Cartel de la toga: Corte Suprema ordena captura del exmagistrado Leonidas Bustos
El abogado se encuentra en Canadá desde 2018, cuando estalló el escándalo de corrupción judicial que permeó las más altas esferas de la justicia y por el que ya fue condenado, entre otros, su compañero en la Corte, el exmagistrado Francisco Ricaurte.
La Corte Suprema de Justicia libró orden de captura contra uno de sus antiguos integrantes: el exmagistrado Leonidas Bustos, quien enfrenta un juicio por el escándalo del cartel de la toga. La Sala de Primera Instancia encontró que por su “reiterada rebeldía”, al no comparecer a los llamados de la justicia, así como las altas probabilidades de que entorpezca el proceso en su contra, hacen necesario que se le prive de la libertad. Bustos, quien ha dicho ser inocente, se encuentra en Canadá desde 2018.
(En contexto: Corte Suprema llama a juicio al exmagistrado Leonidas Bustos por el cartel de la toga)
Para el alto tribunal, “existen serios y graves motivos” para pensar que el exmagistrado podría interferir en la administración de justicia. La decisión recuerda la carrera judicial de Leonidas Bustos y su paso por la Corte, donde participó en la designación de altos funcionarios de la rama judicial. En resumen, Bustos es una persona conocida para quienes tienen que tomar decisiones sobre su caso, “hasta el punto de ostentar un inmenso poder y reconocimiento que actualmente podría utilizar para injerir a su favor en el proceso u obstaculizar su normal desarrollo”.
La decisión de la Corte reza: “es innegable que las circunstancias concretas del caso y, en particular, la condición profesional y de trayectoria personal del acusado Bustos Martínez, hacen bastante probable la posibilidad de que continúe con actividades delictivas, lo que en sí mismo constituye un potencial peligro para la seguridad de la comunidad”. Bustos está en juicio por los delitos de concierto para delinquir, cohecho propio y tráfico de influencias de servidor público.
(Lea también: Reapareció el exmagistrado Leonidas Bustos en juicio contra Francisco Ricaurte)
El exmagistrado y expresidente de la Corte Suprema es requerido para que responda por su presunto rol en el cartel de la toga, una organización criminal que se enquistó en las más altas esferas de la justicia y de la cual, según declaraciones, Bustos era el “cerebro”. Así lo ha asegurado el principal testigo del caso, el exjefe de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía, Gustavo Moreno, cuyas declaraciones y señalamientos fueron la piedra angular de este caso y luego han sido confirmadas por la justicia.
Por ejemplo, Moreno ha dicho que él personalmente le entregó a Bustos $200 millones en efectivo del soborno que aceptó haber pagado el excongresista liberal Álvaro Ashton para que le frenaran un proceso por parapolítica que había en su contra en la Corte Suprema. También hay señalamientos en su contra por, supuestamente, recibir sobornos para manipular el proceso contra el excongresista de La U Musa Besaile, quien también ha aceptado que pagó.
(Lea también: Los detalles de la acusación contra Leonidas Bustos, expresidente de la Corte Suprema)
“En síntesis, el procesado se concertó con funcionarios y particulares para abordar aforados investigados por la Corte Suprema de Justicia y ofrecerles decisiones contrarias a derecho a cambio de cuantiosas sumas de dinero”, explica la Sala de Primera Instancia en la decisión que ordena su captura. Todas estas gestiones, supuestamente, las hizo Leonidas Bustos valiéndose de Gustavo Moreno, a quien le encomendaba la tarea de buscar a quienes tenían líos en el alto tribunal.
Desde 2018, la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes le abrió una investigación a Bustos que terminó en un juicio de indignidad: le quitaron el fuero de magistrado que impedía que fuera a juicio. Cuando eso sucedió, el proceso en su contra pasó a la Sala de Primera Instancia de la Corte. Él siempre ha dicho ser inocente, ha asegurado que se trata de una persecución y hasta apareció como testigo en el juicio de uno de sus compañeros de la Corte, el exmagistrado Francisco Ricaurte.
