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Han sido dos semanas de suspenso tipo película de Alfred Hitchcock en la Corte Constitucional. Primero por la decisión que tomó sobre el expediente en contra de Álvaro Uribe. Y segundo por la decisión, que no fue, sobre la despenalización del aborto. La historia tuvo de todo: filtraciones, encierro al estilo de cónclave en el Vaticano, llamadas de expresidentes, reputados abogados y ministros, la molestia de los magistrados por un salvamento de voto de uno de ellos y una declaración en prensa de otro jurista que terminó en un desenlace que necesita un segundo episodio. Todo por cuenta de una frase del magistrado Alejandro Linares en una entrevista en vivo que terminó por suspender lo que prometía ser la noticia del año.
La intervención la hizo el jueves 11 de noviembre, justamente después de que su ponencia fuera aprobada en Sala Plena y quedara claro que, en la investigación penal en su contra, el expresidente Uribe sí fue imputado. Linares, en medio de una explicación de la sentencia, se refirió a la discusión que tenía los días contados en la Corte: el aborto. “En ese tema uno escucha múltiples opiniones. Uno tiene los hijos de uno que le dicen papá estoy de acuerdo contigo en la despenalización del aborto, o no estoy de acuerdo contigo en la despenalización del aborto, cada individuo tiene una visión muy personal de lo que debería ser un fallo de la Corte (…) la labor más importante de un magistrado es escuchar a todo el mundo y después fallar calladamente y sin presiones”, fueron las palabras del magistrado.
La intervención provocó el freno en seco de la decisión que, por términos, debía conocerse ayer. Linares fue recusado y él mismo presentó un impedimento. La Sala Plena, en lugar de dedicar sus dos últimos encuentros de esta semana a la discusión jurídica de si es necesario despenalizar el aborto, tuvo que atender ambos recursos. Pero no logró ponerse de acuerdo y la votación para aceptar o rechazar el impedimento quedó empatada cuatro a cuatro. La decisión dejó a más de uno al borde del asiento, pues todo estaba listo para conocer una determinación de fondo. La indignación no se hizo esperar, especialmente de la organización Causa Justa, que presentó la demanda que pide la despenalización total del aborto. Aunque el debate no ha acabado, este es el panorama a hoy de este histórico expediente.
El que va a desempatar
Después del empate en la Sala el pasado jueves 18 de noviembre, lo que sí alcanzó a definir la Corte es que es el jurista Hernando Yepes Arcila será el conjuez que desempate la votación del impedimento de Linares. Su decisión determinará si el magistrado puede o no participar de la discusión del expediente, un voto crucial para la despenalización total del aborto —en decisiones pasadas ha dicho que apoya esa idea—. Sin embargo, ya es evidente la preocupación de algunos sectores por la tarea que tiene el abogado Yepes, pues desde hace años se sabe de su cercanía con tendencias más conservadoras. Un tema que, dicen cercanos a la Corte, podría influir en su decisión.
Sin embargo, la experiencia le sobra. Es doctor en Derecho. Fue magistrado de la Corte Suprema de Justicia en la Sala Constitucional y magistrado de la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura. Además, participó en la Constituyente para la Constitución vigente, precisamente en representación del partido Conservador. El regreso de Yepes a una alta corte, sin embargo, todavía no se ha dado. El jurista debe posesionarse ante la Sala Plena de la Corte Constitucional y sólo en ese momento podrá conocer el expediente que tiene que resolver. Un caso que, según fuentes cercanas al proceso, podría tardar entre dos y tres semanas.
¿Y si aceptan el impedimento?
De encontrar fundado el impedimento de Linares, la decisión de Hernando Yepes significaría que el magistrado no puede participar del debate cuyo fondo es decidir si el aborto se puede despenalizar en Colombia. Un golpe que sería casi mortal para la intención que tiene el magistrado ponente del caso que está en estudio actualmente (hay otro expediente prácticamente igual, pero en el despacho de otro jurista). El proyecto de fallo, del presidente de la Corte, Antonio Lizarazo, propone eliminar el aborto como delito del Código Penal por ser una práctica que va en contra de los derechos de las mujeres, niñas y personas gestantes. Posición que apoyarían Linares y otros dos magistrados: Alberto Rojas Ríos (el ponente de esa otra demanda) y José Fernando Reyes.
