Asesinan a “Beto” Rentería, antiguo capo del cartel del norte del Valle
Sentado en el cuarto donde se hospedaba, y con 75 años, Carlos Alberto Rentería fue ultimado por sicarios en el barrio Sajonia de Tuluá, en el Valle del Cauca. El exmiembro del cartel del Norte del Valle había cumplido condena en EE.UU. por narcotráfico e, inclusive, tuvo su propio personaje en la novela El Cartel de los Sapos.
La noche del 16 de septiembre en el barrio Sajonia de Tuluá, en el Valle del Cauca se alteró con los estruendos de una ráfaga de disparos. Alrededor de las 9:00 p.m., un sicario llegó a la casa donde se hospedaba Beto Rentería, antiguo capo del cartel del Norte del Valle, y le disparó en la cabeza y en el pecho aprovechando que estaba cerca de una ventana. Tras el asesinato, el determinador escapó de la escena en una motocicleta.
Carlos Alberto Rentería, alias Beto, era un miembro reconocido de uno de los carteles de narcotráfico más grandes de Colombia: la organización del norte Del Valle. En los años ochenta, Rentería empezó a traficar con cocaína y luego, tras la caída del cartel de Medellín, ayudó a consolidar el poder de su organización en el Valle del Cauca. “Tenía funciones en el movimiento de cargamentos de droga, asesinatos de los enemigos del cartel e iniciativas de soborno para obtener protección política”, según información de el Departamento de Estado de EE.UU.
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A pesar de manejar un bajo perfil, Beto Rentería fue individualizado en la década de los noventa por miembros de los servicios de inteligencia colombianos. Era conocido por viajar a Argentina constantemente, siempre afeitando su bigote para tratar de no ser interceptado por las autoridades, pues en los carteles de búsqueda de la Policía Nacional lucía como el mismo Pablo Escobar.
De acuerdo con información del Departamento de Estado de EE.UU., el excapo del cartel del Norte del Valle conspiró para fabricar y distribuir cocaína destinada a la importación clandestina a México y, así mismo, a los Estados Unidos. Además, fue socio de Orlando Henao Montoya, máximo jefe de la organización, conocido por manejar los laboratorios de cocaína de los hermanos Rodríguez Orejuela y por haber sido el presunto perpetrador del magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado en 1995, según hipótesis de la Fiscalía.
El 11 de marzo de 2004, Beto Rentería fue acusado formalmente por un gran jurado federal en Washington D.C. por narcotráfico y lavado de activos derivados de sus actuaciones en el Cartel del Norte del Valle. Se emitió una orden judicial de arresto porque entre 1990 y 2004, según la acusación, la organización exportó aproximadamente 500 toneladas métricas de cocaína por valor de más de $ 10 millones desde Colombia a los Estados Unidos. La DEA ofreció 5 millones de dólares de recompensa por su captura.
Seis años después, el 5 de julio de 2010, el exnarcotraficante fue capturado en Valencia, Venezuela, en una operación en conjunto con miembros de inteligencia británicos. “Voy a hablar con el ministro de la Defensa y con el señor General Óscar Naranjo, comandante de la Policía”, comentó el entonces presidente Álvaro Uribe, quien buscaba el traslado de Rentería a Colombia. Luego de una semana, Rentería fue extraditado en un avión de la DEA acompañado de los narcos Luis Frank Tello Candelo, alias el Loco Frank, y Carlos Ojeda, alias el Ingeniero del mar.
En febrero de 2018, con 74 años, Rentería volvió a Colombia tras cumplir su condena en EE.UU. En el mismo Aeropuerto El Dorado, en Bogotá, fue capturado por la Fiscalía a raíz de un proceso en su contra por lavado de activos. Al momento de su regreso se veía mucho más delgado, con el pelo gris y lentes de marco grueso. En el último tiempo fue vinculado con la organización criminal Los Guacamayos, junto con deportados de EE.UU. como Pacho Garra y el clan de los Piraña.
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Beto Rentería habría sido asesinado con dos disparos en la cabeza, de una pistola 9 milímetros. Miembros del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía recogieron su cuerpo y adelantarán las investigaciones. Será transportado a Medicina Legal de Cali, donde se realizará la respectiva necropsia. Como dato curioso, el exnarcotraficante tuvo su propio personaje -alias el Primo- en la segunda temporada de El Cartel de Los Sapos, la novela de Caracol que se inspiró en el libro de un antiguo integrante del cartel del norte del Valle. A Rentería lo interpretó el actor Luis Fernando Montoya, quien murió en junio de 2018 por un cáncer de garganta.
