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El magistrado Wilson Ruiz, de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, decidió suspender la posesión de los representantes a la Cámara Moisés Orozco Vicuña y María del Socorro Bustamante, quienes fueron elegidos por la circunscripción especial de las comunidades afrodescendientes para el período 2014-2018. Esto “hasta cuando la Sala dicte fallo definitivo” sobre una tutela interpuesta por varias personas, entre ellas la exsenadora Piedad Córdoba, porque, en su criterio, ni Bustamante ni Orozco “pertenecen a las comunidades negras” ni “tienen una identidad común con esa comunidad al no representarlos”.
De hecho, varias asociaciones de miembros de comunidades negras consultadas por el Consejo Superior “manifestaron enfáticamente no reconocer ni a Bustamante ni a Orozco como pertenecientes a las mismas porque hacen parte de estructuras políticas distintas a esa etnia, no poseen rasgos culturales y sociales compartidos por los afrodescendientes, ni han trabajado en la protección de sus derechos, lo que desvirtúa su pertenencia a dicha minoría política”.
Algunas organizaciones llegaron incluso a señalar que la Fundación Ébano Colombia (de la que Bustamante y Orozco hacen parte) “incurrió en un acto delictual que debe ser investigado por las autoridades respectivas, así como sancionarla con la pérdida de su personería jurídica” por avalar la candidatura de estas dos personas que, muy seguramente, no se podrán posesionar el próximo 20 de julio. Bustamante y Orozco hacen parte del movimiento Afrovides, creado y liderado por el cuestionado representante a la Cámara Yahír Acuña, y en el caso de Bustamante ha sido cuestionada por sus supuestos nexos con la condenada empresaria del chance Enilce López, La Gata.
En un documento de ocho páginas, conocido por El Espectador, el magistrado aseguró que esta suspensión se decreta para “evitar posibles daños con los hechos que generaron la solicitud de amparo como podría ser la restricción e inclusive anulación por espacio de cuatro años de los derechos a la igualdad y a la conformación, ejercicio y control del poder político de los demandantes, como integrantes de la comunidad negra, quienes, según expresaron, no tendrían una representación y canalización efectiva de sus intereses en el Congreso”.
Esto debido a que, en el sentir de los demandantes, las dos curules creadas para la circunscripción especial de las comunidades afrodescendientes van a ser ocupadas por personas que, al parecer, “siguiendo la jurisprudencia de la Corte Constitucional, no son integrantes de ese grupo étnico, en el que debe primar ‘una fisionomía cultural común’, entendida como una ‘identidad histórica, tradiciones y costumbres comunes’ y no propiamente ‘rasgos fisionómicos compartidos’”. Mejor dicho: la discusión no es si Bustamante y Orozco no son de piel negra sino que no comparten con la comunidad afrodescendiente la misma identidad histórica.
Ahora será la Sala Disciplinaria la que defina si avala o no la ponencia de Ruiz, que pide que se suspenda la posesión de Orozco y Bustamante hasta que el Consejo de Estado decida de fondo si anula o no la elección de los dos representantes y, además, que se compulsen copias a la Fiscalía para que investigue un posible fraude por parte de Afrovides.
Al respecto, María del Socorro Bustamante le dijo a Blu Radio el pasado 21 de marzo que creía “que ser negro es una actitud. Para inscribirme había una condición especial: que fuese negra o que me autorreconociera negra. Y yo, desde el 29 de noviembre de 2011, me autorreconocí negra en la Fundación Ébano de Colombia”. Falta ver qué definen la Sala Disciplinaria y el Consejo de Estado y si las elecciones de Bustamante y Orozco quedan en blanco.
jjimenez@elespectador.com
@juansjimenezh