Brenda Pájaro: el crimen del ama de casa que habrían resuelto las cámaras de seguridad

El 25 de julio de 2018 Brenda Inés Pájaro salió de su casa para dejar a una de sus hijas en el centro de rehabilitación Sonrisa de Esperanza, en Barranquilla, donde normalmente recibe atención dada la condición que padece. Estando allí, pidió que cuidaran a su hija por un rato mientras realizaba una diligencia en otro sector de la ciudad. Pero nunca regresó. Un mes después, el 27 de agosto, fue encontrada en estado de descomposición. Por más seis meses las autoridades investigaron y capturaron al presunto responsable, sin embargo, este se declaró inocente.

El caso de Pájaro consternó a la capital del Atlántico y al país. Un día después sus familiares iniciaron las denuncias y alertaron a las autoridades, pero estas les manifestaron que debía esperar al menos 72 horas para reportar la desaparición. El protocolo de las autoridades obedece a que las personas que en un primer momento reportan como desaparecidas suelen aparecer y se debe por ausencias voluntarias, pero Álvaro Durán, primo hermano de Pájaro, nunca compartió esa tesis porque ella se dedicaba exclusivamente al cuidado de sus hijas.

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La ama de casa residía en el municipio de Soledad, en el barrio Costa Hermosa, con sus cuatro hijos (tres niñas y un niño). Meriam, la menor de las tres niñas, sufre de parálisis cerebral y es que la que recibe atención especializada. Quizás esa fue la razón por la que Álvaro Durán nunca creyó que el caso de su familiar se tratara de una ausencia involuntaria. Sin embargo, todo terminó el 29 de agosto cuando el Instituto Nacional de Medicina Legal confirmó que le cuerpo de una mujer hallado dos días atrás, en estado de descomposición, era el de Brenda Inés Pájaro.

En ese entonces María Smith, directora de Medicina Legal seccional Atlántico, confirmó a medios locales que, gracias a una carta dental aportada por la familia de la víctima, se pudo identificar que el cuerpo hallado era el de la mujer desaparecida hace un mes. Tras esta noticia, las autoridades continuaron con las investigaciones para saber qué había sucedido con la madre de Meriam. Y más de seis meses después, en una operación milimétrica del Gaula de la Policía y la Fiscalía, fue capturado el presunto victimario. Se trata de Tomás Manuel Maldonado.

Tras su captura, el general Mariano Botero, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, explicó que Brenda y Tomás habrían tenido una relación sentimental oculta. "Se presume que este hombre tenía una relación sentimental oculta de su matrimonio con la señora Brenda. Ese día (25 de julio de 2018) se citaron y ambos llegaron al lugar donde fue hallada sin vida", indicó el general Botero. De igual manera, el oficial explicó que, gracias a las cámaras de seguridad, se pudo avanzar en la investigación. “Se observa que un (carro) de color blanco, en el que se movilizaban, llega hasta el sector en Miramar. Ingresan a la zona (…) y después el hombre sale solo, se sube al carro y se va”, precisó el general.

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Las cámaras también habrían identificado la placa del vehículo, lo que ayudó a identificar la propietaria: la esposa de Maldonado. “Este hombre usaba la van (carro) para movilizar a las terapias médicas a la hija de Brenda (…), ya que prestaba el servicio a la entidad prestadora de salud. Por medio de ese trabajo conoció a la mujer”, explicó el oficial, quien añadió detalles del vehículo: “tiene una abolladura en el parachoques en el lado derecho y otro más en la puerta del mismo lado. Además, tiene placas amarillas diferentes a los vehículos de su especie, que normalmente son blancas. El carro está a nombre de la esposa de Maldonado”.

Tomás Manuel Maldonado fue presentado ante el juez Segundo Penal Municipal de Barranquilla y la Fiscalía le imputó los delitos de feminicidio agravado, hurto calificado agravado y acceso carnal violento, cargos que no aceptó. Miryam Rosa Bruno, madre de Brenda Inés Pájaro, le dijo a El Heraldo que está triste por la muerte de su hija y negó que su hija tuviera una relación con el detenido. “Estaría obsesionado con ella, la obsesión es una cosa terrible. Me pregunto por qué lo hizo, qué razón tendría para matarla, es mucha mentira que tenían dos años de relación, que lo castigue la ley como debe ser, que lo perdone Dios o que lo perdone otro, pero yo no”.

