Capturan nuevamente al alcalde de Yopal, Jhon Calzones
En octubre de 2015 había sido arrestado por los delitos de urbanización ilegal. Salió libre a finales de ese mismo año, se posesionó como alcalde pero este domingo fue recapturado por el delito de lavado de activos.
Redacción Judicial
El polémico alcalde de Yopal, Jhon Jairo Torres Torres, más conocido como “Jhon Calzones”, fue recapturado por el delito de lavado de activos. La Fiscalía y al Dijin lo arrestaron nuevamente por un supuesto lavado de activos, luego de que revisaran un sus estados financiero desde 2012 y descubrieran que al parecer obtuvo un incremento de su patrimonio injustificado en $50.000 millones. Además, en las últimas semanas denunciaron que el alcalde de Yopal habría sobornado funcionarios judiciales para salir de prisión. Dora Emilse López Vega, esposa de "Jhon Calzones" también fue capturada este domingo.
“Jhon Calzones” había sido capturado en octubre de 2015 días antes de las elecciones, luego de que la Fiscalía evidenciara que la ciudadela “La Bendición” era una construcción ilegal, pues estaba asentada en un terreno que había sido embargado el 11 de junio de 2014 porque supuestamente había pertenecido a testaferros de Daniel Barrera, alias el “Loco Barrera”. El nuevo proceso contra Jhon Torres se da porque al parecer utilizó la sociedad constructora Ciudadela La Bendición S.A.S., manejada por la hermana de Torres, Genny Milady Torres, como fachada para impulsar un proyecto de viviendas de interés social y darle apariencia de legalidad a dineros ilícitos.
Por eso la Fiscalía abrió el segundo proceso por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos. La génesis de todos los líos de “Jhon Calzones” surgen de la Ciudadela La Bendición, un proyecto de vivienda que nunca contó con los permisos de las autoridades locales y que, al parecer, utilizó Torres como maquinaria para llegar a la Alcaldía de Yopal. Las primeras acciones que tomó la Fiscalía contra Torres fue en mayo de 2015, cuando le embargó 10 bienes por, al parecer, estar involucrado en un proceso de lavado de activos.
La historia de estas tierras ubicadas al sur de Yopal donde fue construida la ciudadela la Bendición está vinculada a la del narcotraficante Germán Sánchez Rey, alias “Coletas”, capturado en 2010 y extraditado a España en 2011. Tras el arresto de “Coletas”, quien tenía nexos con el capo “Loco Barrera”, la Dirección de Extinción de Dominio de la Fiscalía abrió un proceso para arrebatarle sus propiedades. En esas pesquisas encontraron los nombres de los hermanos Néstor Leonardo y Jairo Enrique Pérez Barreto, quienes fueron señalados de ser testaferros de “Coletas”. El primero de ellos fue el que compró en 2010 los terrenos donde hoy está La Bendición, que posteriormente pasaron a manos de Jhon Torres.
Fue un negocio que, según las autoridades, se realizó con dineros de “Coletas”, ya que descubrieron que Néstor Pérez no tenía capacidad económica para concretar la compra, que tuvo un costo de $900 millones. Además se demostró que el avalúo real de la propiedad para la época era de más de $2.700 millones. Finalmente, en octubre de 2011 Néstor lo transfirió a su hermano, Javier Barreto, quien terminó figurando como propietario cuando la Fiscalía los embargó en junio 2014.
Sin embargo, en un fallo que generó bastante polémica en el ente investigador, la fiscal María Cristina Lizcano revocó las medidas cautelares sobre los bienes, permitiendo que se realizara una serie de traspasos que a la postre terminó por darle vida a la Ciudadela La Bendición. La situación se resolvió el pasado 24 de marzo, cuando un fiscal de segunda instancia tumbó la decisión de Lizcano. Es más, en una denuncia que reposa en los despachos del búnker de la Fiscalía se habla de un pago de $200 millones que buscaba que Torres pudiera tomar control de los predios cuestionados.
Según los investigadores, los terrenos finalmente terminaron en manos de Torres de la siguiente forma: “Teniendo en cuenta que los citados bienes estaban a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), no tiene justificación jurídica, ni probatoria, sabiendo del pronunciamiento y la orden dada por la Fiscalía, (Jairo Enrique Pérez) se asocia con el señor Jhon Jairo Torres, para despojar al depositario designado por la SAE. Torres resuelve parcelar los lotes y de manera ilegal procede a realizar un proyecto de construcción de interés social denominado Ciudadela La Bendición, sin licencia de construcción ni ambiental, a sabiendas de que estos no eran de su propiedad y que se encontraban inmersos en investigación de extinción. En razón, se cuenta con elementos probatorios que los recursos obtenidos para la adquisición de los mismos al parecer provienen de origen espurio”.
Torres al parecer había logrado su objetivo: ser alcalde de Yopal para legalizar la ciudadela La bendición. Sin embargo, este proceso al parecer fue turbio, pues sus propósitos los habría logrado con dineros ilícitos. A pesar de que ganó las elecciones desde la cárcel, pudo posesionarse ya que a finales de 2015 recobró su libertad. John Torres, un hombre que se ganó su apodo de “Calzones” por su negocio de más de 17 llamado Caricias Íntimas, deberá administrar la capital de Casanare desde prisión y responder ante las autoridades por un supuesto enriquecimiento ilícito y lavado de activos, pues se considera que su jugosa fortuna no pudo ser el resultado de un negocio de venta de ropa interior femenina.
