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El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) dio a conocer que uno de sus guardias fue asesinado en la entrada de la Cárcel de mediana seguridad de Buga. Se trata del Dragoneante Leider Romo Rojas, a quien le dispararon con un arma de fuego en la cabeza. Así mismo, en Tuluá se presentó un atentado en contra del dragonenante Nicolás Torres Noreña. Debido a las heridas, el hombre tuvo que ser trasladado a la clínica más cercana.
Las autoridades informaron que el homicidio de Romo Rojas sucedió a las 6:50 de la mañana, cuando el funcionario se dirigía a la cárcel para comenzar con su jornada laboral. En hechos similares resulto herido Torres Noreña, quien también fue atacado con un arma de fuego y en este momento se encuentra bajo observación médica. El Inpec rechazó y lamentó este tipo de hechos delictivos en contra de sus funcionarios.
Previo a estos hechos, el director del INPEC Daniel Gutiérrez, recibió una amenaza firmada por los magos, una subestructura de la banda criminal, la Inmaculada. En ella le advertían que debía dejar de trasladar a los hombres pertenecientes a esta banda o de lo contrario comenzarían a asesinar a sus guardias. El comunicado eran enfático en que planeaban atacar con fuerza a los funcionarios si el director continuaba con su trabajo.
Desde febrero, el Gobierno nacional declaró emergencia carcelaria en todos los centros penitenciarios del país como respuesta a los múltiples ataques que ha sufrido el personal del INPEC en Cartagena, Jamundí y Tuluá. La decisión permitía diferentes medidas presupuestales y de seguridad, además se solicita el apoyo adicional de la fuerza pública para reforzar la vigilancia y la seguridad en los centros penitenciarios.
El Inpec explicó que se ha evidenciado un aumento del 100%, respecto al año pasado, en los incidentes de seguridad relacionado con personal penitenciario. Explicaron que dos personas han perdido la vida, además se han presentado cinco atentados y diez amenazas directas en contra de los funcionarios. Para el ministro de Justicia, esta intensificación en los ataques correspondería al éxito en los operativos que han tenido la Policía y el Inpec, especialmente en su lucha por la desarticulación de la banda La Inmaculada y en su lucha contra la corrupción al interior de los centros, con el denominado plan Dominó.
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