¿Qué pasa si no acepta el impedimento?
Si Yepes rechaza el impedimento, Linares quedaría habilitado para participar en el debate en Sala Plena y la votación a favor de la ponencia tendría más apoyo. Los magistrados que votarían en contra serían: Paola Meneses, Cristina Pardo, Jorge Enrique Ibáñez y Gloria Ortiz. En total, cuatro. Y a favor: Lizarazo, Rojas, Reyes y Linares. Por ahora, el voto para desequilibrar la balanza lo tendría la magistrada Diana Fajardo que, aunque no ha sido clara su intención, fuentes cercanas al alto tribunal le confirmaron a este diario que se estaría inclinando a apoyar el argumento de la despenalización del aborto. Aunque no se descarta que Ortiz e Ibáñez pidan una fórmula mixta (que el aborto sea libre hasta la semana 14) . Por estas cuentas, el voto de Linares es crucial para el futuro de este fallo posiblemente histórico.
Las implicaciones del frenazo en seco
Antes de las declaraciones de Linares, la Corte tenía un plan claro: empezar con las intervenciones del fondo de la discusión el jueves 18 de noviembre. Habían pactado, incluso, que cada magistrado tendría una hora para hacer el debate más ágil y tener una decisión lo más pronto posible. La semana arranca, sin embargo, con la recusación de una abogada en contra de Linares (por la misma declaración en prensa) y, en seguida, con el impedimento presentado por él mismo. Con ambos recursos, los términos del expediente se suspendieron. Con un ingrediente extra: la molestia que causó el salvamento de voto del magistrado Rojas Ríos en el caso Uribe en varios de sus colegas.
El togado puso en tela de juicio la decisión y expresó: “la Corte Constitucional ha borrado de un plumazo el debido proceso (...) esta decisión quedará para la historia cubierta en sombras e incertidumbre”, pues se está desconociendo el mandato constitucional que indica que nadie podrá ser juzgado, sino con “la observancia de la plenitud de las formas propias de cada juicio”. Para mantener la cordialidad en la Sala, no se discutió nada, expresó una fuente de la Corte, quien agregó que es evidente que las palabras de Rojas despertaron el malestar en sus compañeros. “Por eso tal vez no es tan desafortunado el frenazo en la votación del aborto, pues en unos días el ánimo puede mejorar”, agregó la fuente.
Aunque esa perspectiva la compartió otra funcionaria de la Corte a este diario, para quienes presentaron la demanda que debía solucionarse esta semana, aplazar la votación es una decisión desafortunada. “Cada día que pasa sin eliminar el delito de aborto del Código Penal es una condena para las mujeres y niñas en Colombia”, expresó el colectivo Causa Justa, compuesto por más de 45 organizaciones que trabajan en favor de los derechos de las mujeres.
Y ahora, ¿cuándo?
Quizás una de las implicaciones más problemáticas de la salida en falso del magistrado Linares es que la discusión sobre el aborto quedó aplazada y no es claro cuándo podría haber una decisión. Esto, según las demandantes, es problemático, no solo porque hace un año que se interpuso la demanda y no se ha solucionado, sino porque aumenta la incertidumbre. “Hacemos un llamado a la Corte a tomar una pronta decisión. De lo contrario, en un país en donde el acceso al aborto es limitado y difícil por las múltiples barreras de acceso al servicio, las niñas y las mujeres que viven en contextos de vulnerabilidad seguirán siendo impactadas y criminalizadas de manera desproporcionada. Son ellas quienes exponen su vida en abortos inseguros por miedo a acudir a los servicios de salud”, expresó Causa Justa.
Este diario quiso preguntarle al presidente del alto tribunal, Antonio José Lizarazo, sobre las implicaciones de la demora e indagar sobre cuándo podría convocar a una Sala para posesionar al conjuez Yepes, pero no obtuvo respuesta. Mientras tanto, la preocupación aumenta pues la vacancia judicial está a cuatro semanas y, con ella, el riesgo de que este año tampoco haya decisión.