Así operaban los “Call Center”, presuntos estafadores de 3.500 personas
La Dijín de la Policía anunció la captura de 51 personas, presuntos integrantes de los “Call Center”, quienes se habría quedado con más de $5.000 millones en estafas. Al parecer, ofrecían productos bancarios ficticios y, con cédula en mano, llamaban a miles de víctimas. Conozca aquí la historia.
La Dirección de Investigación Criminal e Interpol de la Policía (Dijín) anunció la desarticulación de la banda los “Call Center”. Se trataría de un grupo de 51 personas, quienes en oficinas en Bogotá, Cali, Manizales, Armenia y Pereira, se encargaban de llamar, con datos personales en mano, a potenciales víctimas para estafarlas. El grupo habría robado a alrededor de 3.500 personas y se habría quedado con más de $5.000 millones.
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“Los trabajos de seguimiento, de investigación criminal y de interceptación telefónica lograron establecer que esta organización creó unos call center en diferentes partes del país. Desde allí integraban personas a esta organización en la cual las preparaban para hacer las diferentes llamadas falsas, haciéndose pasar por entidades bancarias del país y a nivel internacional”, explicó el mayor general Fernando Murillo, director de la Dijín.
De acuerdo con la investigación, los “Call Center” se dedicarían a la venta ficticia de productos bancarios por medio de llamadas telefónicas, haciéndose pasar por funcionarios de las entidades del sector financiero. A las víctimas les ofrecían portafolios de servicios que nunca habían solicitado y hasta supuestas exoneraciones de cuota de manejo de tarjetas de crédito. Tomaban información personal de los ciudadanos, para luego, en otras llamadas, intentar estafarlos.
La Dijín aseguró que los presuntos miembros de la banda tenían alianzas con empleados de varias entidades bancarias, sin embargo, la Policía no mencionó cuales empresas. Los funcionarios, al parecer, vendían las bases de datos en su poder con información confidencial de los clientes. Los “Call Center” tenían a su disposición números de contacto, tipo de producto financiero, cupo de dinero que soportaban y hasta las fechas de vencimiento de sus tarjetas y los códigos de seguridad.
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“Les preguntaban a las víctimas por algunos datos privados, privilegiados, que tiene el sector bancario. También generaban confianza hacia la víctima, teniendo en cuenta que tenían información básica de estas personas. Es así que en la operación que se desarrolla en la primera fase, se capturan 30 personas, y en la segunda parte 21 personas, para un total de 51”, agregó el mayor general Murillo.
En colaboración con la Fiscalía y la Asociación Colombiana para la investigación, información, control de riesgos, la prevención de fraude (Incocrédito), las autoridades encontraron que un total de 16 bancos nacionales estarían involucrados en la red de estafa, así como cuatro establecimientos internacionales. Entre los capturados está alias Lina Coca, cuyo nombre fue omitido por la Dijín, quien sería la propietaria de una de las oficinas de llamado.
“Era el enlace principal con los funcionarios corruptos de las entidades financieras para conseguir las bases de datos y comprar los códigos únicos que daban la apariencia de legalidad a los establecimientos de comercio utilizados como empresa criminal, llegando a pagar sumas hasta de $40 millones por estos códigos, los cuales revendía posteriormente hasta en $120 millones a otros criminales para que estos a su vez abrieran otros centros de atención con los mismos servicios fraudulentos”, explicó la Dijín sobre alias Lina Coca.
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Incluso la banda tenía un supuesto entrenador, quien responde al seudónimo de El Pollo -su nombre también fue omitido-, que se encargaría de enseñarles a los integrantes a abordar y dirigir las conversaciones con las víctimas. La Policía le atribuye una habilidad especial para “convencer a las personas, enredarlas y así conseguir información necesaria”. Alias Lucho, de 29 años, al parecer trabajaba en una entidad bancaria y realizaba la actuación de permisos especiales para que las oficinas pudieran funcionar.
“También en la actividad judicial, fue capturado alias El Doctor, exfuncionario de una entidad privada que vigila y regula la actividad de los call center a nivel nacional. Esta persona en su laborar cotidiano realizaba investigaciones internas para la región del eje cafetero y recibía pagos de los cabecillas de la organización delincuencial para que los resultados de las investigaciones salieran a favor de la misma y así evitar el bloqueo de los códigos o permisos especiales”, agregó la Dijín.
