Caso Bermeo: exsenador Luis Alberto Gil seguirá en la cárcel

La defensa del excongresista mostró al juez del caso exámenes médicos privados que demostrarían que Gil tendría problemas cardíacos. Procuraduría y Fiscalía se opusieron a que fuera enviado a la cárcel mientras avanza el proceso penal. El despacho rechazó la petición.

Redacción Judicial
03 de julio de 2019 - 07:27 p. m.
Luis Alberto Gil fue condenado por sus nexos con grupos paramilitares en enero de 2012. / Archivo El Espectador.
Luis Alberto Gil fue condenado por sus nexos con grupos paramilitares en enero de 2012. / Archivo El Espectador.
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Tras tres intentos, hoy por fin se pudo realizar la audiencia de sustitución de medida de aseguramiento solicitada por la defensa del exsenador Luis Alberto Gil, quien es investigado por recibir un soborno de US$500.000 dólares para, presuntamente, incidir en el trámite de extradición del exjefe guerrillero Jesús Santrich. En este proceso también fue capturado el exfiscal de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Carlos Bermeo, el pasado 1 de marzo de 2019.

(En contexto: Capturan a fiscal de JEP que, al parecer, recibió dinero para incidir en caso "Santrich").

Durante la audiencia, el abogado de Gil, Óscar Díaz, señaló que las afecciones cardiacas que tendría el excongresista sería una razón "clara" para que este pueda tener prisión domiciliaria preventiva mientras su proceso penal avanza en los estrados judiciales. "Estamos buscando el derecho a la dignidad" dijo el defensor, y añadió que "no se está pidiendo la libertad, es una medida cautelar, pero qué va permitir que él esté en su lugar de residencia y pueda ser llevado a sus terapias". El juez del caso rechazó la petición y mantuvo a Gil en prisión.

Desde hace tres meses Gil se encuentra preso en la cárcel La Picota de Bogotá, luego de que las autoridades lo señalaran de conformar un red corrupta, junto al exfiscal Bermeo y otras tres personas: Ana Cristina Solarte, esposa de Bermeo; Orlando Villamizar, hombre cercano al excongresista y Yamit Prieto, el conductor de Gil. El fin de esta presunta organización ilícita era incidir en el proceso de extradición del exjefe guerrillero que se surtía en la JEP hasta mayo pasado.

En su petición, el abogado Díaz había dicho que el estado de salud de Gil se habría deteriorado en los últimos meses. Asimismo el abogado señaló que su defendido debe tomar medicamentos especiales y someterse a terapias en la rodilla por una lesión que tuvo a raíz de accidente de tránsito."No hay por qué convertir a un viejo en un vejestorio inútil", sostuvo el abogado.

(Lea “No veo la relación de las personas capturadas con el proceso”: defensa de “Santrich”)

Para sustentar la solicitud la defensa de Gil mostró exámenes médicos de médicos particulares, sin embargo, el procurador del caso, Francisco Bustos, pidió al juez rechazar el cambio de medida de aseguramiento porque los informes clínicos pertenecen a dictámenes  especialistas de la salud privados y no de peritos expertos de Medicina Legal.

Sin embargo, Bustos señaló que si los diagnósticos son validados y certificados por el  Medicina Legal no se opondría a sustituir la medida de aseguramiento. A su vez, la Fiscalía presentó un informe basado en exámenes que peritos autorizados le realizaron al excongresista en el que se demuestra que Gil puede permanecer en la cárcel mientras su proceso avanza.

Por Redacción Judicial

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