Capturan a otro supuesto implicado en atentado a Escuela General Santander
Se trata de Wilson Arébalo, quien fue detenido en Arauca. Habría comprado la camioneta con la que se cometió el ataque en el que murieron 21 cadetes de la Policía.
Redacción Judicial
En la madrugada de este miércoles fue capturado un hombre en Arauquita (Arauca) por, supuestamente, estar implicado en el atentado a la Escuela de Cadetes General Santander en Bogotá, el pasado 17 de enero. Se trata de Wilson Arébalo, quien, según las autoridades, habría comprado y hecho el traspaso de la camioneta Nissan que fue cargada con 80 kilos de pentolita. Arébalo fue detenido en la vereda La Primavera, tras un operativo realizado por la Policía y la Fiscalía.
Según información de la Fiscalía Wilson Arévalo, también conocido como alias Chaco, sería miembro del Ejército de Libeación Nacional y sobre él hasta el momento, recaen dos órdenes de captura: una por su presunta participación en el atentado del carrobomba y la segunda por ser integrante de la guerrilla del Eln.
En un audio divulgado por Caracol Radio, Fátima Hernández, madre de Arébalo, aseguró que su hijo se había presentado en días pasados de forma voluntaria, ante la Fiscalía, pero aseguró que no ocurrió nada hasta que llegaron a su casa en la madrugada de hoy y se lo llevaron esposado.
(Lea: Ricardo Andrés Carvajal, sospechoso del atentado en Bogotá, fue enviado a la cárcel)
El más reciente detenido en el caso del atentado que acabó con la vida de 21 personas, figura como la persona que le vendió la camioneta Nissan Patrol, de placas LAF 565, a José Aldemar Rojas, el hombre que ingresó a la Escuela de Cadetes General Santander.
(Le puede interesar:Ricardo Andrés Carvajal, primer capturado por el atentado en la Escuela General Santander)
El pasado lunes, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, expresó en una rueda de prensa que no había ningún uniformado involucrado en el atentado, pero no descartó “una posible falla de seguridad”. Además, el general Óscar Atehortúa, director de la Policía Nacional, dijo que para esclarecer los hechos se había iniciado una investigación disciplinaria como parte del proceso. “La investigación ha tenido varios derroteros durante los que se ha llamado a declarar personas que estaban en la seguridad y que tuvieron algún contacto visual o físico con el vehículo”, afirmó.
(Lea también: Fiscalía investigará a Comando Central del Eln por atentado en la escuela de Policía)
En la madrugada de este miércoles fue capturado un hombre en Arauquita (Arauca) por, supuestamente, estar implicado en el atentado a la Escuela de Cadetes General Santander en Bogotá, el pasado 17 de enero. Se trata de Wilson Arébalo, quien, según las autoridades, habría comprado y hecho el traspaso de la camioneta Nissan que fue cargada con 80 kilos de pentolita. Arébalo fue detenido en la vereda La Primavera, tras un operativo realizado por la Policía y la Fiscalía.
Según información de la Fiscalía Wilson Arévalo, también conocido como alias Chaco, sería miembro del Ejército de Libeación Nacional y sobre él hasta el momento, recaen dos órdenes de captura: una por su presunta participación en el atentado del carrobomba y la segunda por ser integrante de la guerrilla del Eln.
En un audio divulgado por Caracol Radio, Fátima Hernández, madre de Arébalo, aseguró que su hijo se había presentado en días pasados de forma voluntaria, ante la Fiscalía, pero aseguró que no ocurrió nada hasta que llegaron a su casa en la madrugada de hoy y se lo llevaron esposado.
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El más reciente detenido en el caso del atentado que acabó con la vida de 21 personas, figura como la persona que le vendió la camioneta Nissan Patrol, de placas LAF 565, a José Aldemar Rojas, el hombre que ingresó a la Escuela de Cadetes General Santander.
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El pasado lunes, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, expresó en una rueda de prensa que no había ningún uniformado involucrado en el atentado, pero no descartó “una posible falla de seguridad”. Además, el general Óscar Atehortúa, director de la Policía Nacional, dijo que para esclarecer los hechos se había iniciado una investigación disciplinaria como parte del proceso. “La investigación ha tenido varios derroteros durante los que se ha llamado a declarar personas que estaban en la seguridad y que tuvieron algún contacto visual o físico con el vehículo”, afirmó.
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