El polémico alcalde de Yopal, Jhon Jairo Torres Torres, más conocido como “Jhon Calzones”, fue recapturado por el delito de lavado de activos. La Fiscalía y al Dijin lo arrestaron nuevamente por un supuesto lavado de activos, luego de que revisaran un sus estados financiero desde 2012 y descubrieran que al parecer obtuvo un incremento de su patrimonio injustificado en $50.000 millones. Además, en las últimas semanas denunciaron que el alcalde de Yopal habría sobornado funcionarios judiciales para salir de prisión. Dora Emilse López Vega, esposa de "Jhon Calzones" también fue capturada este domingo.
“Jhon Calzones” había sido capturado en octubre de 2015 días antes de las elecciones, luego de que la Fiscalía evidenciara que la ciudadela “La Bendición” era una construcción ilegal, pues estaba asentada en un terreno que había sido embargado el 11 de junio de 2014 porque supuestamente había pertenecido a testaferros de Daniel Barrera, alias el “Loco Barrera”. El nuevo proceso contra Jhon Torres se da porque al parecer utilizó la sociedad constructora Ciudadela La Bendición S.A.S., manejada por la hermana de Torres, Genny Milady Torres, como fachada para impulsar un proyecto de viviendas de interés social y darle apariencia de legalidad a dineros ilícitos.
Por eso la Fiscalía abrió el segundo proceso por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos. La génesis de todos los líos de “Jhon Calzones” surgen de la Ciudadela La Bendición, un proyecto de vivienda que nunca contó con los permisos de las autoridades locales y que, al parecer, utilizó Torres como maquinaria para llegar a la Alcaldía de Yopal. Las primeras acciones que tomó la Fiscalía contra Torres fue en mayo de 2015, cuando le embargó 10 bienes por, al parecer, estar involucrado en un proceso de lavado de activos.
La historia de estas tierras ubicadas al sur de Yopal donde fue construida la ciudadela la Bendición está vinculada a la del narcotraficante Germán Sánchez Rey, alias “Coletas”, capturado en 2010 y extraditado a España en 2011. Tras el arresto de “Coletas”, quien tenía nexos con el capo “Loco Barrera”, la Dirección de Extinción de Dominio de la Fiscalía abrió un proceso para arrebatarle sus propiedades. En esas pesquisas encontraron los nombres de los hermanos Néstor Leonardo y Jairo Enrique Pérez Barreto, quienes fueron señalados de ser testaferros de “Coletas”. El primero de ellos fue el que compró en 2010 los terrenos donde hoy está La Bendición, que posteriormente pasaron a manos de Jhon Torres.
Fue un negocio que, según las autoridades, se realizó con dineros de “Coletas”, ya que descubrieron que Néstor Pérez no tenía capacidad económica para concretar la compra, que tuvo un costo de $900 millones. Además se demostró que el avalúo real de la propiedad para la época era de más de $2.700 millones. Finalmente, en octubre de 2011 Néstor lo transfirió a su hermano, Javier Barreto, quien terminó figurando como propietario cuando la Fiscalía los embargó en junio 2014.
Sin embargo, en un fallo que generó bastante polémica en el ente investigador, la fiscal María Cristina Lizcano revocó las medidas cautelares sobre los bienes, permitiendo que se realizara una serie de traspasos que a la postre terminó por darle vida a la Ciudadela La Bendición. La situación se resolvió el pasado 24 de marzo, cuando un fiscal de segunda instancia tumbó la decisión de Lizcano. Es más, en una denuncia que reposa en los despachos del búnker de la Fiscalía se habla de un pago de $200 millones que buscaba que Torres pudiera tomar control de los predios cuestionados.
Según los investigadores, los terrenos finalmente terminaron en manos de Torres de la siguiente forma: “Teniendo en cuenta que los citados bienes estaban a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), no tiene justificación jurídica, ni probatoria, sabiendo del pronunciamiento y la orden dada por la Fiscalía, (Jairo Enrique Pérez) se asocia con el señor Jhon Jairo Torres, para despojar al depositario designado por la SAE. Torres resuelve parcelar los lotes y de manera ilegal procede a realizar un proyecto de construcción de interés social denominado Ciudadela La Bendición, sin licencia de construcción ni ambiental, a sabiendas de que estos no eran de su propiedad y que se encontraban inmersos en investigación de extinción. En razón, se cuenta con elementos probatorios que los recursos obtenidos para la adquisición de los mismos al parecer provienen de origen espurio”.
Torres al parecer había logrado su objetivo: ser alcalde de Yopal para legalizar la ciudadela La bendición. Sin embargo, este proceso al parecer fue turbio, pues sus propósitos los habría logrado con dineros ilícitos. A pesar de que ganó las elecciones desde la cárcel, pudo posesionarse ya que a finales de 2015 recobró su libertad. John Torres, un hombre que se ganó su apodo de “Calzones” por su negocio de más de 17 llamado Caricias Íntimas, deberá administrar la capital de Casanare desde prisión y responder ante las autoridades por un supuesto enriquecimiento ilícito y lavado de activos, pues se considera que su jugosa fortuna no pudo ser el resultado de un negocio de venta de ropa interior femenina.