Así extorsionan desde la cárcel
Investigaciones del Gaula identificaron que de las llamadas extorsivas en 2014, desde centros penitenciarios se hicieron 407.
Valentina Obando Jaramillo, vobando@elespectador.com /@valentinaoj
El acceso a un teléfono basta para que un interno de una cárcel, usando engaños o amenazas, pueda llenar sus bolsillos. En Colombia, las cárceles no son solo un lugar de reclusión y resocialización sino que, en gran medida, son semilla de muchos delitos. Una muestra de ello son las cifras de extorsión y estafa que se producen desde centros penitenciarios. De 4.848 casos en 2014, desde un establecimiento carcelario se realizaron 407. Para las autoridades, en más del 50% de los casos hay involucrada una persona cercana a la víctima.
Vacunas que van desde los $1.000 semanales hasta solicitudes por millonarias cantidades, se coordinan vía telefónica desde las celdas. Según el Gaula de la Policía, gracias a las denuncias de las víctimas, en 2014 se logró evitar que $706 millones llegaran a bolsillos de presos a través de extorsiones. Agregaron que los reclusos utilizan alias de comandantes de organizaciones criminales, como los Urabeños, los Rastrojos y la columna Teófilo Forero de las Farc. Algunos ejemplos de los motes que utilizan son: el Paisa, Gavilán, Jean Carlos y Roberto.
Las autoridades señalaron que también suelen pedir medicamentos —glucantine, un tratamiento para la leishmaniasis—, uniformes y armas, para que las víctimas, al creerse incapaces de conseguir estos artículos, accedan a entregar dinero. Para el Gaula, las extorsiones desde las cárceles tienen una particularidad y es la rapidez con la que se pide la transacción, pues advierten que debe hacerse el mismo día. Normalmente los reclusos tienen contactos afuera que les dan información personal de las víctimas o, en ocasiones, la consiguen usando el directorio telefónico.
Mientras el secuestro ha disminuido considerablemente en los últimos años —en 2000 se registraron 3.572 secuestros y en 2014 la cifra cayó a 283—, la extorsión y la estafa son dos delitos que han tomado fuerza y ahora se ubican dentro de la lista de los más combatidos. En el pasado los secuestros eran cometidos casi exclusivamente por grupos al margen de la ley. Hoy, según datos del Gaula, más del 80% de estos son realizados por delincuencia común.
Para el coronel Fabio López, director del Gaula de la Policía, el incremento en las cifras de extorsión se debe a dos asuntos particulares: el aumento de las denuncias y a que fenómenos como la desmovilización de grupos armados ilegales han generado un incremento tangible en la delincuencia común. Según explicó el coronel, “extorsionar es más fácil que secuestrar”, porque no requiere de una gran logística y se corren menos riesgos.
Entre la extorsión y la estafa no existen grandes diferencias. Sin embargo, se puede saber que en la estafa el engaño lleva a una entrega voluntaria del dinero. Contrario a la extorsión, que utiliza la amenaza. Un ejemplo de estafa son las populares llamadas ganadoras, aquellas donde la víctima supuestamente ha obtenido un premio y para reclamarlo debe realizar una consignación (ver recuadro).
La denuncia es para las autoridades la mejor estrategia para luchar contra estos delitos, pues en la mayoría de los casos, una persona que cede ante una extorsión o una estafa, sigue siendo víctima en más ocasiones. Según el Gaula, los delincuentes tienen el lema de “el que paga rápido, paga dos veces”.
Una llamada extorsiva
Preso: Aló, ¿con quién hablo?
Víctima: Con Luz Marina.
Preso: Doña Luz Marina, espere le paso a su sobrino.
Preso 2: Aló, tía, ayúdeme, ayúdeme que me tienen detenido.
Víctima: Mauro, ¿qué le pasa?
Preso: Aló.
Víctima: ¿Usted tiene a mi sobrino?
Preso: Es que estamos aquí en un puesto de control de Policía, yo soy el sargento Diego Pérez, lo que pasa es que en un registro que le hicimos al vehículo de su sobrino él venía con unas armas.
Víctima: No, ¿cómo así, sargento?, dígame qué debo hacer.
Víctima: Pues dígame si está dispuesta a colaborar, necesitamos $5 millones o de lo contrario nos tocará dejar detenido a su sobrino.
‘Pague por su seguridad’
Preso: Aló, señor, ¿cómo me le ha ido cómo ha estado?
Víctima: Sí, dígame. ¿Con quién hablo?