Sin embargo, en la decisión que ordena su captura, los magistrados fueron claros: Bustos no ha atendido los llamados de la justicia, al punto que una citación a declarar la aplazó hasta cinco veces alegando que tenía problemas de salud. “Todo ello conduce a la Sala a afirmar fundadamente la probabilidad de que el imputado no comparecerá al juicio y, menos, cumplirá la sentencia en caso de que le llegare a resultar adversa”, dice el fallo.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.
La Corte Suprema de Justicia libró orden de captura contra uno de sus antiguos integrantes: el exmagistrado Leonidas Bustos, quien enfrenta un juicio por el escándalo del cartel de la toga. La Sala de Primera Instancia encontró que por su “reiterada rebeldía”, al no comparecer a los llamados de la justicia, así como las altas probabilidades de que entorpezca el proceso en su contra, hacen necesario que se le prive de la libertad. Bustos, quien ha dicho ser inocente, se encuentra en Canadá desde 2018.
(En contexto: Corte Suprema llama a juicio al exmagistrado Leonidas Bustos por el cartel de la toga)
Para el alto tribunal, “existen serios y graves motivos” para pensar que el exmagistrado podría interferir en la administración de justicia. La decisión recuerda la carrera judicial de Leonidas Bustos y su paso por la Corte, donde participó en la designación de altos funcionarios de la rama judicial. En resumen, Bustos es una persona conocida para quienes tienen que tomar decisiones sobre su caso, “hasta el punto de ostentar un inmenso poder y reconocimiento que actualmente podría utilizar para injerir a su favor en el proceso u obstaculizar su normal desarrollo”.
La decisión de la Corte reza: “es innegable que las circunstancias concretas del caso y, en particular, la condición profesional y de trayectoria personal del acusado Bustos Martínez, hacen bastante probable la posibilidad de que continúe con actividades delictivas, lo que en sí mismo constituye un potencial peligro para la seguridad de la comunidad”. Bustos está en juicio por los delitos de concierto para delinquir, cohecho propio y tráfico de influencias de servidor público.
(Lea también: Reapareció el exmagistrado Leonidas Bustos en juicio contra Francisco Ricaurte)
El exmagistrado y expresidente de la Corte Suprema es requerido para que responda por su presunto rol en el cartel de la toga, una organización criminal que se enquistó en las más altas esferas de la justicia y de la cual, según declaraciones, Bustos era el “cerebro”. Así lo ha asegurado el principal testigo del caso, el exjefe de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía, Gustavo Moreno, cuyas declaraciones y señalamientos fueron la piedra angular de este caso y luego han sido confirmadas por la justicia.
Por ejemplo, Moreno ha dicho que él personalmente le entregó a Bustos $200 millones en efectivo del soborno que aceptó haber pagado el excongresista liberal Álvaro Ashton para que le frenaran un proceso por parapolítica que había en su contra en la Corte Suprema. También hay señalamientos en su contra por, supuestamente, recibir sobornos para manipular el proceso contra el excongresista de La U Musa Besaile, quien también ha aceptado que pagó.
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“En síntesis, el procesado se concertó con funcionarios y particulares para abordar aforados investigados por la Corte Suprema de Justicia y ofrecerles decisiones contrarias a derecho a cambio de cuantiosas sumas de dinero”, explica la Sala de Primera Instancia en la decisión que ordena su captura. Todas estas gestiones, supuestamente, las hizo Leonidas Bustos valiéndose de Gustavo Moreno, a quien le encomendaba la tarea de buscar a quienes tenían líos en el alto tribunal.
Desde 2018, la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes le abrió una investigación a Bustos que terminó en un juicio de indignidad: le quitaron el fuero de magistrado que impedía que fuera a juicio. Cuando eso sucedió, el proceso en su contra pasó a la Sala de Primera Instancia de la Corte. Él siempre ha dicho ser inocente, ha asegurado que se trata de una persecución y hasta apareció como testigo en el juicio de uno de sus compañeros de la Corte, el exmagistrado Francisco Ricaurte.
Sin embargo, en la decisión que ordena su captura, los magistrados fueron claros: Bustos no ha atendido los llamados de la justicia, al punto que una citación a declarar la aplazó hasta cinco veces alegando que tenía problemas de salud. “Todo ello conduce a la Sala a afirmar fundadamente la probabilidad de que el imputado no comparecerá al juicio y, menos, cumplirá la sentencia en caso de que le llegare a resultar adversa”, dice el fallo.
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