El 25 de julio de 2018 Brenda Inés Pájaro salió de su casa para dejar a una de sus hijas en el centro de rehabilitación Sonrisa de Esperanza, en Barranquilla, donde normalmente recibe atención dada la condición que padece. Estando allí, pidió que cuidaran a su hija por un rato mientras realizaba una diligencia en otro sector de la ciudad. Pero nunca regresó. Un mes después, el 27 de agosto, fue encontrada en estado de descomposición. Por más seis meses las autoridades investigaron y capturaron al presunto responsable, sin embargo, este se declaró inocente.

El caso de Pájaro consternó a la capital del Atlántico y al país. Un día después sus familiares iniciaron las denuncias y alertaron a las autoridades, pero estas les manifestaron que debía esperar al menos 72 horas para reportar la desaparición. El protocolo de las autoridades obedece a que las personas que en un primer momento reportan como desaparecidas suelen aparecer y se debe por ausencias voluntarias, pero Álvaro Durán, primo hermano de Pájaro, nunca compartió esa tesis porque ella se dedicaba exclusivamente al cuidado de sus hijas.

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La ama de casa residía en el municipio de Soledad, en el barrio Costa Hermosa, con sus cuatro hijos (tres niñas y un niño). Meriam, la menor de las tres niñas, sufre de parálisis cerebral y es que la que recibe atención especializada. Quizás esa fue la razón por la que Álvaro Durán nunca creyó que el caso de su familiar se tratara de una ausencia involuntaria. Sin embargo, todo terminó el 29 de agosto cuando el Instituto Nacional de Medicina Legal confirmó que le cuerpo de una mujer hallado dos días atrás, en estado de descomposición, era el de Brenda Inés Pájaro.

En ese entonces María Smith, directora de Medicina Legal seccional Atlántico, confirmó a medios locales que, gracias a una carta dental aportada por la familia de la víctima, se pudo identificar que el cuerpo hallado era el de la mujer desaparecida hace un mes. Tras esta noticia, las autoridades continuaron con las investigaciones para saber qué había sucedido con la madre de Meriam. Y más de seis meses después, en una operación milimétrica del Gaula de la Policía y la Fiscalía, fue capturado el presunto victimario. Se trata de Tomás Manuel Maldonado.

Tras su captura, el general Mariano Botero, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, explicó que Brenda y Tomás habrían tenido una relación sentimental oculta. "Se presume que este hombre tenía una relación sentimental oculta de su matrimonio con la señora Brenda. Ese día (25 de julio de 2018) se citaron y ambos llegaron al lugar donde fue hallada sin vida", indicó el general Botero. De igual manera, el oficial explicó que, gracias a las cámaras de seguridad, se pudo avanzar en la investigación. “Se observa que un (carro) de color blanco, en el que se movilizaban, llega hasta el sector en Miramar. Ingresan a la zona (…) y después el hombre sale solo, se sube al carro y se va”, precisó el general.

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Las cámaras también habrían identificado la placa del vehículo, lo que ayudó a identificar la propietaria: la esposa de Maldonado. “Este hombre usaba la van (carro) para movilizar a las terapias médicas a la hija de Brenda (…), ya que prestaba el servicio a la entidad prestadora de salud. Por medio de ese trabajo conoció a la mujer”, explicó el oficial, quien añadió detalles del vehículo: “tiene una abolladura en el parachoques en el lado derecho y otro más en la puerta del mismo lado. Además, tiene placas amarillas diferentes a los vehículos de su especie, que normalmente son blancas. El carro está a nombre de la esposa de Maldonado”.

Tomás Manuel Maldonado fue presentado ante el juez Segundo Penal Municipal de Barranquilla y la Fiscalía le imputó los delitos de feminicidio agravado, hurto calificado agravado y acceso carnal violento, cargos que no aceptó. Miryam Rosa Bruno, madre de Brenda Inés Pájaro, le dijo a El Heraldo que está triste por la muerte de su hija y negó que su hija tuviera una relación con el detenido. “Estaría obsesionado con ella, la obsesión es una cosa terrible. Me pregunto por qué lo hizo, qué razón tendría para matarla, es mucha mentira que tenían dos años de relación, que lo castigue la ley como debe ser, que lo perdone Dios o que lo perdone otro, pero yo no”.