Preso: Con el comandante ‘Fredy García’, mucho gusto. Es que yo por acá me estoy comunicando con usted para una reunión de seguridad social. Para una reunión de seguridad social que vamos a realizar por acá cerca de Montería, eso es yendo para Arboletes.
Víctima: ¿Una reunión de qué o sobre qué?
Preso: Es una reunión en la vía Arboletes, eso es por ahí por el corregimiento los Garzones en la vía al Faro, es en una finca por cuestión de seguridad, ¿por qué por cuestión de seguridad? Es una reunión con 30 personas con las cuales vamos a tener una charla política militar, vamos a tratar los tres puntos: la temática, política y la problemática. ¿Correcto?
Víctima: ¿Y qué grupo son ustedes?
Preso: Somos del movimiento político militar resistencia civil alzados en armas antisubversivos portadores de un nuevo sistema de Estado conocido como los Urabeños, grupos gaitanistas paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia que estamos operando y haciendo presencia y obteniendo el control del departamento de Córdoba, patrón.
Víctima: ¿Y qué necesitaban de mí?
Preso: Pues patrón para que usted entre a la reunión. Allá les vamos a entregar a ustedes un código de movilización, nosotros retomamos el control de la jurisdicción y venimos acá a la zona con orden de operatividad. Estamos operando Montería, erradicando lo que es la delincuencia común, el aumento de la prostitución y matando todo lo que son informantes y colaboradores de las Farc en la zona rural. Estamos en Tierra Alta, Lorica, Arboletes, por diferentes municipios peleando el control, por eso queremos que usted asista y sea partícipe de esta reunión tan importante, reciba su código de movilización y un paz y salvo con nuestra organización.
Víctima: Pero, ¿cuál sería la participación mía ahí?
Preso: Don Rafael, usted ha sido un docente acá muy conocido en el departamento y queremos que usted asista a esa reunión que es con 30 personas del sector docente. Con ustedes nos vamos a reunir, entregarles un paz y salvo y les vamos a pedir una contribución, un aporte para un radio de comunicación Motorola vertiz 930 ¿correcto?
Víctima: ¿Y de cuánto sería la contribución?
Preso: La contribución es de $550.000 que vale el radio. Es lo que se les va a pedir como contribución para que ustedes puedan seguir trabajando. De parte de nosotros nunca se le ha molestado, don Rafael nunca se le ha ido a intimidar, a quitar el pan de la boca. Nosotros nos financiemos de narcotráfico, de los grandes ganaderos. Hasta el momento no habíamos necesitado, pero ahora los enfrentamientos que hemos tenido con la Fuerza Pública, peleando el control, tenemos unos muchachos incomunicados por Tierra Alta.
Víctima: Y entonces…
Preso: Nosotros tenemos un canal proveedor que nos está dando los radios de comunicación. Tenemos dos canales, uno que nos provee los materiales de guerra y el segundo canal es el proveedor de los radios de comunicación Motorola que es un señor que se llama Bernardo Arias y tiene la empresa en Montelíbano.
Venga, y ¿cómo hago para comunicarme con ustedes? Un número de teléfono o algo
Preso: ¿Para comunicarse con Don Bernardo Arias el gerente de la empresa?
Víctima: No, pues con los comandantes.
Preso: Patrón, habla conmigo, con el comandante ‘Fredy’ ¿Le doy el número telefónico del comandante ‘César’?
Exacto un número telefónico para comunicarme con ustedes porque cómo hago.
Preso: Pero si podemos confiar en usted. Igualmente a usted nunca los Urabeños lo han molestado. El grupo gaitanista, nunca se le ha venido a intimidar ni a quitar el pan de la boca. Por eso le estamos explicando que lo estamos haciendo es por única vez, no es una vacuna, un impuesto de guerra cada mes, cada seis meses o cada año que le vamos a pedir nosotros. Una contribución para que usted pueda seguir viviendo tranquilamente la vida y trabajando. Vamos a estar nosotros para servirle a ustedes.
Víctima: ¿Y esa cuota sería anual, mensual?
Preso: No patrón, es una sola cuota la que le vamos a pedir y no va a ser ni anual ni mensual. Una contribución para seguir trabajando. Esto no solo se le está pidiendo a usted sino también comercio y al sector salud. Es una única contribución y por eso le vamos entregar un paz y salvo. Si usted me dice que va a ir a la reunión yo me encargo de mandarle a dos de mis hombres. Ellos le van a entregar un sobre papel manila con las coordenadas de la reunión. Si usted me dice que no viene por motivos personales o por una vuelta, yo puedo hacer que usted pase antes la contribución porque eso es de carácter irreversible.
