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El vicefiscal General, Fernando Perdomo informó este lunes que el ente investigador seguirá adelantando las pesquisas en el proceso que se adelanta por el asesinato del ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, registrada el 30 de abril de 1984.
En su declaración, el vicefiscal General manifestó que este asesinato tiene todas las características para ser enmarcado como un crimen de lesa humanidad, indicando que se trató de un ataque sistemático perpetrado por el Cartel de Medellín en contra de un grupo de personas. (Ver Asesinado el ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla)
En la decisión tomada por el fiscal octavo de derechos humanos se manifiesta que no hay hechos totalmente esclarecidos dentro de esta investigación, considerando que si bien ya fueron condenados dos sicarios del Cartel de Medellín se trata de determinar otras personas por fuera de dicho grupo narcotraficante en este crimen.
“Aún toca seguir recaudando material probatorio para avanzar en la confirmación o para avanzar en el represamiento de esas hipótesis delictivas que se han manejado”, indicó el vicefiscal General.
"Este caso llegó a la Fiscalía en 2007 y se han logrado identificar los autores materiales pero aún hay testimonios que recoger de personas vinculadas al cartel de Medellín", indicó Perdomo,
En este sentido la Fiscalía General indicó que hay mucho material probatorio por recaudar en este crimen, por lo que se le solicitará a un juez de la República que decida si se declara o no dicho crimen como de lesa humanidad lo cual permitiría que no prescriba.
Para esto, la Fiscalía General recogerá los testimonios de John Jairo Velásquez Vásquez, más conocido con el alias de 'Popeye' y Carlos Mario Alzate, alias 'Arete', quienes hacían parte del grupo de sicarios de Escobar Gaviria, con el fin de establecer quiénes fueron los autores materiales e intelectuales.
Lara Bonilla fue protagonista de múltiples debates con el fin de destapar la relación de Pablo Escobar Gaviria con el tráfico de drogas y varios crímenes relacionados con éste en el departamento de Antioquia y otras regiones del país.
Pagaron 20 mil dólares por el crimen
Lara Bonilla fue asesinado en la noche del 30 de abril de 1984 cuando se dirigía en su vehículo oficial a su despacho judicial ubicado en el norte de Bogotá.
En ese momento un sicario que se ubicó al lado del carro y le descargó toda su ametralladora, dejándolo gravemente herido.
Una patrulla de la policía que acompañaba al ministro lo llevó de urgencia a una clínica donde murió pocas horas después debido a que las balas habían tocado puntos vitales.
Uno de los atacantes murió cuando uno de los agentes que escoltaban al ministro le contestó con una ametralladora, mientras que el segundo, que conducía la motocicleta, cayó herido y fue detenido para ser interrogado.
El hombre identificado como Byron Velásquez Arenas le aseguró a la Policía que le habían pagado 20.000 dólares para atentar en contra de la vida del ministro de Justicia.
En la planeación del crimen participaron más de siete personas quienes fueron contactadas en Itagüí por un individuo de unos 35 años, para que asesinaran "a un señor que le debe varias libras de coca al patrón”.
Se alojaron en la habitación 305 del Hotel Continental, en la zona céntrica de la capital, donde les impartieron las instrucciones pertinentes para el asesinato del Ministro que provocó la indignación de varios sectores del país.