcación a la altura del municipio de Pizarro, en el Bajó Baudó, y logró controlar el avance de la canoa.
El general de Infantería Marina, Wilson Mauricio Martínez, señaló que, con la cantidad de explosivos que se encontraron en la balsa, “este grupo criminal habría logrado una afectación letal en 70 metros a la redonda del lugar de la explosión, con posibilidad de causar heridas y daños por esquirlas, hasta los 150 metros”.
El Grupo de Explosivos y Desminado No.2 de la Armada desactivó la carga explosiva de manera controlada y le recordó a la comunidad que, en caso de encontrar algún elemento extraño que haya sido instalado por parte de grupos al margen de la ley cerca a sus viviendas, o en áreas rurales, debe mantener distancia y denunciar de forma inmediata a las autoridades.
“Este tipo de prácticas infunden pánico, terror y zozobra sobre los pobladores que emplean el río Baudó, justo para sus labores cotidianas como el empleo, el comercio o cualquier servicio de salud”, añadió el general Wilson Mauricio Martínez.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.