Víctima: O sea que si en el momento no puedo contribuir con la causa…
Preso: ¿No nos puede colaborar?
Víctima: No en el momento no porque no cuento con dinero
Víctima: Preso: (Cuelga)
“¡El que piensa, pierde!”
Víctima: Sí, buenas tardes, lo que pasa es que a mí me llegó un mensaje de texto que decía que me comunicara a este número telefónico porque había ganado $15 millones.
Preso: Sí, efectivamente usted ha sido uno de los ganadores de este sorteo de la alianza del Canal Caracol y RCN de $15 millones. Para comenzar, regáleme el nombre y el número de celular de dos de sus familiares que quieran ser beneficiados en el próximo sorteo.
Víctima: Espérate miro aquí en la libretica. Vea. Voy a poner a mi hermano y una de mis sobrinas, mi hermano se llama Ramón y mi sobrina Claudia*. Los número son ...
Preso: Ahora, para hacer efectivo su premio de $15 millones tiene que hacer una recarga de $500.000 al número en el cual recibió el mensaje de texto.
Víctima: O sea, ¿al número ese de donde me enviaron el mensaje, a ese es el que le tengo que recargar $500.000 para reclamar los $15 millones?
Preso: Luego de que confirmemos que ha hecho efectiva la recarga de los $500.000, nos comunicaremos con usted para decirle dónde y cómo reclamar los $15 millones.
Víctima: Ah, bueno, listo y yo… mejor dicho yo voy a ir a hacer la recarga y vuelvo y me comunico entonces.
Preso: Y recuerde que solo tiene 30 minutos para hacer la recarga de los $500.000, porque ¡el que piensa, pierde!
Víctima: Bueno, bueno, yo voy a ir a hacer la recarga. Llamo y le confirmo entonces.
Preso: Estaremos en contacto.
Un peligroso mensaje de texto
“Tía, anoche venía de Ecuador y pasando Pasto me detuvieron en un retén. Lo que más me afana es que el señor del camión que lleva el trasteo no vio cuando me detuvieron y él no sabe a dónde ni a quién entregarle el trasteo. Llámelo, él se llama Víctor, el teléfono es……..Tía, en el equipo hay 350 mil dólares, recupéralos y guárdalos, el trasteo te lo regalo, me toca apagar el celular”.
*Se estima que diariamente estos mensajes de textos son enviados a cerca de 50 personas, de las cuales entre dos y cinco caen en la trampa.
El acceso a un teléfono basta para que un interno de una cárcel, usando engaños o amenazas, pueda llenar sus bolsillos. En Colombia, las cárceles no son solo un lugar de reclusión y resocialización sino que, en gran medida, son semilla de muchos delitos. Una muestra de ello son las cifras de extorsión y estafa que se producen desde centros penitenciarios. De 4.848 casos en 2014, desde un establecimiento carcelario se realizaron 407. Para las autoridades, en más del 50% de los casos hay involucrada una persona cercana a la víctima.
Vacunas que van desde los $1.000 semanales hasta solicitudes por millonarias cantidades, se coordinan vía telefónica desde las celdas. Según el Gaula de la Policía, gracias a las denuncias de las víctimas, en 2014 se logró evitar que $706 millones llegaran a bolsillos de presos a través de extorsiones. Agregaron que los reclusos utilizan alias de comandantes de organizaciones criminales, como los Urabeños, los Rastrojos y la columna Teófilo Forero de las Farc. Algunos ejemplos de los motes que utilizan son: el Paisa, Gavilán, Jean Carlos y Roberto.
Las autoridades señalaron que también suelen pedir medicamentos —glucantine, un tratamiento para la leishmaniasis—, uniformes y armas, para que las víctimas, al creerse incapaces de conseguir estos artículos, accedan a entregar dinero. Para el Gaula, las extorsiones desde las cárceles tienen una particularidad y es la rapidez con la que se pide la transacción, pues advierten que debe hacerse el mismo día. Normalmente los reclusos tienen contactos afuera que les dan información personal de las víctimas o, en ocasiones, la consiguen usando el directorio telefónico.
Mientras el secuestro ha disminuido considerablemente en los últimos años —en 2000 se registraron 3.572 secuestros y en 2014 la cifra cayó a 283—, la extorsión y la estafa son dos delitos que han tomado fuerza y ahora se ubican dentro de la lista de los más combatidos. En el pasado los secuestros eran cometidos casi exclusivamente por grupos al margen de la ley. Hoy, según datos del Gaula, más del 80% de estos son realizados por delincuencia común.
