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La Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia acaba de dejar en firme el proceso que adelanta contra el excongresista del Centro Democrático y hoy magistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE) Álvaro Hernán Prada. La Sala de Instrucción del alto tribunal lo llamó a juicio por su presunta participación en una red para torcer testigos a favor del expresidente Álvaro Uribe Vélez.
La Sala rechazó de tajantemente el recurso de nulidad presentado por los abogados del magistrado Prada y que pretendía que el proceso saliera de órbita de la Corte Suprema. Según la defensa del político uribista, este renunció al Congreso el 21 de abril de 2021, mucho antes que se definiera su situación jurídica dentro de este proceso. Es decir, que para los abogados de Prada, el proceso debería estar en la Fiscalía y no en manos de la alta corte.
El magistrado Ariel Augusto Torres, de la Sala de Primera Instancia de la Corte, esta corporación sigue teniendo competencia del proceso, pues los hechos que son materia de investigación se presentaron cuando Prada fungía como representante a la Cámara por el Centro Democrático.
El ahora magistrado Prada es acusado por presuntamente buscar a Juan Guillermo Monsalve, el testigo estrella del caso contra el expresidente Álvaro Uribe, a través del exparamilitar Carlos López, alias de Caliche. Ese contacto que habría buscado Prada, dice la Corte, era para ejercer presiones ante Monsalve con el fin que se retractara de los señalamientos que había hecho en contra del expresidente Álvaro Uribe Vélez y su hermano, el ganadero Santiago Uribe Vélez.
En 2021, la defensa del excongresista había solicitado lo mismo para que el caso fuera trasladado a la Fiscalía, pero en esa ocasión el alto tribunal también negó la solicitud. A juicio de la Sala en ese momento: “Prada Artunduaga habría instrumentalizado y aprovechado la condición de congresista para conservar su liderazgo político y también para abordar al testigo de la actuación penal a través de un intermediario, por lo cual se desviaron o se usaron de forma abusiva sus funciones como representante a la Cámara”.
La Corte Suprema infiere que el político del Centro Democrático, quien se encontraba en campaña para la Cámara, buscaba robustecer su poder en el partido y contar con el visto bueno de su jefe: Álvaro Uribe Vélez. Así las cosas, la conducta que se le acusa a Prada estaría relacionada con su fuero como congresista por dos razones: la primera, con ella podría mostrar una promesa efectiva de beneficios judiciales. La segunda, tras la pensada retractación, podría aumentar su recorrido político en el partido y ante su electorado en Huila.
Prada ha dicho que jamás ejerció presiones indebidas y que nunca se le permitió ejercer su debida defensa por parte de la Corte Suprema. Para Prada, es “curioso” que mientras se archivara la investigación contra el senador Iván Cepeda, y la Fiscalía pidiera la preclusión de la investigación contra Álvaro Uribe, la Corte Suprema decidió llamarlo a juicio.
“Durante más de tres años, el senador -en referencia a Iván Cepeda- recorrió establecimientos carcelarios para entrar en contacto con delincuentes peligrosos en búsqueda de una acusación sin sustento contra el expresidente, con las consecuencias que conocemos. Dentro de las cosas más absurdas de este proceso es la forma como me involucran en el mismo. Lamentablemente, he tenido que vivir la vulneración de mis derechos fundamentales, como el de la defensa y el de la presunción de inocencia, lo cual no solo ha causado sufrimiento en mí, sino a toda mi familia”, ha señalado Prada a lo largo del proceso.
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