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Cuando regresaba a su casa, luego de una jornada laboral como director de la cárcel La Modelo de Bogotá, fue asesinado el coronel (r) Élmer Fernández Velasco. El crimen ocurrió en la carrera 30 con calle 80, en la localidad de Barrios Unidos. El hecho lo confirmó el propio ministro de Justicia, Néstor Osuna, quien lamentó ser el vocero de la noticia. Administrador de empresas, con posgrado en gerencia de recursos humanos y una maestría en seguridad pública, Fernández Velasco murió sentado en la silla del copiloto de su vehículo por una sola bala que atravesó el vidrio y se alojó en su cabeza.
El asesinato del director de La Modelo se convierte en el crimen de más alto nivel desde que empezó una guerra a muerte entre presos de diferentes grupos armados y las autoridades, como el Inpec, que ha reforzado la seguridad y las condiciones de reclusión de miles de presos en el país. En medio de esa confrontación es que el propio Fernández Velasco había recibido amenazas en su contra y también a su familia. De hecho, hace una semana, luego de una brigada de inspección a las celdas de La Modelo, el director recibió panfletos en los que se le advirtió que, si seguía con las requisas, le matarían a la familia.
Fuentes policiales informaron que tras el asesinato de Fernández Velasco, el director de la Policía, el general William Salamanca, ordenó de inmediato un plan candado para dar con los autores del crimen. Además, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, anunció un consejo de seguridad para evaluar la situación. Mientras avanzas las investigaciones judiciales, fuentes del Inpec le contaron a este diario que el hecho tendría que ver con un preso del patio cuatro de La Modelo. “Amenazó al director de la prisión y a su familia tras la realización de unas requisas en zona del centro de reclusión”, explicaron.
El asesinato del director de La Modelo, además, coincide con varios hechos de seguridad en la propia cárcel: varios funcionarios reportaron que, en los últimos días, también se han escuchado disparos al rededor del penal para intimidar a los guardias. Aunque Fernández Velasco es la víctima más reciente de esta guerra a muerte, desde hace meses funcionarios del Inpec vienen denunciando la compleja situación de seguridad que enfrentan y que, con el caso del director de la cárcel en Bogotá, el asunto se torna aún más crítico, pues ya van al menos cinco personas asesinadas en este 2024.
Precisamente debido a la situación de seguridad, en febrero pasado el gobierno decretó la emergencia carcelaria en todos los centros penitenciarios del país. El Inpec había reportado un aumento del 100% en los incidentes de seguridad relacionados con su personal, respecto al año pasado, con registros de ataques en Cartagena, Jamundí, Tuluá, Buga y Bolívar. Además de haber identificado al menos diez amenazas directas contra sus funcionarios. En el mes de abril, las autoridades reportaron tres asesinatos, uno de ellos en la entrada de la cárcel de Mediana Seguridad de Buga, cuando un funcionario se disponía para iniciar su jornada.
En su momento, el ministro Osuna argumentó que la intensificación de los ataques correspondía al éxito que estaban teniendo los operativos de la Policía y el Inpec, especialmente en su lucha por la desarticulación de bandas delincuenciales y contra la corrupción al interior de los centros, con el denominado Plan Dominó. Entre las medidas con las que el gobierno buscaba contrarrestar esta crisis estaba el aumento presupuestal y de seguridad, incluyendo, incluso, la posibilidad de solicitar auxilio inmediato de las fuerzas militares y de la Policía. Según el sindicato del Inpec, Élmer Fernández Velasco andaba solo en una camioneta gris oscura, pese a que había insistido en que las amenazas en su contra se podían concretar en cualquier momento.
La última de esas advertencias llegó el pasado 10 de mayo, con un panfleto anónimo en el que se anunciaba un plan pistola en contra de todos los funcionarios. Con todas las alertas encendidas, el director de La Modelo estaba desprotegido en la tarde de este jueves 16 de mayo. Ni tenía escoltas ni un carro blindado, pese a que, según funcionarios del Instituto, ya había pedido un esquema de seguridad a la Unidad Nacional de Protección (UNP). El director del Inpec, el coronel Daniel Gutiérrez, pidió celeridad en las investigaciones por el asesinato y concluyó: “Hacemos un llamado a construir una sociedad donde el odio y la violencia no tengan cabida”.