Para el coronel Fabio López, director del Gaula de la Policía, el incremento en las cifras de extorsión se debe a dos asuntos particulares: el aumento de las denuncias y a que fenómenos como la desmovilización de grupos armados ilegales han generado un incremento tangible en la delincuencia común. Según explicó el coronel, “extorsionar es más fácil que secuestrar”, porque no requiere de una gran logística y se corren menos riesgos.
Entre la extorsión y la estafa no existen grandes diferencias. Sin embargo, se puede saber que en la estafa el engaño lleva a una entrega voluntaria del dinero. Contrario a la extorsión, que utiliza la amenaza. Un ejemplo de estafa son las populares llamadas ganadoras, aquellas donde la víctima supuestamente ha obtenido un premio y para reclamarlo debe realizar una consignación (ver recuadro).
La denuncia es para las autoridades la mejor estrategia para luchar contra estos delitos, pues en la mayoría de los casos, una persona que cede ante una extorsión o una estafa, sigue siendo víctima en más ocasiones. Según el Gaula, los delincuentes tienen el lema de “el que paga rápido, paga dos veces”.
Una llamada extorsiva
Preso: Aló, ¿con quién hablo?
Víctima: Con Luz Marina.
Preso: Doña Luz Marina, espere le paso a su sobrino.
Preso 2: Aló, tía, ayúdeme, ayúdeme que me tienen detenido.
Víctima: Mauro, ¿qué le pasa?
Preso: Aló.
Víctima: ¿Usted tiene a mi sobrino?
Preso: Es que estamos aquí en un puesto de control de Policía, yo soy el sargento Diego Pérez, lo que pasa es que en un registro que le hicimos al vehículo de su sobrino él venía con unas armas.
Víctima: No, ¿cómo así, sargento?, dígame qué debo hacer.
Víctima: Pues dígame si está dispuesta a colaborar, necesitamos $5 millones o de lo contrario nos tocará dejar detenido a su sobrino.
‘Pague por su seguridad’
Preso: Aló, señor, ¿cómo me le ha ido cómo ha estado?
Víctima: Sí, dígame. ¿Con quién hablo?
Preso: Con el comandante ‘Fredy García’, mucho gusto. Es que yo por acá me estoy comunicando con usted para una reunión de seguridad social. Para una reunión de seguridad social que vamos a realizar por acá cerca de Montería, eso es yendo para Arboletes.
Víctima: ¿Una reunión de qué o sobre qué?
Preso: Es una reunión en la vía Arboletes, eso es por ahí por el corregimiento los Garzones en la vía al Faro, es en una finca por cuestión de seguridad, ¿por qué por cuestión de seguridad? Es una reunión con 30 personas con las cuales vamos a tener una charla política militar, vamos a tratar los tres puntos: la temática, política y la problemática. ¿Correcto?
Víctima: ¿Y qué grupo son ustedes?
Preso: Somos del movimiento político militar resistencia civil alzados en armas antisubversivos portadores de un nuevo sistema de Estado conocido como los Urabeños, grupos gaitanistas paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia que estamos operando y haciendo presencia y obteniendo el control del departamento de Córdoba, patrón.
Víctima: ¿Y qué necesitaban de mí?
Preso: Pues patrón para que usted entre a la reunión. Allá les vamos a entregar a ustedes un código de movilización, nosotros retomamos el control de la jurisdicción y venimos acá a la zona con orden de operatividad. Estamos operando Montería, erradicando lo que es la delincuencia común, el aumento de la prostitución y matando todo lo que son informantes y colaboradores de las Farc en la zona rural. Estamos en Tierra Alta, Lorica, Arboletes, por diferentes municipios peleando el control, por eso queremos que usted asista y sea partícipe de esta reunión tan importante, reciba su código de movilización y un paz y salvo con nuestra organización.
Víctima: Pero, ¿cuál sería la participación mía ahí?
Preso: Don Rafael, usted ha sido un docente acá muy conocido en el departamento y queremos que usted asista a esa reunión que es con 30 personas del sector docente. Con ustedes nos vamos a reunir, entregarles un paz y salvo y les vamos a pedir una contribución, un aporte para un radio de comunicación Motorola vertiz 930 ¿correcto?
Víctima: ¿Y de cuánto sería la contribución?
Preso: La contribución es de $550.000 que vale el radio. Es lo que se les va a pedir como contribución para que ustedes puedan seguir trabajando. De parte de nosotros nunca se le ha molestado, don Rafael nunca se le ha ido a intimidar, a quitar el pan de la boca. Nosotros nos financiemos de narcotráfico, de los grandes ganaderos. Hasta el momento no habíamos necesitado, pero ahora los enfrentamientos que hemos tenido con la Fuerza Pública, peleando el control, tenemos unos muchachos incomunicados por Tierra Alta.
