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En la tarde de este jueves 19 de octubre, en Bogotá, sufrió un atentado el esmeraldero Juan Sebastián Aguilar, socio de una empresa Esmeraldas Santa Rosa, una de las principales en Colombia relacionadas con la extracción y exportación de la gema verde en Colombia. Hace unos meses la empresa fue asaltada por hombres armados que intentaron robar la compañía, ubicada en Maripí (Boyacá), pero el hecho fue frustrado por las autoridades.
Aguilar es socio de la mencionada empresa junto a Jesús Hernando Sánchez, considerado el zar de las esmeraldas tras la muerte de Víctor Carranza (2013) y de Carlos Alberto Molina, un integrante de otro clan esmeraldero. Esta empresa fue la que fundó el llamado zar de las esmeraldas y hasta hace muy poco estuvo controlada por la familia Carranza. Ese mismo año de la muerte de Carranza, Sánchez y otros empresarios asumieron el control de la fructífera mina.
Fuentes policiales le dijeron a este diario que este atentado y otros hechos violentos están relacionados con una disputa mafiosa entre narcotraficantes que tienen fachada de esmeralderos y que intentan lavar activos a través de la cotizada piedra verdad. Además, habría intereses cruzados con viejas cuentas pendientes entre mafiosos que sirvieron a grandes capos narcotraficantes durante los años noventa y los dos mil en Bogotá y los Llanos Orientales.
No es la primera vez que atentan contra gente cercana a Hernando Sánchez. Incluso, este último fue víctima de un atentado en octubre de 2012, en la zona rosa de Bogotá. En ese momento recibió varios disparos y permaneció dos meses en coma y sobrevivió a 17 operaciones. Según las autoridades, ese atentado fue planeado por el clan Triana y de Pedro Orejas, otros dos esmeralderos que pujaban por quedarse con el liderato en el comercio de las esmeraldas, pero que por sus negocios con el narcotráfico terminaron extraditados a Estados Unidos.
El audio de Otoniel
Una de las últimas interceptaciones que se le hicieron al líder del Clan del Golfo, alias Otoniel, antes de que fuera capturado a finales de octubre de 2021, da cuenta de un episodio hasta ahora desconocido en las guerras del mundo criminal en Colombia: que Otoniel dio órdenes para asesinar a dos empresarios esmeralderos. Uno era Hernando Sánchez, conocido por haber sido cercano al fallecido zar de las esmeraldas, Víctor Carranza, y el otro era un hombre conocido como Boyaco Sinaloa. Aunque sobre este último aún no se conoce su identidad, otros esmeralderos lo han nombrado como alguien con fachada de empresario, pero que lavaba dinero del narcotráfico.
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En la interceptación revelada por Noticias Caracol se escucha a Otoniel revelando una relación con el esmeraldero y condenado por narcotráfico Julio Lozano Pirateque, quien está mencionado en el expediente de la narcofinca del exembajador en Uruguay, Fernando Sanclemente, como el presunto financiador de una red de narcotráfico. “Para comentarle algo de lo que se está haciendo y ponga a la gente a la expectativa de los trabajos. Tiene conocimiento de lo que se hizo en Bogotá, el viejo Luis Caicedo (alias Don Lucho). Lo entregó el mismo socio de él: Julio Lozano. Ellos eran socios (...) Lo traicionó el socio. Puso la información”, se escucha a Otoniel.
En contexto: Asesinan en Bogotá a “Don Lucho”, exnarcotraficante socio del “Loco Barrera”
Otoniel, al parecer, dio a conocer detalles del asesinato de Luis Caicedo Velandia, alias Don Lucho, quien fue baleado en julio de 2021 en el barrio Pablo VI de Bogotá. Don Lucho tomó la posición de Daniel El Loco Barrera, uno de los capos de narcotráfico más importantes desde la caída de los carteles de los ochenta y noventa. Desde los llanos orientales, Don Lucho trabajó para el cartel de Bogotá, el cual enviaba toneladas de droga a Centroamérica, Norteamérica y Europa. Entre 2005 y 2009, lavó más de US$ 1.000 millones.
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Otros asesinatos
Previo a este homicidio, en marzo de 2021 se presentó otro homicidio en el centro de Bogotá contra un hombre cercano a Hernando Sánchez y Carranza, quien murió en 2013 con varios señalamientos de ser líder paramilitar pero que nunca tuvieron eco ante la justicia. El 11 de marzo de 2021, a dos cuadras de la Procuraduría General, un sicario que descendió de un vehículo rojo y asesinó a Jorge Enrique Gómez, quien habría sido informante de la DEA durante muchos años para desmantelar a los clanes esmeralderos de Pedro Orejas y Horacio Triana. Los dos y otros miembros de ese clan terminaron extraditados a los EE. UU. en 2018 por narcotráfico.
En mayo de 2020, cuando el país vivía los confinamientos más estrictos para evitar el avance del COVID-19, se registraron tres asesinatos en Bogotá contra dos personas cercanas a Hernando Sánchez: Gregorio Domingo Tirado y Fray Genaro Cortés. El primero fue asesinado al frente del estadio El Campín por un sicario, el 27 de mayo. La víctima tenía anotaciones judiciales y las autoridades lo tenían identificado como cercano a una oficina de cobro del San Andresito de la 38. Al día siguiente, el 28 de mayo, fue asesinado en el sector de Usaquén Fray Genaro Cortés. El hombre, de 30 años apareció muerto junto a su esposa en la parte trasera de su automóvil. Cortés era el jefe de seguridad de Sánchez.
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