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La "Carpa Blanca" es la propuesta de la Defensoría del Pueblo y la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca ante el incremento de la violencia en esta región del país. La idea, explicaron, es coordinar la respuesta institucional efectiva y oportuna en materia de prevención y protección de los ciudadanos, de manera concertada con las comunidades “con el fin de mitigar el riesgo generado por la reconfiguración del conflicto armado.
La campaña resulta más que oportuna. “La situación se sigue agravando. Esta semana hubo seis asesinatos y subsiste la preocupación”, explicó el defensor del Pueblo, Carlos Negret, quien agregó que se trata de un mecanismo preventivo en las comunidades más amenazadas. “Consiste simplemente en que estemos todos en un espacio y podamos evitar el riesgo del asesinato de los líderes sociales y defensores de derechos humanos”, añadió.
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La idea es que la campaña sea una que esté concertada no solo con las comunidades indígenas y campesinas, sino también con las Naciones Unidas, la Procuraduría y la Fiscalía. “Seguiremos construyendo este organismo para darle una solución a los asesinatos que se han presentado en el Norte del Cauca (…) En las comunidades se sabe quién está amenazado y quién no. Ellos son los que saben qué va a pasar. La idea es evitar que pase”, señaló Negret.
El viernes pasado, las autoridades registraron el cuarto homicidio en menos de dos semanas. Se trata del crimen en contra de un joven indígena, Dumar Mestizo, integrante del Grupo Juvenil Álvaro Ulcué. Mestizo residía en el resguardo indígena de Jambaló y fue parte del programa Generaciones Étnicas con Bienestar de su comunidad. Allí era conocido por su trabajo como pintor de murales en la comunidad.
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Además, Mestizo fue identificado como hijo de Marino Mestizo, otro indígena asesinado en 2009 que buscaban el control territorial. Para el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), este crimen "busca profundizar las dinámicas del conflicto y generar miedo y desarmonía en la comunidad que, en ultimas, solo benefician a los intereses del extractivismo global”. Según sus denuncias, el Cauca es una de las regiones más convulsas del país.
Esto se debe a la presencia de disidencias de las Farc y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln), que se disputan el control del territorio por el narcotráfico. A ellos se suma un pequeño grupo de miembros del Ejército Popular de Liberación (Epl), una antigua guerrilla desmovilizada en su mayoría en 1991 y cuyos últimos miembros están dedicados en su mayoría al narcotráfico; así como las bandas herederas del paramilitarismo.
El defensor Negret agregó que el último hecho, del que todavía no se tienen muchos detalles, ocurrió en los últimos días en el corregimiento de Husanó, en donde aparecieron los cuerpos de tres personas en una carretera. Por su parte, Clemencia Carabalí, representante de la Asociación de Mujeres Afrodescendientes del norte del Cauca, expresó que "Carpa Blanca" promete ser una iniciativa para la comunidad para superar la grave violación de derechos humanos.
“Debemos concertar, desde las organizaciones, las alternativas que permitan superar esta situación y la Defensoría tiene también propuestas para conciliar entre todos y trabajarlas entre todos para que funcionen. Debemos hacer un ejercicio coordinado para sacarlas adelante y superar esta situación”, explicó Clemencia Carabalí, una de las líderes que participó de una reunión con la Defensoría que se llevó a cabo en la sede de la Asociación de Cabildos Indígenas del norte del Cauca, en Santander de Quilichao (Cauca).