Víctima: Y entonces…
Preso: Nosotros tenemos un canal proveedor que nos está dando los radios de comunicación. Tenemos dos canales, uno que nos provee los materiales de guerra y el segundo canal es el proveedor de los radios de comunicación Motorola que es un señor que se llama Bernardo Arias y tiene la empresa en Montelíbano.
Venga, y ¿cómo hago para comunicarme con ustedes? Un número de teléfono o algo
Preso: ¿Para comunicarse con Don Bernardo Arias el gerente de la empresa?
Víctima: No, pues con los comandantes.
Preso: Patrón, habla conmigo, con el comandante ‘Fredy’ ¿Le doy el número telefónico del comandante ‘César’?
Exacto un número telefónico para comunicarme con ustedes porque cómo hago.
Preso: Pero si podemos confiar en usted. Igualmente a usted nunca los Urabeños lo han molestado. El grupo gaitanista, nunca se le ha venido a intimidar ni a quitar el pan de la boca. Por eso le estamos explicando que lo estamos haciendo es por única vez, no es una vacuna, un impuesto de guerra cada mes, cada seis meses o cada año que le vamos a pedir nosotros. Una contribución para que usted pueda seguir viviendo tranquilamente la vida y trabajando. Vamos a estar nosotros para servirle a ustedes.
Víctima: ¿Y esa cuota sería anual, mensual?
Preso: No patrón, es una sola cuota la que le vamos a pedir y no va a ser ni anual ni mensual. Una contribución para seguir trabajando. Esto no solo se le está pidiendo a usted sino también comercio y al sector salud. Es una única contribución y por eso le vamos entregar un paz y salvo. Si usted me dice que va a ir a la reunión yo me encargo de mandarle a dos de mis hombres. Ellos le van a entregar un sobre papel manila con las coordenadas de la reunión. Si usted me dice que no viene por motivos personales o por una vuelta, yo puedo hacer que usted pase antes la contribución porque eso es de carácter irreversible.
Víctima: O sea que si en el momento no puedo contribuir con la causa…
Preso: ¿No nos puede colaborar?
Víctima: No en el momento no porque no cuento con dinero
Víctima: Preso: (Cuelga)
“¡El que piensa, pierde!”
Víctima: Sí, buenas tardes, lo que pasa es que a mí me llegó un mensaje de texto que decía que me comunicara a este número telefónico porque había ganado $15 millones.
Preso: Sí, efectivamente usted ha sido uno de los ganadores de este sorteo de la alianza del Canal Caracol y RCN de $15 millones. Para comenzar, regáleme el nombre y el número de celular de dos de sus familiares que quieran ser beneficiados en el próximo sorteo.
Víctima: Espérate miro aquí en la libretica. Vea. Voy a poner a mi hermano y una de mis sobrinas, mi hermano se llama Ramón y mi sobrina Claudia*. Los número son ...
Preso: Ahora, para hacer efectivo su premio de $15 millones tiene que hacer una recarga de $500.000 al número en el cual recibió el mensaje de texto.
Víctima: O sea, ¿al número ese de donde me enviaron el mensaje, a ese es el que le tengo que recargar $500.000 para reclamar los $15 millones?
Preso: Luego de que confirmemos que ha hecho efectiva la recarga de los $500.000, nos comunicaremos con usted para decirle dónde y cómo reclamar los $15 millones.
Víctima: Ah, bueno, listo y yo… mejor dicho yo voy a ir a hacer la recarga y vuelvo y me comunico entonces.
Preso: Y recuerde que solo tiene 30 minutos para hacer la recarga de los $500.000, porque ¡el que piensa, pierde!
Víctima: Bueno, bueno, yo voy a ir a hacer la recarga. Llamo y le confirmo entonces.
Preso: Estaremos en contacto.
Un peligroso mensaje de texto
“Tía, anoche venía de Ecuador y pasando Pasto me detuvieron en un retén. Lo que más me afana es que el señor del camión que lleva el trasteo no vio cuando me detuvieron y él no sabe a dónde ni a quién entregarle el trasteo. Llámelo, él se llama Víctor, el teléfono es……..Tía, en el equipo hay 350 mil dólares, recupéralos y guárdalos, el trasteo te lo regalo, me toca apagar el celular”.
*Se estima que diariamente estos mensajes de textos son enviados a cerca de 50 personas, de las cuales entre dos y cinco caen en la trampa.