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El 1 de marzo de 2019, el exfiscal de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Carlos Julián Bermeo, quedó retratado en un video negociando, en un hotel en Bogotá, la suspensión de la extradición del exguerrillero Jesús Santrich. Tres años después, un juzgado lo encontró responsable por el delito de soborno, pues dentro de las gestiones se movieron hasta US$40.000.
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Sin embargo, el trabajo de la Fiscalía en la condena a Bermeo quedó coja. Si bien el juez condenó al exfiscal por el delito de cohecho (soborno), el ente investigador no pudo demostrar culpabilidad alguna por las conductas de concierto para delinquir y tráfico de influencias. Bermeo ya conoce la resolución de su caso y el próximo 9 de septiembre sabrá la cantidad de tiempo que pasará en prisión. Además, se libró orden de captura en su contra.
El juez del caso concluyó que Bermeo sí recibió US$40.000 por intentar entorpecer la extradición de Santrich. Además, dio pistas de la intervención de un tercero, al parecer un agente de la DEA, en la reunión en el hotel. A pesar de ello, regañó a la Fiscalía por no especificar, desde la imputación, si el exfuncionario se habría aprovechado de su cargo durante el negocio y si habría sido parte de un engranaje criminal que haya incurrido en concierto para delinquir.
“La imputación fue tan general y vaga que no se precisaron las circunstancias en las que se cometió el delito. Lo que llama la atención es que no hubo actividad investigativa para recabar evidencia física que corrobore la hipótesis acusatoria”, señaló el juez del caso.
El 7 de junio de 2018, el gobierno de Estados Unidos formalizó, ante la Cancillería colombiana, el pedido de extradición de Jesús Santrich, antiguo miembro del estado mayor de las Farc y, para la fecha de la reunión en el hotel, recluido en la cárcel La Picota de Bogotá. Ya había sido señalado por el exfiscal general Néstor Humberto Martínez. No obstante, todavía ostentaba el cargo de congresista, tras los Acuerdos de Paz entre la extinta guerrilla y el gobierno de Juan Manuel Santos.
La investigación de la DEA señala que Santrich siguió delinquiendo después de haber firmado los Acuerdos de Paz, lo cual significa una causal de exclusión en la justicia transicional. De acuerdo con los investigadores norteamericanos, Santrich, Armando Gómez alias El Doctor, Fabio Younes Arboleda y Marlon Marín, sobrino del disidente Iván Márquez, idearon un plan para exportar 10 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos. Un episodio del que el exfiscal Martínez saldría señalado por presunto “entrampamiento”.
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La acusación contra Santrich relata hechos de entre junio de 2017 y febrero de 2018, por lo cual la JEP no debería haber tomado cartas en el asunto. Sin embargo, la entidad aseguró, en su momento, que iba a estudiar el caso para determinar con claridad la fecha de la conducta acusada al exguerrillero. De hecho, en mayo de 2018 ya había suspendido el trámite de extradición provisionalmente. Y mientras la JEP tomaba su decisión, Bermeo fue capturado en el hotel capitalino.
El exfiscal de la JEP cayó en flagrancia junto al exsenador Luis Alberto Gil, conocido como el tuerto, quien en julio de 2021 fue condenado a cuatro años de prisión. “En el momento del procedimiento, estaba reunido con otros señalados integrantes de la organización ilícita que negociaban con una tercera persona distintas acciones para congelar o dilatar un trámite relacionado con la extradición a Estados Unidos de Jesús Santrich”, comunicó la Fiscalía el año pasado.
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