La noche del 16 de septiembre en el barrio Sajonia de Tuluá, en el Valle del Cauca se alteró con los estruendos de una ráfaga de disparos. Alrededor de las 9:00 p.m., un sicario llegó a la casa donde se hospedaba Beto Rentería, antiguo capo del cartel del Norte del Valle, y le disparó en la cabeza y en el pecho aprovechando que estaba cerca de una ventana. Tras el asesinato, el determinador escapó de la escena en una motocicleta.
Carlos Alberto Rentería, alias Beto, era un miembro reconocido de uno de los carteles de narcotráfico más grandes de Colombia: la organización del norte Del Valle. En los años ochenta, Rentería empezó a traficar con cocaína y luego, tras la caída del cartel de Medellín, ayudó a consolidar el poder de su organización en el Valle del Cauca. “Tenía funciones en el movimiento de cargamentos de droga, asesinatos de los enemigos del cartel e iniciativas de soborno para obtener protección política”, según información de el Departamento de Estado de EE.UU.
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A pesar de manejar un bajo perfil, Beto Rentería fue individualizado en la década de los noventa por miembros de los servicios de inteligencia colombianos. Era conocido por viajar a Argentina constantemente, siempre afeitando su bigote para tratar de no ser interceptado por las autoridades, pues en los carteles de búsqueda de la Policía Nacional lucía como el mismo Pablo Escobar.
De acuerdo con información del Departamento de Estado de EE.UU., el excapo del cartel del Norte del Valle conspiró para fabricar y distribuir cocaína destinada a la importación clandestina a México y, así mismo, a los Estados Unidos. Además, fue socio de Orlando Henao Montoya, máximo jefe de la organización, conocido por manejar los laboratorios de cocaína de los hermanos Rodríguez Orejuela y por haber sido el presunto perpetrador del magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado en 1995, según hipótesis de la Fiscalía.
El 11 de marzo de 2004, Beto Rentería fue acusado formalmente por un gran jurado federal en Washington D.C. por narcotráfico y lavado de activos derivados de sus actuaciones en el Cartel del Norte del Valle. Se emitió una orden judicial de arresto porque entre 1990 y 2004, según la acusación, la organización exportó aproximadamente 500 toneladas métricas de cocaína por valor de más de $ 10 millones desde Colombia a los Estados Unidos. La DEA ofreció 5 millones de dólares de recompensa por su captura.
Seis años después, el 5 de julio de 2010, el exnarcotraficante fue capturado en Valencia, Venezuela, en una operación en conjunto con miembros de inteligencia británicos. “Voy a hablar con el ministro de la Defensa y con el señor General Óscar Naranjo, comandante de la Policía”, comentó el entonces presidente Álvaro Uribe, quien buscaba el traslado de Rentería a Colombia. Luego de una semana, Rentería fue extraditado en un avión de la DEA acompañado de los narcos Luis Frank Tello Candelo, alias el Loco Frank, y Carlos Ojeda, alias el Ingeniero del mar.
En febrero de 2018, con 74 años, Rentería volvió a Colombia tras cumplir su condena en EE.UU. En el mismo Aeropuerto El Dorado, en Bogotá, fue capturado por la Fiscalía a raíz de un proceso en su contra por lavado de activos. Al momento de su regreso se veía mucho más delgado, con el pelo gris y lentes de marco grueso. En el último tiempo fue vinculado con la organización criminal Los Guacamayos, junto con deportados de EE.UU. como Pacho Garra y el clan de los Piraña.
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Beto Rentería habría sido asesinado con dos disparos en la cabeza, de una pistola 9 milímetros. Miembros del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía recogieron su cuerpo y adelantarán las investigaciones. Será transportado a Medicina Legal de Cali, donde se realizará la respectiva necropsia. Como dato curioso, el exnarcotraficante tuvo su propio personaje -alias el Primo- en la segunda temporada de El Cartel de Los Sapos, la novela de Caracol que se inspiró en el libro de un antiguo integrante del cartel del norte del Valle. A Rentería lo interpretó el actor Luis Fernando Montoya, quien murió en junio de 2018 por un cáncer de garganta.