Los demás capturados, según la Policía, se hacían pasar como representantes legales de empresas fachada, supervisores y hasta asesores de ventas. El mayor general Fernando Murillo aseguró que un fiscal los presentará ante un juez de garantías para que sean imputados por los delitos de estafa en modalidad masa, trasferencia no consentida de activos y concierto para delinquir con fines de violación de datos personales.
La Dirección de Investigación Criminal e Interpol de la Policía (Dijín) anunció la desarticulación de la banda los “Call Center”. Se trataría de un grupo de 51 personas, quienes en oficinas en Bogotá, Cali, Manizales, Armenia y Pereira, se encargaban de llamar, con datos personales en mano, a potenciales víctimas para estafarlas. El grupo habría robado a alrededor de 3.500 personas y se habría quedado con más de $5.000 millones.
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“Los trabajos de seguimiento, de investigación criminal y de interceptación telefónica lograron establecer que esta organización creó unos call center en diferentes partes del país. Desde allí integraban personas a esta organización en la cual las preparaban para hacer las diferentes llamadas falsas, haciéndose pasar por entidades bancarias del país y a nivel internacional”, explicó el mayor general Fernando Murillo, director de la Dijín.
De acuerdo con la investigación, los “Call Center” se dedicarían a la venta ficticia de productos bancarios por medio de llamadas telefónicas, haciéndose pasar por funcionarios de las entidades del sector financiero. A las víctimas les ofrecían portafolios de servicios que nunca habían solicitado y hasta supuestas exoneraciones de cuota de manejo de tarjetas de crédito. Tomaban información personal de los ciudadanos, para luego, en otras llamadas, intentar estafarlos.
La Dijín aseguró que los presuntos miembros de la banda tenían alianzas con empleados de varias entidades bancarias, sin embargo, la Policía no mencionó cuales empresas. Los funcionarios, al parecer, vendían las bases de datos en su poder con información confidencial de los clientes. Los “Call Center” tenían a su disposición números de contacto, tipo de producto financiero, cupo de dinero que soportaban y hasta las fechas de vencimiento de sus tarjetas y los códigos de seguridad.
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“Les preguntaban a las víctimas por algunos datos privados, privilegiados, que tiene el sector bancario. También generaban confianza hacia la víctima, teniendo en cuenta que tenían información básica de estas personas. Es así que en la operación que se desarrolla en la primera fase, se capturan 30 personas, y en la segunda parte 21 personas, para un total de 51”, agregó el mayor general Murillo.
En colaboración con la Fiscalía y la Asociación Colombiana para la investigación, información, control de riesgos, la prevención de fraude (Incocrédito), las autoridades encontraron que un total de 16 bancos nacionales estarían involucrados en la red de estafa, así como cuatro establecimientos internacionales. Entre los capturados está alias Lina Coca, cuyo nombre fue omitido por la Dijín, quien sería la propietaria de una de las oficinas de llamado.
“Era el enlace principal con los funcionarios corruptos de las entidades financieras para conseguir las bases de datos y comprar los códigos únicos que daban la apariencia de legalidad a los establecimientos de comercio utilizados como empresa criminal, llegando a pagar sumas hasta de $40 millones por estos códigos, los cuales revendía posteriormente hasta en $120 millones a otros criminales para que estos a su vez abrieran otros centros de atención con los mismos servicios fraudulentos”, explicó la Dijín sobre alias Lina Coca.
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“También en la actividad judicial, fue capturado alias El Doctor, exfuncionario de una entidad privada que vigila y regula la actividad de los call center a nivel nacional. Esta persona en su laborar cotidiano realizaba investigaciones internas para la región del eje cafetero y recibía pagos de los cabecillas de la organización delincuencial para que los resultados de las investigaciones salieran a favor de la misma y así evitar el bloqueo de los códigos o permisos especiales”, agregó la Dijín.
Los demás capturados, según la Policía, se hacían pasar como representantes legales de empresas fachada, supervisores y hasta asesores de ventas. El mayor general Fernando Murillo aseguró que un fiscal los presentará ante un juez de garantías para que sean imputados por los delitos de estafa en modalidad masa, trasferencia no consentida de activos y concierto para delinquir con fines de violación de datos personales.