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El fiscal general, Francisco Barbosa, anunció que fueron capturadas siete personas que serían integrantes de la Primera Línea en Quindío. Según el ente investigador, estarían vinculados en delitos cometidos en esa zona del país en el marco de “manifestaciones violentas”. “La Seccional Quindío de la Fiscalía, con apoyo de la Sijín, materializó las capturas de estas personas durante diligencias de allanamiento y registro realizadas en Armenia. Según el material probatorio recaudado, los investigados supuestamente perpetraron actos de terrorismo y vandalismo en los municipios de Armenia, Calarcá y Finlandia (Quindío), entre el 28 de abril y el pasado 16 de junio”, dice la Fiscalía.
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Puntualmente, la Fiscalía dice que los capturados participaron en la destrucción del Peaje de Cruces, ubicado en la Autopista del Café (vía Armenia – Pereira); el ataque a un CAI en el sector de Granada en la capital de Quindío, la vandalización de establecimientos comerciales y residencias, así como agresiones contra miembros de la fuerza pública. La cabeza del ente investigador señaló que “se está analizando los posibles vínculos entre la primera línea en Cali, Armenia y Pereira, que han permitido la comisión de múltiples delitos en el suroccidente del país y el eje cafetero”. Además, añadió que se investiga quiénes son las personas y los grupos que han estado financiando a la primera línea.
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Este grupo de personas que visten de civil, usan cascos, guantes y se cubren los rostros con gafas protectoras, máscaras antigases y, algunos, pañoletas, se autodenominan como un grupo ciudadano que defiende a los manifestantes durante las protestas y asegurarse que la población se resguarde cuando se producen los enfrentamientos con la Fuerza Pública. Además, señalan que no tienen voceros, líderes, ni vínculos con partidos políticos. El Espectador se contactó una integrante Escudos Azules, una de las primeras líneas de mayor trayectoria en Bogotá (nacieron en 2019) y que es similar a otras que existen en distintas partes del país.
“Es muy preocupante toda la estigmatización hacia las primeras líneas, pero también creo que se debe a un miedo de lo que han generado estos muchachos en las calles: las ollas comunitarias, los vecinos que salen a protegerlos, etc. Y prácticamente los que hoy mantenemos viva la protesta que inició el 28 de abril somos los jóvenes, así que estas judicializaciones también son parte de un ataque para acallar ese estallido social”, dice la integrante de los Escudos Azules. Gareth Sella, integrante de este colectivo y que perdió su ojo en febrero de este año por un impacto de un artefacto lanzado por el Esmad ha explicado que cubren sus rostros y omiten sus nombres para evitar ser perseguidos por la Fuerza Pública.
“El hostigamiento más fuerte que vivimos el 23 de febrero de este año. A raíz de un video en el que llamábamos a la movilización contra la brutalidad policial, en el que poníamos de forma gráfica las cifras de abuso de la Policía, sacaron una alerta roja en la que decía que éramos un grupo criminal, peligroso y que se debía estar alerta. Al día siguiente el director de la DIJIN, el general Fernando Murillo, señaló que Escudos Azules no había mostrado antecedentes violentos”, dice la integrante de los Escudos. Fue ese día que salió el alto oficial que Sella perdió su ojo, denuncia el joven, por parte de un hombre del Esmad de la Policía.
“Lo otro que es importante señalar en esta serie de hostigamientos fue la declaración del ministro Diego Molano del 3 de mayo en la que señalaba que Escudos Azules, Escudos Negros (de Cali), y una serie de grupos clandestinos y de que estábamos siendo financiados por grupos armados al margen de la ley como el Eln y disidencias de las Farc. Esto lo dijo sin mostrar prueba alguna, pero estos señalamientos sí generan estigmatización hasta nosotros. Así que esto que dice el fiscal no es nuevo para nosotros, pero sí es importante señalar que estas capturas son un ejercicio por deslegitimar la labor de las primeras líneas, que han recibido apoyo popular. El discurso que se desarrolla es que la primera línea es una organización criminal y hay medios de comunicación ya diciendo que somos como un grupo guerrillero o un grupo paramilitar”, concluye la integrante de los Escudos Azules.