Atentado en el norte de Bogotá: nuevo rastro de guerra narcoesmeraldera
En la tarde de este 7 de febrero de 2024, el abogado de narcotraficantes Ricardo Villarraga fue víctima de un atentado sicarial. Este hecho se suma a una serie de atentados y homicidios perpetrados contra viejos integrantes de la mafia en Bogotá. El extraditado líder del Clan del Golfo también intervino en esta sangrienta disputa que se desarrolla en la capital a plena luz del día.
David Escobar Moreno
El hombre de la foto, Ricardo Villarraga Franco, es un abogado penalista que desde hace varias décadas es reconocido en el mundo judicial por defender a narcotraficantes, entre ellos, a viejos capos de la mafia de bogotana. Incluso, por su trabajo con peligrosos criminales, estuvo preso en Estados Unidos por obstruir a la justicia en un expediente relacionado al extraditado capo alias el Loco Barrera. Este abogado, que niega haber tenido negocios con los narcotraficantes, fue víctima de un atentado sicarial en la tarde de este 7 de marzo en el norte de Bogotá, cuando cuatro hombres dispararon contra el vehículo en el que se movilizaba.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
El hombre de la foto, Ricardo Villarraga Franco, es un abogado penalista que desde hace varias décadas es reconocido en el mundo judicial por defender a narcotraficantes, entre ellos, a viejos capos de la mafia de bogotana. Incluso, por su trabajo con peligrosos criminales, estuvo preso en Estados Unidos por obstruir a la justicia en un expediente relacionado al extraditado capo alias el Loco Barrera. Este abogado, que niega haber tenido negocios con los narcotraficantes, fue víctima de un atentado sicarial en la tarde de este 7 de marzo en el norte de Bogotá, cuando cuatro hombres dispararon contra el vehículo en el que se movilizaba.
Lea: El caso contra el zar esmeraldero que alias Otoniel ordenó asesinar
Aunque las autoridades no se han pronunciado sobre este hecho, fuentes judiciales le contaron a este diario que el crimen hace parte de una vendetta mafiosa que se desarrolla desde hace varios años a plena luz del día en las calles de Bogotá y sin que las autoridades la detengan. Villarraga fue el abogado de Don Lucho, el líder de la mafia bogotana hace dos décadas y que fue asesinado en julio de 2021. En ese momento, se filtraron unos audios del entonces líder del Clan del Golfo, alias Otoniel, admite que ordenó su asesinato, luego de que otro narcotraficante, Julio Lozano Pirateque, entregara información sobre Don Lucho.
En ese audio de Otoniel, también apunta contra el zar esmeraldero Hernando Sánchez (socio de Lozano Pirateque) y alias Boyaco Sinaloa, otro narcotraficante que en el pasado fue uno de los hombres de confianza del Loco Barrera. Pero la enredada purga criminal no para allí. En noviembre de 2022, también en Bogotá, Claudio Silva Otálora, conocido como el Rey de la papa y antiguo lavador de plata de la mafia bogotana, fue asesinado por dos sicarios. Luego, en febrero de 2023, Juan Francisco Caicedo, hermano de Don Lucho y también antiguo integrante de la mafia bogotana, fue asesinado.
Las autoridades establecieron que este crimen fue perpetrado luego de que Caicedo saliera de una reunión del despacho de Eduardo Méndez, presidente de Santa Fe y también, al igual que Ricardo Villarraga, antiguo abogado de narcotraficantes. Siete meses después de este homicidio, a finales de septiembre de 2023, el presidente de Tigres FC, hombre cercano a Villarraga y Eduardo Méndez, también fue asesinado por criminales y de los que tampoco las autoridades han logrado encontrar rastro. En este punto de la historia, aparece como punto de contacto con los asesinados el club de fútbol profesional Santa Fe, pues Villarraga también tuvo intereses en el club. Incluso, su hijo jugó en el equipo profesional.
Otros asesinatos de la vendetta
En 2021, en el centro de Bogotá fue asesinado otro hombre cercano a Hernando Sánchez, zar esmeraldero. El 11 de marzo de dicho año, a dos cuadras de la Procuraduría General, un sicario asesinó a Jorge Enrique Gómez, quien habría sido informante de la DEA durante muchos años para desmantelar a los clanes esmeralderos de Pedro Orejas y Horacio Triana. Incluso, fuentes judiciales hablan de que Gómez era el puente entre la DEA y Otoniel en una posible negociación con las autoridades de los Estados Unidos.
En mayo de 2020, cuando el país vivía los confinamientos más estrictos para evitar el avance del COVID-19, se registraron tres asesinatos en Bogotá contra dos personas cercanas a Hernando Sánchez: Gregorio Domingo Tirado y Fray Genaro Cortés. El primero fue asesinado por un sicario el 27 de ese mes frente del estadio El Campín. La víctima tenía anotaciones judiciales y las autoridades lo tenían identificado como cercano a una oficina de cobro del San Andresito de la 38, conocida por ser una oficina sicarial al servicio de distintas organizaciones criminales, como el Clan del Golfo.
Al día siguiente, el 28 de mayo, fue asesinado en el sector de Usaquén Fray Genaro Cortés. El hombre, de 30 años apareció muerto junto a su esposa en la parte trasera de su automóvil. Cortés era el jefe de seguridad de Sánchez, quien en 2012 se salvó milagrosamente de morir, luego de ser atacado con armas de fuego en un centro comercial en Bogotá. El ataque fue perpetrado por el esmeraldero Horacio Triana, quien terminó extraditado en los Estados Unidos por negocios con narcotráfico. Estos crímenes también tienen en común viejas disputas por bienes, acciones en empresas y viejas cuentas pendientes que hoy aún no son claras. Lo que sí es cierto es que la mafia lleva casi un lustro saldando cuentas criminales sin que las autoridades pongan freno al asunto.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.