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La Corte Suprema de Justicia le salió al paso a un nuevo revés del caso contra el expresidente Álvaro Uribe. Esta vez negó una medida cautelar que pedía suspender la audiencia en la que la Fiscalía sustentará su solicitud de preclusión. Es decir, la diligencia judicial, hasta ahora, sigue en firme para el próximo 22 de julio, día en el cual el fiscal Gabriel Jaimes deberá explicarle a la jueza 28 penal de conocimiento de Bogotá por qué considera que se debe archivar este caso por presunta manipulación de testigos.
(En contexto: Radiografía del caso Uribe en la Fiscalía)
La medida cautelar la solicitó Deyanira Gómez, exesposa de Juan Guillermo Monsalve, el principal testigo del proceso. Y hace parte de una tutela que ya fue negada en primera instancia, pero que, tras una apelación, aterrizó en la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. En la demanda, la mujer asegura que sus derechos están siendo vulnerados luego de que el Tribunal de Bogotá le revocara la calidad de víctima en el proceso que se sigue contra Álvaro Uribe. Esta calidad le permitía a Gómez, a través de su abogado, conocer el expediente e intervenir en el proceso.
(Lea también: Caso Álvaro Uribe: Tribunal revoca calidad de víctima a exesposa de Juan Monsalve)
No obstante, la Corte concluyó: “no se observa que en grado de necesidad y urgencia concurra alguna situación que amerite la intervención del juez constitucional, toda vez que el interesado (el abogado de Deyanira Gómez) no acreditó la inminencia de algún suceso que conlleve inexorablemente la causación de un perjuicio irremediable, antes de culminar el lapso perentorio en que se fallará la presente acción. En consecuencia, se niega la solicitud de la medida provisional”.
En audiencias celebradas en abril pasado, cuando la Fiscalía iba a sustentar su escrito de preclusión ante la juez 28 Penal de Conocimiento, Deyanira Gómez y el periodista Gonzalo Guillén solicitaron ser acreditados como víctimas en el proceso. A la médico se le dio el reconocimiento, mientras que al periodista no. La intención inicial de la audiencia celebrada en ese entonces no tenía como objetivo conocer los argumentos de Gómez y Guillén para su acreditación, sino definir si la investigación en contra del expresidente se archiva o sigue vigente.
Gómez fue la pareja de Juan Guillermo Monsalve, el testigo estrella en contra de Uribe Vélez. Es quien ha hablado de la posible relación del exmandatario con el surgimiento del Bloque Metro de las Autodefensas en Antioquia. Se ha dicho que intentaron sobornarlo, e incluso, ejercer presión en su seguridad como recluso, pero no ha cambiado su versión. El hombre se convirtió en uno de los testigos claves para la Sala de Instrucción de la Corte Suprema, de ahí, que ostente un sistema de seguridad diferente ordenado por el alto tribunal.
Sobre el caso de Deyanira Gómez, el Tribunal Superior de Bogotá explicó que, si bien el despacho reconoce presuntas intimidaciones y acciones que motivaron a la exesposa de Monsalve a solicitar su acreditación como víctima, no hay nexo entre las peticiones de la defensa de Gómez y las conductas por las cuales se está investigado al expresidente Uribe. El Tribunal concluyó que las posibles amenazas a la vida e integridad de Gómez no están relacionadas con la pesquisa por fraude procesal y soborno en actuación penal contra el exmandatario.
Álvaro Uribe Vélez está ante los estrados judiciales por presunta manipulación de testigos. Lo que reposa en las investigaciones es que, a través de sus abogados, como Diego Cadena, al parecer, buscó a confesos paramilitares en las principales cárceles del país para que cambiaran la versión que tenían sobre presuntos nexos del expresidente con el paramilitarismo. Lo que trascendió es que Cadena, supuestamente, ofreció cuantiosas sumas de dinero y beneficios judiciales a cambio de entregar un testimonio que dejara bien parado al exsenador. Uno de los que supuestamente buscó es Juan Guillermo Monsalve.